Tres poemas de Sergio Telles
Poesía | La efervescencia que deja el abandono como rastro es la exploración de Sergio Telles en estos poemas.
Poesía | La efervescencia que deja el abandono como rastro es la exploración de Sergio Telles en estos poemas.
Por Sergio Telles
Nuevo León, México, 16 de diciembre de 2020 [00:05 GMT-5] (Neotraba)
Si Selena Quintanilla viviera no existiría J. Lo y Marc Anthony jamás se la habría picado. Ambos son unos malagradecidos con Yolanda que sigue en la cárcel sin fianza y sin poder dormir. Si Selena Quintanilla viviera yo abriría la puerta a los Testigos de Jehová EMI Latin seguiría vigente Gloria Estéfan y Emilio Estéfan estarían divorciados. Si Selena Quintanilla viviera no existirían: Corpus Christi, Cris Pérez, Kumbia Kings, Kumbia All Starz, Los Super Reyes, Pee Wee, Gloria Trevi, Cruz Martínez ni los dos hijos de Alicia Villarreal. Selena inventó el calzón con relleno, el friendzone, la technocumbia, el TLC. Yolanda, el feminicidio conceptual. Pobre Yolanda ha hecho ricos a tantos. Pobre Yolanda, ella sólo disparó.
Papá tenía tres tumores: uno en un pulmón y dos en la cabeza. Papá compró una bicicleta rosa y me empujó a la suerte de esos años que mordieron. Papá tenía el cabello cano y un par de brasas en los ojos que dejaron escueta a Pasadena cuando se apagaron. Papá tenía la cara roja la sonrisa roja la Green Card. Papá envió una carta a mamá en el 91 diciendo que amaba al niño que ya no soy. Papá tenía tres tumores y yo tengo tres hermanos que se quiebran cuando escuchan su nombre.
Se fue, aunque le arrimaba la caguama cada viernes y zurcía ajeno para completar el gasto. Se fue, aunque me pegó estando panzona y dije que tropecé a quienes preguntaron por preguntar. Se fue, porque dijo: Tas bien aguada ya no se me para contigo. Se fue, cuando dijeron que era un mioma el séptimo hijo que esperaba con mi sonrisa de escasos dientes. Y dos noches después de irse sólo volvió para madrearme porque descendieron los Tigres.