Carlos Flores Rom: Gráfica Pipope.
Entrevista a Carlos Flores Rom, quien nos platicó que pretende hacer el Primer Salón de Gráfica Pipope, especializado en grabado.
Entrevista a Carlos Flores Rom, quien nos platicó que pretende hacer el Primer Salón de Gráfica Pipope, especializado en grabado.
Por Óscar Alarcón
Julio de 2015
Óscar Alarcón. ¿Cuánto tiempo y cómo fue creado Tótem?
Carlos Flores Rom. El espacio fue creado el 25 de agosto, vamos a cumplir nuestro primer aniversario. Surge a partir de que, en 2013 invité a un amigo del DF a dar un taller a la Bauhaus de Puebla, en donde soy docente. Vino, hubo convocatoria con los alumnos. Este maestro viene a exponer al Complejo Cultural Universitario, igual en las rejas, y se llama Humberto Valdés, él le ilustró el disco Balas y Chocolate a Lila Downs y ha ganado premios internacionales de gráfica. Este primer acercamiento surgió en el Encuentro Nacional de Talleres de Gráfica que se realizó en el MUNAE (Museo Nacional de la Estampa) hace dos años, ahí participamos. No como Tótem sino como La Casa Roja.
Estos antecedentes son porque La Casa Roja es de mi amigo Gustavo Mora, quien está en San Francisco, quien tenía su taller y en un foro le comentaba que éramos el único taller que no tenía taller, que era virtual. Éramos un colectivo pero cada quien en sus espacios, desde su trinchera donde cada uno podía imprimir. Yo iba a Tlaxcala al TEBAC (Taller de Estampa Básica y Avanzada Camaxtli), Rodrigo al “Erasto Cortés” y Mora desde su taller, pero nos juntábamos y hacíamos un colectivo. Eso fue lo que llevamos al MUNAE, de ahí me gustó esa parte de la colectividad y conocer mucha gente de toda la república. Era como una pequeña fiesta del grabado, inclusive creo que este año va a surgir como una bienal.
De ahí salió lo del “Erasto Cortés”: “Gráfica PIPOPE”, después vino una exposición en Oaxaca, conozco un amigo ahí y su taller coincide que es una cochera, casi el mismo espacio que el mío —y hasta siento que más chiquito—. Ahí conocí a otros amigos que ya tienen carpetas y que no son sólo locales sino nacionales. Eso hace que tengas otra relación. Se expuso en Oaxaca, retomé un poco la idea y en mayo ya tenía la prensa, y me di cuenta que ya tenía mi taller.
En ese momento Carlos Flores Rom se levanta para traer la carpeta Oaxaca Collective en donde aparece una serie de grabados de varios artistas, convocada por Irving Herrera.
CFR. Ésta se va a presentar en el IAGO (Instituto de Artes Gráficas de Oaxaca) en octubre. Fue una edición de 24 estampas de diferentes partes de la república, diferentes estilos. Aunque ya me amplié a tu pregunta, así surgió Tótem.
Cuando ya tuve la prensa comencé a trabajar cosas pequeñas, ediciones pequeñas, y empiezo a hacer los libros. Al principio era ponerle el nombre:
porque todo lo que trabajamos es en pequeño formato, no podemos trabajar grandes formatos. En la noche me decidí y comencé a trabajar en el logo, la tipografía que es la rueda de la prensa, el rodillo que tiene tinta y el luchador que me ha gustado siempre. Al mes que lo pongo un amigo de California, Pavel Acevedo, me dice “yo iré a Puebla por unos mezcales, tienes un espacio y quiero ver qué onda”, trajo como 40 gráficas en pequeño formato, las montamos e hicimos la exposición. Él ya abrió su espacio, se llama “Espacio Centro” y está en Oaxaca, y tendrá apenas como tres meses. Lo abrió con Nidia Rosales, ella es escritora, son pareja. Se vinieron, les latió el rollo. Y así empezó el Tótem con Pavel, da un taller, una charla y hace una exposición. Fue el ciclo: taller dirigido a chavos de gráfica. Así empezó el relajo de las exposiciones. Pavel ocupa el humo como técnica.
