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Por Jorge Tadeo Vargas

Calle Melancolía en Klatch City, 11 de enero de 2023 [00:01 GMT-6] (Neotraba)

Entre diciembre-enero, muchos medios, ya sea con sus colaboradores habituales y/o pidiéndole a ciertas celebridades (almost famous), escriben listas sobre lo mejor del año ya sean libros, música, películas y en los últimos años series que poco a poco van ganando popularidad y con esto también van ganando en calidad de producción. Pero esto es tema para otra columna.

Estas listas tienen la obvia característica de ser subjetivas y que se escriben a partir de las filias y fobias de quien las escribe. Es difícil pensar en una lista de las diez mejores películas de terror de alguien que no le gusta ese género en particular. Sin embargo, en estos tiempos estos ejercicios vienen acompañados de una polarización como si se tratará de futbol y se tuviera que defender a su equipo a muerte.

Esta polarización no solo se da con respecto a los enlistados, en muchos casos, el solo hecho del ejercicio va generando esos conflictos de estar a favor o en contra tan comunes hoy en día con la popularidad de las redes sociales que potencializan muchas conductas que ya presentábamos como sociedad de consumo, pero que ahora dependiendo de las reacciones, se convierten en verdad o mentira para aquellos que participan de esta polarización.

A la par de las listas que aparecen en distintos medios de comunicación, tenemos las que se publican de forma individual en espacios personales, ya sean los muros de las redes sociales, blogs o cualquier espacio donde muchos escribimos sobre nuestro día a día.

Estas listas tienen dos propósitos (al menos son los más importantes desde mi visión). El primero es recomendar lo que a criterio del autor fue lo mejor del año, repito, esto es de forma subjetiva y no necesariamente tiene que ver con calidad o estilo y es válido pues la creación artística pasa por el gusto personal y que al final quien las lee puede encontrar algo de su interés.

La segunda es hermanar al autor con el lector teniendo como lazo las coincidencias y gustos. Esto lo sé, uno de mis mejores amigos lo conocí gracias a una de estas listas donde el disco “Blue Hearts” de Bob Mould aparecía como uno de los mejores. Lo que pueda ocurrir en medio de estos dos propósitos, es solo mala leche que no aporta nada (hay mala leche que aporta un mínimo de crítica, pero aporta) y solo se queda en polarización estéril de internet.

Henry Rollins, un especialista en quejarse de todo lo que pasa a su alrededor, llama a este fenómeno la “High Fidelity Fokin List” haciendo referencia al personaje de la novela High Fidelity (Anagrama, 2019) de Nick Hornby, que tenía la obsesión de hacer listas de todo lo que le ocurría en su vida, algo que para Rollins es una señal de que debes alejarte de personas con esas características, cabe mencionar que el antiguo vocal de los Black Flag no es el indicado para dar consejos sobre como relacionarte con las personas a tu alrededor, cosa que él lo tiene muy claro. Hacer listas el común de muchas personas que yo conozco, igual que recomendar aquello que a nosotros nos sirvió o nos gusta. Lo vivimos desde la familia, hasta los amigos. Para Rollins puede ser parte de su guion standupero, pero es la realidad en que nos movemos.

En lo personal, soy de esas personas que, como el protagonista de la novela, hacen listas, pero además leo cualquiera que me aparezca y sea de mi interés, así es como voy conociendo autores y músicos nuevos que vienen a enriquecer mis gustos. Con respecto a las que yo hago, estas las voy construyendo en todo el año, especialmente cuando se trata de música o cine y las voy compartiendo en mis redes personales o publicando en revistas/blogs donde público de forma (i)regular.

En este primero (espero) de muchos textos en este espacio, decidí hacer un ejercicio distinto al publicar un listado de lo mejor del año. No quise recomendar lo que ya esta volando por la red y que se puede consultar. Decidí hacer este ejercicio por la simple razón que me pareció una mejor forma de construir la High Fidelity Fokin List.

Aquí va: tómese el tiempo de recordar esa sensación que le causó aquel libro mientras lo leía, no tiene que ser uno, pueden (o serán varios), recuerde aquel momento de saudade que le hizo sentir una canción, un disco, o justo ese momento que le llevó a recordar a alguien, recuerde esa película o serie que vio junto a esa o esas personas que está feliz de tenerlas en su vida y esa es la lista de lo mejor del año, no permita que nadie venga a decirle lo contrario.


Jorge Tadeo. Imagen tomada sin permiso de su cuenta de FB

Jorge Tadeo Vargas, escritor, ensayista, anarquista, a veces activista, pero sobre todo panadero casero y padre de Ximena. Está construyendo su caja de herramientas para la supervivencia


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