Por Ignacio Íñiguez
El lunes pasado les entregamos el inicio de esta entrevista que Ignacio Íñiguez, periodista chileno con trayectoria en el periodismo cultural, realizó a un maestro de luz, Alejandro Jodorowsky. Sin más, los dejamos con la segunda parte.
MISTICISMO Y RELIGIÓN
Esa fue la psicomagia que se autorrecetó en su momento. Es una terapéutica. El arte para llegar tiene que curar también, ayudar al otro. Entonces apliqué el arte a una técnica terapéutica nueva que llamo postsicoanálisis, donde el arte teatral o poético sirve como terapia. No es poner a la gente a pintar o a hacer poemas, eso ya existe, sino a crear ciertos actos en la vida cotidiana que son como carnavales individuales. Tú vienes a verme y yo te doy una obrita de teatro para ti solo, que tú vas a actuar frente a tu familia, frente a tu sociedad, tú llegas, haces tu acto y eso te cura. Acabo de curar a una mujer que se le estaba pudriendo el ojo. Yo no soy médico, yo les ayudo con la cosa sicológica porque si no me echo a la Escuela de Medicina encima. Había una doctora que hacía 10 años que le dolía la espalda y se le quitó. Creo que cuando se les quita un leve malestar físico es la prueba que funciona.
Hace poco dice que propuso para México exorcizar la violencia que produce el narcotráfico poniendo 40 mil personas disfrazadas de calavera para hacer notar en el país, las personas asesinadas por los carteles. “Es una manera de hacer notar a la gente que cuando lee 40 mil muertos no se le da nada… Es una obrita sicosocial que estaban montando allá ahorita”.
Pero antes de estas terapias de sicomagia social y los súper masivos cabarets místicos de los últimos tiempos, Jodorowsky se tuvo que reencontrar con la poesía. En su libro “Sombras al mediodía”, de 1995, Jodorowsky aplica por primera vez al género del aforismo, como los presocráticos, como ese que dice: “En el universo no hay acto pequeño”.
“Lo más difíciles hacer algo corto. Víctor Hugo le escribió una carta a un amigo y le decía “discúlpeme por escribir una carta tan larga porque no tuve tiempo de escribir una más corta”, y es real. ¿Cómo escribir un cuento corto? Todos empiezan una novela y no saben dónde van, tienen todo el espacio, el tiempo y los estilos literarios. Luego corriges esto quitas eso y agregas esto otro. Pero tienes que tener talento, si lo tienes, no es difícil. Pero hacer un cuento corto es más difícil, porque tienes que concentrarte en encontrar cuál es el tema que pueda ser dicho y no cualquier tema puede ser. Yo me la puse dura porque quise hacer los diálogos de Platón en dos o tres líneas: una pregunta y una respuesta, o dos pregunta y dos respuestas”.
Dice que no se trata cordura versus madurez.
“Yo no sé si la vejez sea madurez. Tengo 66 años (decía en 1997 hoy tiene 82) y si es que a esta edad soy un huevón, es porque soy huevón (escríbelo “Ghoevon” para que lo publiquen”). Si a los 66 años te pones a escribir cualquier cosa es que eres tonto. Yo cuando era joven quería… quería tener relaciones sexuales, por eso quería ser famoso, en realidad no quería que me quisieran, quería ganar dinero, divertirme, que me invitaran a fiestas, viajar. Hacer las obras de teatro o de cine me dio eso, pero ahora, ¿qué quiero?, ¿más dinero?, me basta con el que tengo para vivir, para qué querría yo ser un millonario hoy. ¿Más mujeres?, ¡ya no quiero por favor ni una más! Ya pase por la guerra de Vietnam, de Corea, ahora tengo como compañía a mi mejor amiga, la mujer con la que hice los tres hijos. No quiero más amantes, ya no, estarle solucionando la vida sicológica a la gente ya no puedo”.
Al hablar de la mujer su interfaz místico se activa instantáneamente.
Cuando tú entras en pareja entras en una terapia, y todo lo que tienes acumulado por el amor sale a flote, el “mojón” sale a flote. Y te estas debatiendo, es una crisis continua la pareja. Pero hay que ser muy joven para vivir eso porque es una energía increíble.
Insiste que el arte que hoy persigue “es absolutamente el placer de hacer la obra. El primer amor que uno tiene es el amor a la madre, después descubre el amor a sí mismo, después el amor a la pareja, después el amor a la sociedad, después, el amor al planeta, después el amor al universo, después el amor a Dios, cuando llegas a eso descubres que el más grande amor es el amor a la obra. Y metafísicamente hablando también. Dios no es el gran arquitecto, sino el gran Creador, entonces ¿qué amaría Dios si hubiera dios? Pues su obra, el amor a la obra. Hay un proverbio hindú que dice, “piensa en la obra y no en los frutos de la obra”. A mi ya no me lo tienen que decir. Si yo no escribo, me muero, de aburrimiento”.
Y es que en sus aforismos Jodorowsky se acerca peligrosamente a la filosofía, como ese que dice: “Hay un rabino que va por la calle gritando, ‘¡tengo respuestas, tengo respuestas!, ¿quién tiene una pregunta?”.