Después vino el maestro Alejandro Pérez Cruz, es quien ve las maestrías en la Academia de San Carlos, y me trajo sus piezas, que son totalmente urbanas. Irving también trajo sus piezas con un formato más grande. Hemos vendido obra, porque los precios son accesibles, de 500 pesos. Lo veo como una comunidad, conseguir contactos, hacer proyectos.
El Charly, como le dicen sus amigos, no se detiene, va y viene por el pequeño taller, busca obras, las pone sobre la mesa de trabajo para que pueda apreciarlas. Tampoco para de hablar, busca en los estantes más bajos mientras continúa la charla sobre la exposición que está montada en las rejas del Complejo Cultural Universitario.
CFR. Pedro López organizó el Primer Encuentro de Lucha Libre, el formato era hacer una tercia, en el mismo papel hacías relevos australianos pues: yo imprimo y te la paso a ti, tú imprimes y la pasas… Esa sí es una competencia, el premio eran 60 pliegos, cada pliego como a 115 pesos… No es mucho, era en especie pero para que vean tu trabajo está muy bien. Quedamos dentro de los primeros 8 de las tercias. La votación era del público y con eso te evitas al curador y al crítico. Era por taller, la gente votaba y ganó Gabinete, precisamente el de Irving. Así fue como trabajamos la Lucha Libre, entonces Pedro la quería itinerar, fui a ver la gente del Complejo Cultural, yo quería que fueran primero las de Humberto pero me dijeron que primero las de la Lucha Libre: 90 imágenes, como eran tercias había que dividir las imágenes en el papel en 3. Se agregaron de Colombia y Argentina. La idea de Pedro es hacer un catálogo en físico.
El Tótem se ha ido moviendo, por ejemplo me mandaron invitación para la Bienal de La Habana, coincidió que una de mis imágenes la pusieron en grande en el catálogo. A mí nunca me habían considerado pero creo que es la labor. Esta semana están por resolvernos si vamos a Morelia a dar una plática de gráfica móvil, obviamente no es mi proyecto y tienes que darle el crédito a quien lo ha hecho.
Tótem lo he hecho con mis propios recursos, no tenemos beca, no tenemos apoyo, hay que buscarle por otros lados para que puedas ir. Esta es la serie de proyectos que hemos hecho.
Nuevamente Carlos Flores Rom se levanta para traer algunas muestras del trabajo en mezzotinta, técnica en donde el grabador raspa una superficie de cobre, negra con buriles y bruñidores para obtener una imagen y hasta luz en el grabado, es una talla directa en donde se ocupan ácidos. Toda la placa es negra y con una cuna se granea para dar el negro y después trabajar.
ÓA. ¿Por qué seguir haciendo el grabado siendo tan artesanal?
CFR. Lo más interesante es que tiene más de 200 años, es tradicional pero siento que en México hay una buena generación de grabadores que retoma al grabado y que son grandes maestros, te estoy hablando de Posada, Alfredo Zalce, Erasto Cortés, Orozco, Siqueiros, Tamayo también hizo grabado. Va de la mano del dibujo, y su reproducción en serie es el grabado. Y viéndolo específicamente caemos en conceptos de imagen, en donde ya se pierde la idea de reproducción. Se están buscando alternativas de gráfica contemporánea. Siento que es reactualizar el grabado, no estamos inventando el hilo negro, es una reactualización. Con los talleres logramos una unidad, a fin de mes hay un evento en Oaxaca que se llama “Guelaguetza Gráfica”, se están organizando.
