De las matemáticas, el arte y el OULIPO.
Por Adonai Castañeda
Para Aura Martínez, por decir mucho con tan poco.
Dubito ergo cogito, cogito ergo sum
René Descartes
1 + 1 = ¿2? ¿3?; por supuesto que la naturaleza nos juega bromas bastante pesadas. No podemos explicarlo todo desde nuestro punto de vista o desde lo objetivo. La ciencia nos dice muy poco y no explica todo había afirmado el teórico Noam Chomsky cuando se le preguntó con respecto del cientificismo.
Desde los inicios de la vida humana, hemos pretendido explicar nuestro origen. Los pitagóricos establecieron que los números eran los símbolos que guían al conocimiento de la verdad, nuestro propio fiat lux. No es novedad el decir que las matemáticas han llegado a ser consideradas como irreales; Edmund Husserl establece que las ontologías regionales o ciencias de diferentes áreas, fueron concebidas para fundamentar el cómo de la verdadera esencia del ser. Lo que siempre hemos hecho es buscar una respuesta para esta extraña realidad. ¿La vivimos?
Aristóteles estableció que el arte es la mímesis de la realidad, ¿qué pensamos cuando descubrimos que la circunferencia entre el diámetro de un círculo es el número Pi? Puede que no me creas, puede que llegues a comprobarlo. Es verdad: todos los círculos, de cualquier diámetro, longitud y en cualquier lugar del Universo poseen esta bella cualidad: la relación con Pi.
Por ejemplo: toma ahora un plato, mide su radio de 20 centímetros y mide su circunferencia de 62.8 centímetros. El cociente entre estos dos siempre será aproximado a Pi. Toma un disco compacto de 5.9 centímetros de radio y mide su circunferencia: son 18.5 centímetros aproximadamente. Divide la circunferencia entre el radio y te dará el valor aproximado a Pi, en este caso es 3.135593…
Pi es 3.143159265358979323846… Todo en el Universo está conectado. No hemos salido del sonambulismo entre el mundo inteligible y el sensible. ¿Pero ello qué tiene que ver con el arte? Se crea o no, estas dos ramas de conocimiento son casi una misma, ya que planean expresar la realidad a través de un medio simbólico.
Nótese que el número Phi (1.6180339887…) o número áureo está presente en numerosos fenómenos naturales, fisonomía de animales como el nautilo, plantas, rostros humanos, pinturas renacentistas y de cualquier movimiento. En todo.
Estamos inmersos en una mezcla heterogénea de realidades o quizá sólo sea una. Nos hallamos en un caos, aunque desde ahí formulamos una teoría de los fractales. Nos planteamos desde ahí. ¿Dista mucho decir que el primer ser en la nada fue Caos y luego surgió Gea, Tártaro y Eros según el griego Hesíodo? Caos es el estado primitivo del Universo, el alfa y omega de la existencia: un algo y una nada, un inicio y un fin.
El séptimo día en el que mundo había sido terminado nos remite a los griegos, de nuevo: Sol, Luna, Marte, Mercurio, Júpiter, Venus y Saturno. Para nosotros los días de la semana. Siete pecados capitales y siete peticiones del Padre Nuestro;. Siete edades que propuso Shakespeare para los humanos. Siete notas musicales, siete bellas artes, siete vidas del gato. Los siete derramamientos de sangre de Cristo; las siete visiones del fin según el apocalipsis bíblico.
En todo está todo. Las matemáticas y el arte son lo mismo. Eso fue demostrado por el OULIPO. Ouvroir de littérature potentielle, en español Taller de literatura potencial, fue un grupo literario que experimentaba la literatura con las matemáticas. Como si fuera un juego con infinidad de probabilidades. Donde no se imponen reglas, sólo se crea desde el impedimento para definir un método en la escritura. Se propone crear desde el caos.
Propongo hacer desaparecer las etiquetas: sin llamar a las matemáticas, matemáticas o al arte, arte. Todas ellas parten desde la observación humana. Para darnos un sentido. Así como el oulipista Ítalo Calvino en su novela El castillo de los destinos cruzados. O como Julio Cortázar, también oulipista por un breve tiempo, con algunas de sus obras de la década de los 70. Todo carece de un sentido hasta que pierde el que nosotros le hemos impuesto. Todo es relativo como nunca dijo Einstein. La vida es la misma ahora. El caos sigue; el fin ha pasado, nos dirigimos de nuevo al inicio.
¿Acaso hay matemáticas sin arte? ¿Arte sin matemáticas? ¿Humanos sin humanos? Somos como los miembros del OULIPO: ratas que construyen el laberinto del cual pretendemos salir. Buscamos la quintaesencia en Pi como un modo de explicarnos. Buscamos entender el lenguaje, como un reflejo. Buscamos comprender el inicio del Universo cuando todavía no nos entendemos a cabalidad. ¿En qué se diferencia la Gioconda del número Phi?
Claro, 1 + 1 = 2 o 1 + 1 = 3. Al final Descartes tiene y no tiene la razón. Forzamos a la naturaleza a actuar: el gato está vivo y muerto al mismo tiempo. El eterno retorno de Ulises.