FILOSOFÍA Y BÚSQUEDA DE LA VERDAD
“La filosofía no es la búsqueda de la verdad o de la sabiduría. Cuando empezamos a hablar estamos haciendo filosofía. En una ciudad la filosofía cabe porque es la filosofía de lo cotidiano. La filosofía no es buscar la verdad porque no hay tales verdades, es poder entrar en relación verdadera. Cuando tú haces relaciones verdaderas y eres tú y no una apariencia -porque nos educan para que no seamos lo que somos- estás siendo filosofo. Yo he meditado por años, no necesito irme al campo a meditar, si tú me sientas ahí en la Plaza de Armas o en Providencia, o me ponen en un café, yo medito, porque meditar es detener la palabra dentro de ti”.
En este año 2012 bien caben las prevenciones de Jodorowsky acerca del poder de la meditación y esas cosas, porque si es por misticismo, su búsqueda ha abarcado lo que la civilización humana. En una reciente entrevista televisiva mencionaba acerca del tema. Probablemente aquellos que esperan una llegada y contacto total con una nave extraterrestre enorme, así tipo Spielberg, van a quedar defraudados, dijo pero lo que sí se puede esperar es un nuevo salto de conciencia para el ser humano.
“En el 2012 lo que si podría pasar seria la nueva mutación, sería un cambio de la base del mundo, pero cuando venga la mutación de los jóvenes, eso va a originar represión, que es lo que se ve ya está pasando en los países árabes y tal, donde hay una represión feroz, porque nuestros empleados, los presidentes de los gobiernos creen que el poder es de ellos y lo van a tratar de defender. Naturalmente como el universo es productor de conciencia, por eso todo lo que hoy nos parece serio mañana nos va a ser motivo de risa, como los soldados, que son ridículos. También los presidentes son ridículos, nosotros les pagamos, y nos deben servir como los mozos de café, sírvame una ley que me sirva”.
Por ello es que si le preguntan sobra la apocalíptica fecha del 2012, Jodorowsky tras meditar un segundo dice que lo más probable es que no veamos los cambios espectaculares intergalácticos que algunos prevén, sin embargo lo que sí creo es que ya está ocurriendo es un profundo cambio en la conciencia humana.
A propósito de los sones de guerra que repican en distintos puntos del planeta, Jodorowsky tiene el recuerdo de su infancia que ofrecernos, el cómo se vivió esa guerra desde la pequeña isla de Chile, casi sin conciencia del horror que ocurría, algo que ya no es posible para este planeta de conciencia acrecentada.
“Yo me acuerdo que pase la segunda guerra en Chile, como un partido de fútbol. Mi padre tenía banderitas rojas, azules y negras con un hilito anotaba los avances y se divertía como loco viendo la guerra. Chile estaba en la fiesta total durante la guerra, todo el mundo emborrachándose, fiesteando, haciendo el amor o escribiendo poemas. Chile no vivió la guerra para nada, cuando en Europa todavía están sufriendo la guerra mundial que vivieron. Millones de personas quemadas, para nosotros fue en cambio era la inconsciencia absoluta dentro de la fiesta.
Dice que el fin que deberían perseguir los gobiernos del mundo es hacer de este planeta un jardín. “El paraíso está aquí. Tú sabes que hubo una gran matanza en Argentina en el año 1910 porque los mozos se votaron en huelga porque no los dejaban tener bigote. Los presidentes hoy día están igual, así enojados diciendo ‘¡queremos tener bigotes así como Hitler!’, pero eso no va a parar la mutación”.
Asegura que la mutación se nos viene y que empezaron los jóvenes. “No creas que el ser humano es esto que está sentado aquí. Podemos haber evolucionado, de cuatro patas a dos patas, pero vamos hacia otra cosa. Las neuronas se están uniendo y vamos hacia una mutación, por eso y digo que no creo en la revolución política sino en la re-evolución poética. Las revoluciones políticas quieren solucionar los problemas de esta sociedad que son primordialmente problemas económicos, de una economía caduca que ya no sirve: no podemos seguir acumulando montañas de dinero por un lado y montañas de pobres por otro, eso es una aberración, ni tampoco seguir afirmando fronteras con cañones y soldados eso no sirve, somos todos terráqueos, miremos más allá”.
Por eso aboga por reconocer que todos con sólo nacer hemos escogido ser quienes somos, y que nacemos justo siendo quienes deseamos ser. Así lo refleja en el poema a su esposa Pascale, 40 años menor que él. “Sin saberlo te he amado antes de nacer”. Dice que ese conocimiento de nuestra propia perfección antes de nacer se puede alcanzar mediante la meditación.
“Hay un proverbio hindú que dice, “piensa en la obra y no en los frutos de la obra”. A mi ya no me lo tienen que decir. Si yo no escribo, me muero, de aburrimiento”. Genial!! un abrazo desde Santiago de Chile!
Leo Lobos
Una entrevista perfcta, amigo Ignacio.
He disfrutado leyéndola desde su comienzo.
Saludos y abrazos desde Canarias.
Antonio Arroyo.
Debería circular más la palabra de Jodorowsky por internet. Esta es una contribución de gran valor a la ampliación de las conciencias. Gracias, estimado Ignacio, por esta página de lucidez a cielo abierto.