Una ventana inmensa: Nicolás Antonioli
El taller de poesía en prosa de Manuel Parra Aguilar presenta esta semana a un poeta argentino ganador del Premio Binacional de Poesía ArBol 2014.
El taller de poesía en prosa de Manuel Parra Aguilar presenta esta semana a un poeta argentino ganador del Premio Binacional de Poesía ArBol 2014.
Por Nicolás Antonioli
Hermosillo, Sonora, 19 de mayo de 2022 [00:01 GMT-5] (Neotraba)
extraños seres irradian en la noche invertidas cabezas resoplan su miel sanguínea condenada hartura juego de bribones al clarear el vino las incómodas figuras que regurgitan el aire extrapolar acaso se cuela en vilo bulle y sacia como un lagarto sumido en el jolgorio de la opacidad de los cuerpos vandálicos avanza como dije su edredón de las temporadas de escalofrío que desliza su osamenta como el mejor sicario de los alrededores
nadie advirtió que al clarear el sol número 3755 un destello hiriente como un grito de esa manera espabila la marciana hondura del jezero nadie advirtió que a 200 pies del módulo el infernal bramido del viento con arrollador desquicio sería capaz de recordarnos cuán efímera es la materia orgánica en este punto exacto de la galaxia
nadie previó que el vértigo semejante a un aleteo de cóndor en la cordillera cósmica no sirve de nada a 11 minutos luz del refugio más próximo nadie se detuvo a calcular un plan alternativo si todo fallaba si la violencia del viento empedrado desmantelaba todo pronóstico optimista todo cálculo engendra errores que atentan lo indefinido
bárbaro a continuación dejaré que la tecnología haga su trabajo de poetizar el mundo ante la ley de las nuevas voces poéticas de la lengua que se está desarrollando en las colonias marcianas con la convicción de que los recursos que me habían amordazado los oídos y el intelecto no esplenden y estaré atento a las novedades del nuevo idioma descubierto que plantea situaciones comunicativas u otras plagadas de palabras conceptos propuestas para la toma de posesión en la materialidad del orden definido gracias al estudio minucioso del comportamiento errático de la lengua de las abejas sin el cual nada tendría sentido es decir las finalidades del lenguaje se sumirían en lo ininteligible:
a. utopía planitia es el sitio inexacto donde la viking posó sus patas metálicas desde esta llanura emitió las primeras imágenes del páramo asesino en este territorio el ojo humano vio lo que su mente no podría comprender datos de confusión se añadieron a parámetros de cientificismo que ningún humano podría comprender sin enloquecer o mejor aún sin propagar conspiranoia mediante falsas aseveraciones que luego alimentan la controversia y la sinrazón sobre ese cúmulo de metal retorcido una brisa marciana apenas perceptible termina de ocultar el lente obstruido que supo capturar medir refucilos resplandores celulares organelas que radian su potencia en la corteza inmóvil que propala una música de frío infernal
b. (impía la parca con aspecto inmundo no en los campos de marte fatigada destroza en prado y monte) Juan Pablo Forner
avanza el rover remueve en este instante el pedregal de la planicie marciana sinfín se desata la danza procaz diablos de polvo succionan el regolito hasta impulsar al hombre microbiano fuera de sí la desorbitada imagen del mineral del espacio todo fluye áspero y mortal debajo de las capas geológicas donde anidan los cursos de electricidad estática pulsos de luz iridiscente en la hondonada el socavón fugaz el resultado por consiguiente nos arroja una superficie yerma y el escándalo de lo vivo en los interiores planetarios
c. existen dos maneras de perder toda el agua del mundo la primera consiste en la acción solar es decir la penetración de los vientos cósmicos y la fricción radiante que pulveriza moléculas átomos de agua que fugan como elementos feéricos incinerados por el vacío del espacio profundo la segunda no menos dramática se entiende como la filtración hacia el subsuelo de casi toda el agua planetaria qué destino o fuerza la impulsa a ese refugio húmedo y congelado donde las partículas absorbidas extinguen toda conclusión del temblor que humana
d. la luminiscencia los resquicios la incongruencia del sonido las partículas de humo y caos invisibles abren el manto la final ráfaga de dióxido de carbono que distorsiona el reflejo de los cuerpos inertes toda esa detención del instante nos fascina toda esa constelada holgura se esfuma en el iris corrompido por microfluorescencia de rayos lumínicos tanta espectralidad confunde la visión y se perciben rocas que aletean sobre el crater gale elevan su materia en la intermitencia fosforecen pulsan regeneran espejismos se esfuman e integran pareidolias así articulan la orfandad los ojos extramarcianos
e. este mundo permaneció en equilibrio homeostático por cerca de mil millones de décadas se entiende que tal desmesura no cabe en la pobre imaginación humana cómo es posible que una piedra respire el veneno del tiempo cómo lo inerte cobró vida sin respetar la lógica de toda biología las leyes de los ciclos vitales tal como los conocemos cómo se entiende el nuevo paradigma: la vida está en la inmovilidad de los instantes cuánticos de tal afirmación se desprende: la muerte es un concepto humano que carece de entidad/ en otras palabras: sin la menor importancia no se ve interrumpido lo que existe no se suspende permanece inalterable en la alquimia macrocósmica a la espera de una mente afectada de sinapsis poemáticas que descifren la ola de partículas que vibran en el aire
Nicolás Antonioli (Buenos Aires, Argentina, 1985). Escritor, editor y gestor cultural. Entre otros, ha obtenido el Premio Binacional de Poesía ArBol (Argentino-Boliviano) del Ministerio de Cultura de Argentina y del Ministerio de Cultura del Estado de Cochabamba (Bolivia), 2014. Ha participado en diversos festivales internacionales en su país y Latinoamérica, entre los que se destacan el 28° y 30° Festival Internacional de Poesía de Medellín (2018 y 2020). Parte de su obra ha sido traducida al quechua, inglés, italiano, montenegrino, macedonio y alemán. Libros: sentires del alma (2004), se necesitan ojos (2005), muñecas/maniquí/muñecas (2009), mansalvar (2012), mano emplumada (2013), monólogo alucinado e interminable del sargento Cabral (2013) y las carnes ayunas (2017).