Perfil de sombra y ceniza

Por Edgard Cardoza Bravo

Ciudad de México, México, 1 de noviembre de 2022 [00:03 GMT-6] (Neotraba)

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Yo soy la dama del cuento, 
el verbo desencarnado, 
la historia de Sherezade
contada con nuevo acento. 


Soy la parábola mustia
y el cielo desangelado, 
el 'concepto de la angustia' 
sin Kierkegaard de su lado. 


Soy el mejor Gorostiza,
el Villaurrutia más frío, 
el cerebro de Darío
que emerge de la ceniza. 


Soy el Popol Vuh que hermana
el canto y la tradición. 
Soy Cardoza y Aragón
en 'las líneas de una mano'
o un Monterroso que invita
como una cosa fortuita
a filetear un dragón. 


Soy Bukowski atenazado
por una fiebre de alcohol, 
soy Ruvalcaba en formol, 
soy un Onetti malcriado. 


Soy el Edgar Poe protervo 
que en su demencia destila
el 'nunca más' de aquel Cuervo
como marca de tequila. 


Es más: soy un barbaján
de imaginación inmunda:
"no escupas sobre esta tumba", 
que aquí yace Boris Vian. 


Soy el sepulcro blanqueado
por una cruz de cemento, 
soy mueca, soy escarmiento, 
soy luna vieja, esperpento:
la muerte del lado alado.

1. ALIANZA DE CENIZAS

Aquí les dejo un borlote
de consumados bribones
que son más pares que nones
de despistado garrote:


Alitos de sucias alas, 
Marcos de origen fecal, 
Lilíes que de alhelíes
sólo tienen el ojal. 


Ya hasta me puse molesto
con este asunto de marras
y voy a sacar las garras
con el mínimo pretexto:


Yo soy la muerte fecunda
y para estos tres ojetes
con tremendos ahuehuetes
ya les preparo una funda. 


Con la fugaz pertinencia
que requiere este momento, 
hoy que comienza el recuento
y los rollos sin solvencia,
les juro por mi guadaña
y mi pernicioso léxico:


con todo y sus artimañas
ninguno del 'Va por México' 
llegará a la presidencia.

2. SALUTACIONES

Todo derivó de un grito
con múltiples sugerencias. 
Ellos hablan de la vida
mientras montan el garlito
queriendo darle cabida
al mito de la prudencia. 


A punto de tragar lumbre
los crísticos comecuras
se rasgan las vestiduras
tras aires de mansedumbre. 


Luego aparece el Alito 
huyendo de algún traspiés 
más lo malo es que transita
con el calzón al revés. 


A Ortega le doy la voz
recordándoles contrito
que viene de tragar lodo:
"en la transa codo a codo
somos mucho más que dios". 


El asunto es que la cuenta
no sale por más que sumen, 
a menos que en su cacumen
cuenten aires de tormenta. 


Pero aparece la flaca
con su lengua de ceniza
diciendo que en tales prisas
se esconde un odio muy raro:
festinan con alharaca
aunque les salga muy caro.

[Comentario a flor de piel
sobre un bodrio de papel, 
El rey del cash, tan nombrado:
no miren hacia otro lado, 
la autora de tal tinglado
es la muñeca Anabel].

3. CIUDAD DE SOMBRA Y CENIZA

Ciudad de sombra y ceniza
con muros de noche eterna, 
el hombre carga en su prisa
la oscuridad de la piedra. 


Se van fugando los días 
a través de la penumbra:
un muro de luna encumbra
las almas en romería. 


Habitante de tal fuente
de imágenes desoladas, 
la muerte es esa serpiente
que nunca perdona nada. 


Si hubiera algún haz que fuera 
resumen de tal suceso, 
la muerte hueso por hueso
trasciende su calavera. 


Pregúntenme de qué cosa
está construida esta suerte. 
Les contestaré: de muerte, 
paciente, fría y umbrosa. 


"Alumbra, lumbre de alumbre", 
enciende tu calavera
con una flama de ojera
que sea suelo y techumbre. 


Este es el altar fingido
de Miguel Ángel Asturias:
llega en un jaguar de furia:
Guatemala es su rugido.

4. COSMÓDROMO

[Para el maestro aludido, 
con todo respeto] 


No sólo hay centenares de «poetas» y «escritores», sino que –no conformes con los laureles que les otorgan sus numerosos libros (publicados, claro, por ellos mismos)–, tienen la desfachatez de dar talleres de ¿poesía?, ¿narrativa?

C. A.



Se llama Cosme el aedo
que alguna noche de otoño
con su corbata de moño
se puso a hacerla de pedo. 


Yo escribiré en esta foja
que el gran poeta 'viajero' 
además de ser 'hulero' 
tiene la lengua muy floja. 


¿Fue parido en un hipódromo
como mula de trasiego? 
Para sepultarle el ego 
vamos a hacerle un cosmódromo. 