Hay cierta apatía, no sólo de los creadores sino del público, tú sabes que es muy difícil crear públicos en Puebla para cualquier evento: obra de teatro, presentación de libros, somos muy apáticos, también me incluyo. Lo que tratamos de hacer es un Festival de Gráfica Pipope. Me comentaba Roberto Rugerio, el director de UNARTE, ¿a quién invitamos, quién participa? Y era un relajo porque teníamos una lista de más de cuarenta personas y no todos están creando. Algunos están más clavados en la pintura, ya no hacen grabado, otros no son poblanos pero han hecho su carrera aquí. Estamos en un censo de menos de 25 gentes. Algunos han aceptado, otros te dicen “¿qué es lo que me vas a dar?”, vamos a trabajar con la gente que sea colaborativa. Este proyecto lo tenemos planeado para octubre. Estamos por resolver muchas cosas de logística y espacios.
ÓA. Que a final de cuentas siempre es así, el trabajo siempre se tiene que hacer en colectivo, ganar-ganar todos.
CFR. Efectivamente. Para el Primer Festival de Grabado y Gráfica Pipope pensábamos jalar a Joel Rendón que tiene más trayectoria. Estábamos pensando en invitar a José Lazcarro y si dice que no, pues no. Ellos se manejan en otros círculos. Queremos unificar, dar espacios a chicos que están empezando, por ejemplo Luis Lezama que es muy bueno y va trabajando. A lo mejor a la primera no entran todos, quizá no tenga el impacto que debería pero creo que en 5 o 6 años va a tener cierto peso, hacerlo anual, cada dos años… Las necesidades surgen a partir de las pláticas. Ellos se están organizando: Oaxaca, pero ¿por qué Puebla no tiene un peso nacional? Es lo que estamos buscando.
ÓA. ¿Qué pasa con las instituciones gubernamentales? ¿A Tótem no le interesa trabajar con ellas?
CFR. Sí, a Tótem le interesa. Así fue la exposición en el “Erasto Cortés”, pero es porque te ven trabajar, que estás haciendo cosas. El mismo IMACP (Instituto Municipal de Arte y Cultura de Puebla) en “Prisma Rectangular” metí una pieza, una caja, fue en el Palacio Municipal. Ahorita hay una exposición en Coahuila de varios poblanos y por parte de la gráfica me invitaron a mí.
Regresando a la gráfica no es que por ser un medio tradicional esté alejado del performance, del arte objeto, del ready made, del bordado o la instalación, que muchos artistas contemporáneos te dicen “ay tus dibujitos, tus pinturitas” o los mismos críticos. No quiero decir nombres porque me llevo bien con todos.
Y van surgiendo otros proyectos, por ejemplo Alex Moreno, un chavo que también es curador, me invitó a lo de Santa Rosa que era de lo religioso a lo contemporáneo, y ahí metí una Coca Cola con un mantel dorado como objeto y le gustó. Entonces empiezas a hacer proyectos que no tienen nada que ver con la edición y numeración de la gráfica pero van surgiendo.
Puedes llegar con un buen proyecto y te dicen “mételo a beca a ver si sale”, ya no es como antes en donde llegabas y pedías hablar con el director de artes escénicas y te preguntaban cuánto necesitas y para qué necesitas. Ahora ya no hay eso, como no hay un organismo que te pueda apoyar en ese sentido está cañón. Por ejemplo de la exposición que ahorita está en Coahuila, lo ideal es que fuéramos los artistas pero no hay recursos, van las piezas pero nosotros no. Me comentaba la gente de allá que ellos pagaron todo: la cena, el brindis y que pusieron más lana que Puebla. Y creo que eso no está bien, porque comienzan a decir “no vayas para Puebla porque no hay apoyo, no hay recursos”, siento que a las instituciones gubernamentales en esa parte les hace falta un poco más de fuerza.
