Cuatro viñetas: cortometrajes para ver por la tarde

Por Marcela Gutiérrez

Puebla, México, 9 de diciembre de 2020 [00:01 GMT-5] (Vertedero Cultural)

1. El clásico | Joel Vázquez Cárdenas

Se avecina el clásico partido América vs Cruz Azul. Saúl, un expolicía, apuesta con el chavo para el que ahora maneja, Jero, y si pierde, ha prometido dejarle usar su pistola, pero Jero se las arregla para que no lleguen al partido.

Aquí se plantea la manera en que los jóvenes pretendemos llegar a la adultez, sin que ésta siempre sea la manera más sana. ¿Qué es lo más clásico a fin de cuentas? Definitivamente no la decisión que tomamos tras probar la amargura de disparar un arma, la que sólo algunos tienen permitido tomar.

2. A la cabeza | Andrea Santiago

Se presenta una animación inquietante y muy limpia. Sin ningún diálogo. Refleja la monotonía del trabajo por obligación de la secretaria promedio, que no recibe ningún agradecimiento y de quien, según una especie de antietiqueta, no se espera que hable, ni que salude siquiera. Los dirigentes de la gran empresa son personajes con una cabeza de gran dimensión y con un cuello de camisa especial, ya ni se diga que no se dignan a mostrar que son humanos.

La monotonía se ve rota por la esperanza del contacto humano, una muestra de amor genuino quizá, pero parece no haber tiempo para éste cuando las prioridades son repensadas por una dulce secretaria que pasó de sus obligaciones a una cabeza tan grande como siempre las había visto.

3. El día comenzó ayer | Julián Hernández

Saúl mantiene relaciones sexuales con desconocidos sin hacerse pruebas para ETS, hasta que alguien cuestiona su comportamiento. Decide entonces tomar una prueba de VIH, por lo que conoce a Orlando, quien efectivamente tiene el virus, razón por la cual duda de mantener relaciones con él, a pesar de la evidente atracción entre ellos. El filme apunta a tratar, superficialmente, el estigma que permanece sobre el VIH y el SIDA, y cuestiona si verdaderamente es necesario informar sobre el estado de salud propio para mantener relaciones sexuales de forma tan activa, pues es algo de suma privacidad. El filme se dedica, sobre todo, a poner las cartas sobre la mesa y a permitir que el espectador decida velar por su propia salud.

4. Kii Nche Ndutsa (El caracol y el tiempo) | Itandehui Jansen

Un hombre indígena señala su pérdida cultural a consecuencia de la pérdida ambiental. Las tomas se centran bellamente tanto en la humanidad indígena como en el paisaje natural: vemos al mar como el tiempo, la metáfora más acertada, y el caracol apura el recuerdo más vívido ante la incertidumbre de lo que depara la actualidad.

Esta nota se publicó originalmente en Vertedero Cultural:

Cuatro viñetas: cortometrajes para ver por la tarde