Futbol mexicano y COVID-19, un error

Por Óscar Alarcón (@metaoscar)

Puebla, México, 25 de julio de 2020 [00:24 GMT-5] (Neotraba)

Anunciar que se jugarían los partidos de la Jornada 1 del torneo de futbol mexicano, de forma cursi llamado “Guard1anes 2020”, resultó contraproducente. Más se tardaron en dar el anuncio que en suspender los dos partidos que abrirían el certamen: Juárez vs San Luis y Puebla vs Mazatlán se llevarían a cabo el jueves 23 de julio de 2020. Fueron pospuestos.

El primer encuentro se debió a que Bravos de Ciudad Juárez realizó pruebas a sus jugadores y se quedó a la espera de los resultados, en donde se especuló que habría más de 10 casos positivos. Para el segundo encuentro, quienes esperan los resultados son los de Mazatlán.

Hasta este viernes 24 de julio de 2020, en México hay 378,285 personas contagiadas y 42,645 personas han perdido la vida por el coronavirus. Los equipos de la Liga MX reportaron 84 casos positivos entre los que se incluyen jugadores y cuerpo técnico. Tendríamos que preguntarle a los encargados de la liga por qué decidieron arrancar el torneo si se tienen estas cifras. Sobre todo, cuando el futbol pretende erigirse como un ejemplo de estilo de vida para las sociedades.

O quizá sea un reflejo de lo que ocurre en el país. Por lo menos en Puebla se ha reportado que protección civil ha suspendido partidos llaneros que se efectúan en distintos puntos de la ciudad: la colonia las Hadas, Bosques de San Sebastián, La Margarita, Héroes, Pueblo Nuevo y le podemos sumar más colonias. Parece ser que Protección civil se ha convertido en ese molesto prefecto de disciplina de secundaria que llega a ponchar balones en pleno recreo. Puritita irresponsabilidad ciudadana. No es Protección Civil la institución mala de esta historia.

Saque usted sus conclusiones de acuerdo con este comunicado emitido por el Ayuntamiento de Puebla: “Se exhorta a la ciudadanía a seguir las recomendaciones de prevención señaladas por la autoridad sanitaria, así como las emitidas por el Ayuntamiento de Puebla y evitar acudir a lugares con concentración de personas, mantenerse en sus domicilios y limitar su desplazamiento a causas estrictamente necesarias. La mejor defensa contra el virus COVID-19 es la prevención.” A veces creo que en Puebla nos queremos suicidar masivamente.

Regresando al futbol profesional, parece ser que la decisión de iniciar un torneo en medio de una pandemia obedece a aspectos económicos más que deportivos. Habría que remontarse al ya lejano marzo de 2020 cuando se tomó la decisión de suspender el torneo “Clausura 2020” cuando se anunció que “La Presidencia Ejecutiva de la LIGA MX /ASCENSO MX informa que ha decidido suspender todos los encuentros de la LIGA BBVA MX, ASCENSO BBVA MX y la LIGA BBVA MX Femenil. La decisión se tomó con base en las recomendaciones generales de la Secretaría de Salud del Gobierno Federal, con quien la LIGA MX se ha coordinado estrechamente. […] La medida anunciada el día de hoy se mantendrá hasta nuevo aviso y el reinicio de las actividades se determinará en coordinación con la Secretaría de Salud del Gobierno Federal.” La Ciudad de México se encuentra en semáforo naranja y se advierte que puede regresar a rojo pues el índice de contagios aumentó en los últimos días. Aun así: tenemos futbol para iditotizarnos.

¿Por qué se suspendió el torneo cuando no había contagiados? ¿Por qué se decide que la fecha 1 arranque en jueves, primero, y después en viernes con el partido Necaxa vs Tigres cuando se tienen noticias de la posibilidad de contagios? Ante la necedad de los directivos las pantallas se iluminan. Los estadios vacíos no tienen ni un solo anuncio que diga: Quédate en casa, o deja de tomar refresco. Sabemos cuáles son los males de la alimentación del mexicano y cuáles son los elementos que han contribuido al sobrepeso infantil: una vida poco ejercitada, en donde la conexión a un dispositivo móvil es indispensable. El futbol de pantalla se incluye. Lejos está el futbol con porterías que se formaban por dos piedras.

Aunque nadie sabía cuál era el panorama que nos esperaba para esta pandemia —la cual fue advertida como de duración larga—, aquí cabe nuevamente el cuestionamiento: ¿cómo es posible que al inicio de la pandemia se suspendan los juegos cuando no había contagiados?, ¿por qué, con 84 casos positivos a los —que seguramente se irán sumando otros— se dice: “se tiene que jugar”?

Habrá quien diga que soy aguafiestas. A pesar de ello, creo que el balón comenzó a rodar de forma lamentable.