Vamos a lo otro: instituciones educativas, mal o bien te están apoyando. Podemos ver ejemplo de UPAEP y Santos Cuatecontzi, quien está considerado para la Gráfica Pipope porque él es dibujante, hace litografía y coincide en que somos de la misma generación de la escuela. A él lo veo como un muy buen gestor: metidos con La 15, te das cuenta que es llevar la paz con todos y no te puedes pelear con ellos cuando están haciendo cosas. O Fernando Diyarza que se fue a Cholula con Impronta y desde su trinchera está haciendo Semillero de Coleccionista. O Cooperativa AVE, tienen un medio o círculo de mercado. Y aquí también llegan, no quiero cantidad, quiero calidad. Esto es el extra porque tienes un trabajo de docente —y aparte lo combinamos con la música y la cantada—. Una alumna que tengo me decía que estaba padre porque no todos los maestros comparten, que la mayoría se guarda sus “trucos” o los secretos, hay maestros a los que les preguntas cómo lo hizo y te dicen “no sé” o “paga otra vez y te digo”. En Tótem es pasar la estafeta, con los chavos de la Bauhaus promuevo que vayan a Tlaxcala, que vayan a otro taller, los vas vinculando. De 20 alumnos que tengas si a 3 les gustó la gráfica es suficiente. Se aprende desde los chavos.
ÓA. Estaría muy bien que existiera la Escuela de Gráfica Pipope, sin embargo es una visión personal, ¿cómo la puedes definir?
CFR. Yo pintaba, el grabado no me llamaba la atención. En 2011 dejé formalmente de pintura pero mis temas eran pop: las chicas súper poderosas, Barbie, íconos de los 70, Mazinger, lucha libre. Desde 2002 ya tenía gusto por el cómic, aunque algunos maestros me decían “ya deja de hacer tus caricaturitas, deja de hacer tus chingaderas, eso no”, creo que vas en contra como los peces. Cuando surge lo de Argentina fuimos Fer, Mora y tu servidor. En 2004 cuando pinto mi esténcil en la Arena Puebla y comienzo la Gráfica Pipope. Coincide que nace mi primera hija. Con Fernando pintamos el esténcil de la Arena que no han borrado, fuimos en la noche y como acto vandálico. Tiene su chiste el arte urbano, es diferente a que te den la pared y la intervengas a que te apropies del espacio, que ahora los chavos te dicen “ve mi esténcil” pero “wey, el acto del grafiti es vandálico e ilegal” y ahorita con la ley antigrafiti está cañón.
Reapropiarte de un concepto muy arraigado en la ciudad —Pipope—: que eres mocho que eres doble moral, doble cara, que cuidado con los poblanos porque son re choreros. A la vez te das cuenta que lo Pipope es una mezcla de cosas, somos barrocos. La palabra Pipope en sí es barroca, son tres términos en uno solo: Pinche Poblano Pendejo. Te das cuenta desde la comida, una pinche cemita, el mole. Te das cuenta de que en mi gráfica saturo mucho las cosas, que quizá eso sea un problema mío, pero empiezo a depurar algunas cosas aun cuando no hago lucha libre siento ese barroquísimo que me llama. En la pintura y otras cosas hay barroco en color y otras formas. Espero a partir del próximo año regresar a pintar, hice un cuadro de la China Poblana en donde está Bruce Lee y Chun-li, te das cuenta que es pop. Ahí me invitó el IMACP, pensaba meter gráfica pero querían pintura y que meto el cuadrito eso. Creo que cuando llegue a la pintura otra vez voy a tener más recursos, quizá no mejor calidad pero sí más recursos técnicos de una composición, uno sigue aprendiendo.
El término Pipope para mí es muy barroco, la sobreexposición de imágenes, saturación de ritmo, caos, de ruido, siempre me ha llamado la atención la hibridación de cosas que ves en la ciudad: Lomas de Angelópolis y las colonias que están detrás, es otro modus vivendi hay muchos cambios en la ciudad.
ÓA. ¿No te da miedo que te encasillen como “Carlos Flores Rom, el que hacía lo de las luchas”?