El tipo escupió hacia arriba
con fuerza descomunal
y dicen que su saliva
le desconectó el canal
donde despacha la criba, 
y orinó por vía oral 


Hoy reniega del pesebre 
de plebes y publicantes
pues ya no hay quién le celebre 
su chifladura parlante. 


No olvidemos que el escriba
alguna vez ganó un premio. 
Hoy reciba lavativa
de todos los de su gremio. 


El tiempo no pasa en vano
por la sesera del vate: 
ahora recibe una dosis 
de su propio chocolate. 


Así son las 'calaveras':
llenas de sombra, ceniza
y ganas de jorobar. 
Si después de esta madriza
aún le sobra en la tronera
ínfula de disparar, 
sepa usted, señor poeta, 
que con esta metralleta
me lo vuelvo a escabechar.

5. SANTAS INTERJECCIONES, BATMAN

En esta gruta de asombro
Batman no puede faltar
y le he construido un altar
con máscaras de pronombre. 


Batman es un draculero
noctámbulo, incluso gótico, 
que delínea lo anecdótico
sobre un pedestal de cuero. 
Vive si quiero que viva
y muere cuando yo quiero. 
Así que es un redivivo, 
complaciente compañero, 
que justifica mi arenga
en tanto a mí me convenga. 


Ahora –según planeo–
llega en vampiro lascivo 
sobre esta ciudad sangrada
a solventar la jalada
de que el diablo es tal si feo
y sus patas son de chivo
y su vuelo una mamada. 


Insomne a cuál más vesánico, 
¡salve oh plástico murciélago
amo de la interjección! 
–¡Chim! ¡pum! ¡cuás! y otro jalón–, 


solucionador del pánico
que atraca en el archipiélago.

6. RÉPLICA DE UN MONTAJE

La cuarta transformación
es tan chingona señores
que replica los temblores
como una provocación
para los conservadores.


En la próxima ocasión
haremos un simulacro
–con derrumbe y arte sacro
iluminando el parquet–
de la vez en que Loret
con su crónica fingida
inventó a la niña Frida
sangrante y a medio set. 


Desde esa muerte sin fín
–aludiendo a Gorostiza–
se harán triza diez camisas
del periodista balín. 


Dignos del caso Cassez
agréguense corifeos
y un coro de pitorreos
desde el gobierno francés. 


Tan magnífico montaje
–ah, que tóxico brebaje–
deberá ser transmitido 
a través de la señal
del canal de las estrellas. 


Para dar el toque chido:
con colores de epopeya 
debiérase instrumentar
un sugestivo mural
de las ruinas de Pompeya.

7. LAS FÚNEBRES POMPAS DE LA REINA

Tenía noventa y seis
más otros muchos enfoques
y agréguenle a tales choques
los escándalos del féis. 


Entre la ingle y lo inglés
tiene su reina cada uno, 
ahora es muy oportuno
desempolvar los clichés. 


Me turba tanta alharaca
en todos los noticieros:
que la reina y su heredero
más los hijos de la flaca, 
que llamaban Lady Di, 
y el cuento de una corona
y el de las viejas sangronas
a punto del frenesí.


Me sumo a los obituarios
de esta estirada matrona
que ha tirado a la poltrona
a todos los mandatarios. 


Yo que soy tan compasivo, 
un frasco que escurre miel, 
me sumo al cortejo chido
de las pompas de Isabel.

8. DÍA DEL TRABAJO

Todos estarán de acuerdo
–y es un asunto muy real–
en que un engendro del mal
es ideal cuanto más lerdo. 


También estarán conmigo
en que la flema es gargajo
y hoy la sangre azul tasajo
de prístino regocijo. 


Y es que cuando muere un rey
una caterva ya implora
por tirar la cantimplora
que contiene su Culey. 


Así es que ahora que muere
la reina de los ingleses
nadie dedica sus preces
a tan notable salmuera. 


Dios la tenga en su caverna
y dore su calavera 
con una leña cualquiera
en fuego de los infiernos. 


Al nuevo rey Carlos tres
seguido de mi obsesión
le dedico con fruición
la "falla" del duque Andrés. 


Y ya que andamos inmersos
en asuntos de talón
yo conmino al universo:
¡que ya trabaje el güevón!

EPÍLOGO

Ven, acércate a mi altar
–soy breve a cual más, occisa–
y así podrás comprobar:
la vida es un falso puerto
donde un barco sin divisa
ondea su desconcierto. 


Y la muerte, en fin, es prisa, 
por retornar al ombligo, 
borde de cordial esquisa, 
no el denostado castigo
desternillado de risa 
mientras acaba contigo. 


Acerca tu calavera 
–que tiende a ser tu tendido
entre una ruta cualquiera
y la obsesión sin sentido–
a este páramo de olvido
que espanta aunque no te hiera.

[En vísperas del mundial, 
va este corte comercial:

redondeando, mis marchantes, 
la muerte es el resultado
de un partido de futbol
que fue arreglado desde antes, 
y aun así tendrás cuidado
de que no te metan gol]

Bordemos en un resquicio
del gran 'Coyote que ayuna':
morir es el sacrificio
para conquistar la luna.