6 años sin Rafa Saavedra.
6 años sin Rafa Saavedra y Óscar Alarcón lo recuerda con este texto en donde habla de la vez en que Rafa estuvo en Puebla para presentar Postcards de Ocio y Odio.
6 años sin Rafa Saavedra y Óscar Alarcón lo recuerda con este texto en donde habla de la vez en que Rafa estuvo en Puebla para presentar Postcards de Ocio y Odio.
Por Óscar Alarcón (@metaoscar)
Puebla, México, 17 de septiembre de 2019 (Neotraba)
Fue al baño pero ya se tardó. Me dijo Mauricio Bares cuando le pregunté por Rafa Saavedra. Caminamos a buscarlo y lo encontramos recargado en la pared de la bóveda de cañón de la Preparatoria Emiliano Zapata, en donde presentamos su libro Postcards de Ocio y Odio, que recién le había publicado Nitro Press. Ya me tomé la medicina pero me sentí un poco mal, debe de ser la altura de la ciudad, el viaje en avión, llegar al D. F., venir para acá, espérenme y ahorita me recupero. Minutos después ya estaba repuesto y habló ante un salón de 35 adolescentes de tercero de prepa, a los que les encantó su cuento “Han atrapado a Dios”.
Lejos de pensar en que Rafa estaba enfermo, me parecía que era una persona demasiado sensible. Comimos pizza en Vittorios. Cenamos chalupas y tostadas después de la presentación de su libro en la Mezcalería. Al otro día fuimos por una cemita gigante, que pidió sin carne, solo con aguacate, queso y pápalo: Déjame tomarle una foto a esto. Su viaje lo documentó en lo que parecía su red social favorita: Instagram.
Aviador Dro, Rafa Dro, el escritor increíble: Jesucristo con dreadlocks llega a Tijuana para fajar con unas morras y hacer sonar su palabra nuevamente. TJ no se entiende sin Rafa, sin sus entradas en blogs reseñando una fiesta prácticamente en vivo. Heriberto Yépez y Sylvia Aguilar Zéleny lo siguieron y también abrieron sus blogs. Los colectivos Acamonchi y Nortec se vieron influidos por sus letras, unos en la gráfica, otros en la música.
Fue un honor haberlo conocido y coincidir un rato con él en Puebla.
De su libro Buten Smileys, el texto titulado @ parece estar escrito de una sola bocanada: no tiene puntos y aparte y rescata lo que se vivía en aquel entonces en Tijuana, pero bien mirado parece que es lo que se sigue viviendo en este momento, como si Rafa se hubiera adelantado 20 años, 30 años, 50 o 100 años. Rafa, en realidad no te has ido.
Miércoles. Todos nosotros y todas nosotras que vivimos aquí y somos jóvenes víctimas del moderno ocio, hacemos fila para entrar a los clubes y sonreímos si tenemos un pase que garantice la entrada libre, y si no pagamos el cóver de tantos dólares y entramos felices y saludamos a los meseros que son nuestros amigos y a nuestros amigos que vienen detrás de nosotros y nosotras los esperamos en la barra en donde pedimos doble ración de cerveza o tequila o margaritas de fresa que siempre tienen mucho hielo y saben poco o nada a fresa y todos tratamos de evitar los especiales porque son combustible que nos fulminan rápidamente en la segunda tanda y nos deja a todos una horrible resaca a la mañana siguiente. Algunos resistimos y pasamos al segundo piso en donde se encuentran todos los conocidos bailando las canciones que todos conocemos y que todos estamos cansados de bailar y conocer pero que el dj insiste en poner porque todos las bailamos y conocemos y la pista siempre está llena y el gerente observa eso y le dice al dj que siga igual y él sigue su consejo y todo sigue igual. Los que no bailamos platicamos entre nosotros y nosotras sobre el último grupo inglés que vimos en concierto o contamos nuestras aventuras en los chat rooms más weirdos en Internet y decimos ¡qué curado es todo! y observamos que las chicas se besan a veces con chicos y otras veces con chicas y a todos nos da igual porque sí y porque no mientras bailamos y mientras platicamos acerca del último o el próximo party observamos que los chicos les tocan el trasero a veces a las chicas y otras veces a los chicos y a todos nos da igual porque sí y porque no mientras bajamos a pedir otra tanda de licor y vamos al baño a mojarnos el pelo con cerveza y le pedimos al dj que ponga canciones de Pulp o de los Chemical Brothers y a veces queremos escuchar a The Human League y canciones disco y rolas ska e instrumentales jungle y onda house que sudamos y sudamos mientras pensamos que hay mucha gente y que ojalá que no tengan prejuicios estúpidos y que no sean de universidades católicas o de ranchos urbanos y que se sepan vestir cool y que sepan platicar acerca de ~a filosofía de Jung o el bienestar tecnológico aplicado y que sean polvo de estrella esparcido por la pista y que puedan manejar borrachos si nos dan ride a casa y que no les dé pena bailar hip hop y que no se asusten con nuestros peinados raros y camisetas de Disaster ajustadas y esa imaginación que desborda libremente nuestra sensualidad y que abran la puerta y las ventanas que están cerradas porque hace calor y los vidrios se empañan y esta gente suda mucho ya veces huele feo.
.
.
Fragmento de @ del libro Buten Smileys de Rafa Saavedra. Editorial Yoremito. Tijuana, Baja California, 1997.