CFR. Un día dije “voy a dejar la lucha libre” y no la puedo dejar. Es algo muy arraigado, yo viví cerca de la Arena Puebla, en Analco, me tocó ver la época de oro y de plata de la lucha libre. Ahora es más espectáculo. Yo tomo la lucha libre como lo popular, como si te apropiaras de un Frida Kahlo o de un Posada, dices “mexicanismos” y piensas en Frida, vas al tianguis y te encuentras las sandías, los alcatraces; entonces pienso en la lucha libre como algo de mi estilo, no soy el único que hace lucha libre. Coincidí con Damián Flores en “El Chanate” y es un tipo que me lleva una generación: yo llegaba a sus exposiciones en el “Erasto Cortés” y le pedía su autógrafo en la revista Tierra Adentro, “admiro tu chamba”, entonces me dice “ah tú hiciste las xilografías”, ve las maderas y nos ponemos a platicar y te estoy hablando de cuando Damián Flores venía del Premio Nacional de la Gráfica Joven de La Habana, Cuba, y así fue sin pelos en la lengua a platicar. Ahora él me invitó a “Archivo Gráfico” que es su proyecto, son 300 estampas de mexicanos, es un punto de coincidencia en la gráfica: él ya no hace lucha libre pero sigue haciendo pop.
De pintura, me gusta mucho lo que hace Beto Ibáñez, sus caricaturas de Micky Mouse, pero él ya exponía en el “Amparo”, en la extinta galería de Arte Contemporáneo. Mi próximo proyecto sería hacer un catálogo para que quede como evidencia. Trabajo falta por hacer en las ligas mayores.
ÓA. ¿La gráfica y la pintura poblana están muertas para el resto del país?
CFR. Es como Superman, siempre lo matan y siempre revive. Creo que lo que está muerto son los temas. Algunos ya están muy trillados: a veces yo no sé qué hacer, hay que renovarse o morir. No puedes encasillarte, por ejemplo en la lucha libre, aunque para la Bienal de La Habana mandé luchadores: los hermanos muerte y los emparenté con Ayotzinapa, los 43 y los hermanos muerte unidos 1 y 2 de noviembre, coincidió.
Tienes que abrir el panorama y no quedarte en un solo tema, cosa que sí hacen los oaxaqueños: buscar, buscar, buscar, más nacionalismo, más representación humana tradicional y pega. Ya tienen una fórmula. Pero si a mí no me llama eso no tengo por qué usar su fórmula, sería falso. Tienes que buscar algo que te satisfaga.
ÓA. ¿Y sobre la creación de públicos cómo es Puebla?
CFR. Difícil, muy, muy difícil. Cada año se crean nuevos espacios y nos ha pasado: vamos a cumplir un año haciendo varias cosas pero quisiera más pero no tenemos los recursos, no tengo gran infraestructura, no tengo recursos masivos para llegar a la gente. Nuestro primer público es nuestra colonia, aquí en San Manuel pasan los vecinos a preguntar quién va a exponer, cuándo habrá taller, que quizá esto no lo tengas en el centro de la ciudad. A lo mejor en algún momento me moveré al centro por inercia pero en este momento, aquí en la cochera tú eres tu curador. No tengo por qué moverme, y la gente que viene no sólo ve obra mía sino de otros artistas, que es lo que me interesa: que amplíes el panorama visual, que le eches ojo a un tipo de obra, siento que van en coincidencia. No puedes decirte auténtico cuando tienes influencia de otros.
Alberto Ibáñez me preguntó un día “¿por qué no sigues pintando?” y le dije “aguántame tantito” y ni pintaba, pero es otro proceso, de tiempo y de desveladas. La pintura lleva más tiempo. En mi caso parte de hacer gráfica es lo accesible para vender una obra y al día vas saliendo con gastos para material, es más fácil de trasladar que una escultura.
ÓA. ¿En Puebla se puede vivir de la gráfica?
