Hombre

¿Qué chingados nos hace hombres? Me lo he preguntado mucho. No como algo central en mi vida, pero sí como un pensamiento que de momento viene y obtiene diferentes respuestas.

Foto de Armin Lotfi a través de Unsplash

Hijos

Si uno espera tener un hijo porque quiere ser mejor educándolo es porque cree que podría mejorar desde lo ya existente, pero aquí se habla de los no hijos.

Foto de Jyotirmoy Gupta a través de Unsplash

Invierno

Una persona sin hogar no es deseada, pero tampoco es como que exista una alternativa para personas que no tienen nada. Porque resulta más sencillo caminar por una calle, ignorando a las personas que llevan encima tres o cuatro chamarras, con los zapatos gastados, los pantalones llenos de polvo. Imagine cuánto podemos rescatar de tratar a un ser humano como lo que es.

Foto de Clay Leconey a través de Unsplash

Hasta aquí

Porque no importa con cuánta furia escriba en estos renglones quietos, el mundo de allá afuera no dejará de tragarse a la humanidad. Me pongo las columnas que he escrito en los pies, y con ellas me dejo ir al fondo. Porque no hay más. Escribo porque no hay de otra, es eso o ahogarme en la normalidad.

Foto de Marcus Hjelm a través de unsplash

Domingo

La visita a la basílica de Guadalupe es el motivo de esta crónica en donde hay bardas pintadas, gente movida por la fe, una hermana cuestionando todo y los apretones de la gente.

Interior de la Basílica de Guadalupe. Foto de Juan Jesús Jiménez

Para cualquier gramaje de poeta

Presentarse como poeta, es además de pretencioso, llevarse muy alto y no ponerse un freno de plomo en los pies. Probablemente sea algo que se gane con el tiempo, y no una forma de presentación.

Godzilla en Teotihuacan. Principio de siglo pasado. Imagen tomada de la red

Anacrónica del terror urbano

Estar muerto, pienso, es mirar el mar. Cuando es de noche, cuando no se ve mucho. Dios, que parece haber leído mi columna –ésta–, mea sobre la ciudad, sobre el mar.

Esténcil en Puebla. Foto de Óscar Alarcón