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Ciudad de México, 23 de febrero de 2024 (Neotraba)

Las fotografías fueron compartidas por la producción de la obra.

Las obras literarias y fílmicas nacidas de la mente del estadounidense Cormac McCarthy suelen estar ligadas a la confrontación a muerte tan propia de antagonistas del género humano. Meridiano de sangre, Sin lugar para los débiles, El abogado del crimen, La carretera… todos tienen un punto en común: la persistencia del contrincante más astuto en un clima de extrema violencia. Y si bien, El último tren le baja en decenas porcentuales al nivel de crimen y terror a los que el oriundo de Nuevo México nos tiene acostumbrados, lo que mantiene como un eje de su narrativa, en este caso escénico, es la lucha de la luz contra la oscuridad.

El último tren es una obra de teatro que nos presenta a dos personajes: Blanco (Rodrigo Vázquez), que es un catedrático de gran formación académica; y Negro (Rodolfo Guerrero), un hombre de bajo estrato social que alguna vez cayó en la cárcel por matar a otra persona y que perdió a toda su familia, pero que encontró la salvación mediante la palabra del Dios de los judeocristianos.

La obra se detona por un hecho atípico: la determinación de Blanco por quitarse la vida en una estación de tren y la interrupción de dicha acción por parte de Negro, quien estaba en ese sitio y sintió el llamado de salvarle la vida a ese hombre que no tenía intención de ser salvado.

El último tren en el teatro La Capilla
El último tren en el teatro La Capilla

Durante una larga charla al interior del departamento de Negro se intentarán descubrir los argumentos más sólidos para determinar por qué la vida vale la pena vivirse y por qué no. Por qué una persona después de experimentar el infierno en carne propia puede encontrar el sentido de la vida, pero también por qué alguien que ha vivido cosas posiblemente menos traumatizantes, puede intentar salir por la triste y famosa puerta falsa.

Las actuaciones de Rodrigo Vázquez y Rodolfo Guerrero encarnan perfectamente las pulsiones de vida y las pulsiones de muerte requeridas para desarrollar a este par de personajes tan disímbolos. Además, los diálogos generados por McCarthy y traducidos por Gerardo Capetillo son íntimamente naturales, alejados del artificio del drama teatral clásico y alcanzan esa potencia y crudeza logrado en su adaptación al cine por Tommy Lee Jones en The Sunset Limited en 2006.

El Último Tren se presenta los domingos a las 18:00 hrs. en el Teatro La Capilla de la CDMX hasta el 25 de febrero. Los boletos cuestan $300 pesos con descuentos especiales para estudiantes y maestros.


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