La obra no es ingenua, aunque fue concebida para relatarse a niños. Luis Sepúlveda utiliza su discurso literario para dar voz a los pueblos desposeídos, a los indígenas ultrajados por intereses extractivistas que no tienen respeto ni por la vida ni por las leyes de los países donde se asientan. Cínico, columna de Isaac Gasca Mata sobre los lomitos en la literatura occidental.