CFR. Cuesta. En Puebla tenemos 6 escuelas de arte, si no hubiera tanta demanda, si no hubiera dónde trabajar siento que los chavos no entrarían a ese tipo de carreras, eso es lo que en mi generación no había: teníamos artes visuales y la UDLA, apenas empezaba UNARTE. Había sólo dos escuelas, ahora tienes 6: la Bauhaus, la BUAP, UNARTE, la Ibero que acaba de abrir… Tienes más campo porque no sólo va a lo creativo sino a lo crítico, curaduría, gestión cultural. A veces dices “yo ya no hago obra pero hago gestión” y eso también cuesta. Voy haciendo mis pininos, me salgo de lo mío como creador, ahora promuevo a otros artistas.
ÓA. ¿Cómo se realizó la exposición que está montada en el CCU? Regularmente cuando piensas en una expo montada sobre rejas inmediatamente piensas en el DF, en Chapultepec.
CFR. Hablé con el director y él me mandó con su secretaria, Mari Carmen Méndez e hice la propuesta. Les dije que yo quería traer la exposición en físico y me dijeron que no se podía porque los espacios ya estaban con fechas, me ofrecieron las rejas y aceptamos, comenzamos a trabajar en la logística. Sucedió algo bien chistoso: el día de la inauguración se robaron dos piezas, pues se pueden desprender y se las llevaron. Me dio risa porque eso no pasaba pero creo que es bueno, no me molesté porque la vamos a reponer, es como una apropiación de algo que está ahí. Yo no veo a la lucha libre dentro de una galería, siempre hay esa esencia de ruptura, de ruido de bullicio, de espectador que vas viendo cada dos pasos, que quizá no viste una y te regresas a ver otra. Eso le da bastante dinámica a las rejas, como lo comentabas. La idea es que van a hacer más grandes las rejas para la exposición de Humberto.
La exposición de la lucha libre la van a pasar a Ciudad Universitaria, o al menos eso fue lo que me comentaron para que la vea otro tipo de público. Quizá esa exposición podríamos moverla al MUAC en el DF.
ÓA. ¿Cuáles son los proyectos que de manera personal tienes?
CFR. Terminar lo de Gráfica Pipope. Una coedición con Oaxaca, son 20 artistas, en tamaños pequeñitos que presentaríamos el año próximo, todos son en aguafuerte, en metal, ya se está gestando, falta que me reciban las ediciones para que me las firmen. Es un relajo de firma y reunirlos, es bastante ambicioso. Con Tlaxcala terminar un proyecto de litografía, con los que vinieron a Tótem a mitad del año, presentaré esa carpeta. Está la oportunidad de exponer en Argentina, en la ENBA (Escuela Nacional de Bellas Artes) en junio y tenemos que preparar las obras o buscar los patrocinios si es que queremos ir. Antes me emocionaba ir… Me emociona ir pero primero lo primero, las condiciones económicas desde el punto de vista familiar a veces no son las adecuadas. Tengo una familia y no me puedo ir así.
A futuro, me veo siempre como docente, me gusta mucho la parte del intercambio. Tú sabes, tú das clases, siento que es como una fuente de juventud. Esa capacidad de asombro la encuentras con los chavos, ya sea en la prepa o en universidad… O con niños, mis hijas por ejemplo vienen y ya comienzan a hacer cosas. Siempre me veo como docente.
En proyectos más ambiciosos me gustaría hacer un catálogo, ponerme a pintar… Yo no sé hasta qué punto ya no tengo la intensidad de los chavos. Y a lo que le voy a entrar, hay que entrarle con mucha energía. Hay que enmarcar todo esto.
Seguir haciendo los talleres, que vengan a Tótem, que vean que es un taller de producción, que vean cuál es la experiencia de mancharte, de oler las tintas, el solvente, que te pongas medio loco pero que te des cuenta que estás creando.
Tótem está en Río Nazas 6132, colonia San Manuel, Puebla, Pue.
Y en FB: https://www.facebook.com/pages/TOTEM-Gallery-Studio