Nacidos para perder, pero seguimos sin negociar. Paco Ignacio Taibo II.
Entrevista a Paco Ignacio Taibo II en medio de la cuarentena: escritor, activista y actual director del Fondo de Cultura Económica.
Entrevista a Paco Ignacio Taibo II en medio de la cuarentena: escritor, activista y actual director del Fondo de Cultura Económica.
Los neoliberales son muy chafas. Ellos nos llaman populistas y yo les respondo: “si nosotros somos populistas, ustedes son antipopulares”.
Por Luis J. L. Chigo (@NoSoyChigo)
*Todas las fotografías de Pascual Borzelli Iglesias
Puebla, México, 27 de abril de 2020 (Neotraba)
Paco Ignacio Taibo II, actual director del Fondo de Cultura Económica:
Escritor: aún no hay un conteo oficial de sus libros. 60, 80, quizá 100. Activista: desde hace mucho tiempo. Testigo directo del movimiento del ’68. Personaje: una ley apodada con su nombre y una declaración polémica antes de tomar el cargo.
El primer libro de su autoría que leí fue 68. Mismo que llevé a su charla en el Complejo Cultural Universitario, el 17 de agosto de 2019, para obtener su firma. El auditorio con capacidad para 3,600 personas estaba lleno. Pero lo impresionante fue cuando salió: caminó 30 metros en 30 minutos, probablemente en más tiempo. La gente impedía el caminar, se empezaron a recargar unos sobre otros y él no pudo ni siquiera encender el cigarro o abrir la Coca.
En la primera fotografía que vi de él, se observaba la camisa a cuadros abierta con una playera estampada y sosteniendo una cartulina fluorescente, en un crucero de la Ciudad de México. No sabría decir si estaba boteando o protestando. Ahora es complicado encontrar fotografías así de su persona. También lo veo detrás de María Rivera cuando la poeta dio lectura a su poema Los Muertos, al final de la marcha por la paz de 2011. Y en todos lados ya lo vemos.
Hace poco más de dos semanas la propuesta se hizo en un mensaje de WhatsApp. Imposible negarse.
Pionero de la novela negra en México. Fundador de la Brigada para leer en libertad. Opositor enérgico de la derecha. Observador de cuanto movimiento social se les ocurra. Historiador insaciable. Biógrafo de Pancho Villa y el Che Guevara, esta última es uno de los libros más traducidos en la historia de la lengua española. Entrevistar a Paco Ignacio Taibo II es un encuentro perdido de antemano si lo que se desea es pelear con la izquierda. Yo deseaba charlar.
Luis J. L. Chigo. Eres un personaje conocido por estar totalmente volcado a la escritura, ¿dirigir el Fondo de Cultura Económica te ha quitado tiempo para escribir? Y ahora con la pandemia, ¿has recuperado ese tiempo?
Paco Ignacio Taibo II. Resultó que el hecho de no moverte por la Ciudad de México me ha dado tiempo libre –aunque sigo dirigiendo el Fondo: hoy me eché una rueda de tres horas con el comité editorial y todos los días estoy trabajando–, entonces volví a escribir. Terminé un libro corto sobre el alzamiento de los jóvenes judíos socialistas en el gueto de Varsovia y ya lo entregué a la editorial. Ahora estoy escribiendo un cuento y varios ensayos chiquitos de historia narrativa. Coqueteando con algunas novelas.
LJLC. ¿Cuánto tiempo dedicabas a la escritura?
PITII. La administración del Fondo me redujo el tiempo real de escritura de 7:30 a 8:30 de la mañana. ¡Le dedicaba catorce horas diarias, colega! Era la parte más grande de mi día. Primero coqueteaba, oía música, veía alguna película y me ponía a escribir.
Para mí escribir es un placer, el día que no lo sea dejaré de hacerlo.
LJLC. Cuando viniste a Puebla, en el Complejo Cultural Universitario, hiciste un llamado especialmente a los jóvenes. “Deben ser el puño que golpea las tinieblas”. ¿Buscas este impulso en la juventud, que se vuelvan participativos?
PITII. Y no sólo ellos, que los lectores sin recursos económicos puedan acceder a la literatura y la historia de México de una manera generosa, amable y muy barata.
LJLC. ¿Cómo era el campo editorial que precisamente eso no era posible?
PITII. Se había producido un fenómeno en los últimos 10 o 12 años: la industria editorial dominada por transnacionales. No tengo ninguna bronca con ellas, gracias a ellos he podido seguir leyendo libros que me interesan. Pero sí se había adoptado una política muy jodida: importar libros de España a precios en euros. O editar en México a precios muy bajos, causando una situación muy elitista en el mercado.
Ese fue nuestro primer problema: bajar el precio del libro y mantener el flujo literario-histórico-político-informativo en todo su poder.
LJLC. Un estudiante de Economía mencionaba que tu propuesta iba a fracasar porque, comparando los libros con jitomates, al estar tan baratos los ejemplares, iban a colapsar los mercados del libro.
PITII. Hay mucho tarado por ahí, hablando sin saber de lo que hablan.
¡Cómo se ve que no habían estado en la calle como yo estuve en estos últimos diez años!
En tianguis, presentaciones, ferias del libro populares. Era evidente que había ese espacio y no le quitamos ni un solo lector a la industria editorial que iba a colapsar.
Está colapsando por la crisis, pero está colapsando todo. Sin embargo, no somos los responsables. Y logramos bajar el precio de los libros. Si ven las cifras del año pasado, el Fondo vendió el doble de libros y ganó dinero. Menos del que debería haber ganado, pero esa no es nuestra función.
LJLC. Del Fondo hay también un impulso a la novela negra, de la cual tú fuiste un pionero en el país. Revisamos los ganadores del Festival de Novela Negra de Gijón y nos dimos cuenta que desde 2007 no gana ningún mexicano y desde su primera edición sólo dos escritores con exclusiva nacionalidad mexicana lo han ganado. ¿Cómo ves este panorama de la novela negra en el país?
PIT II. Este año concursan dos novelas publicadas en el Fondo: Oro sucio de Sergio Moch y el libro de reportajes Mirando a los ojos de la muerte de José Reveles.
Sigo pensando en tres autores mexicanos que, aunque publiquen o no, yo leo mucho – ¡y esto es personal, no lo conviertan en una política oficial del Fondo!–: Guillermo Arriaga, cuya última novela que leí –no la del premio porque no la he podido leer– me pareció soberbia. Fabrizio Mejía Madrid que me parece brillante como novelista. El tercero es Juan Villoro. Recalco que es un gusto personal.
LJLC. ¿Daniel Salinas Basave?
PITII. Me parece un buen experimento el que hizo con El Samurái de la Graflex. Ahora vamos a publicar un segundo libro de él y está en reimpresión el primero.
LJLC. Hay quienes afirman que la novela negra es un negocio, una forma de sacar partido de la situación de violencia en el país.
PITII. ¡Saca! ¡No tienen idea de lo que dicen! ¿Es de veras serio eso?
¿Hay quien dice que el libro es como lo dijo un subsecretario de hacienda en México en un debate público: “El libro es un producto como los zapatos”?
Yo le pregunté: “¿Qué zapatos has leído últimamente?”
LJLC. Hablando del mercado, ¿ya pudieron sanar estas deficiencias económicas que tenían?
PITII. Más o menos. Sucede que cuando andábamos en el despliegue ya muy exitoso al inicio de febrero, viene la crisis. Se cierran las librerías, se nos obliga a dejar de participar en los programas integrales de lectura, los librobuses, las giras en lugares en los que nadie había ido. Nos tuvimos que replegar, retroceder, cerrar temporalmente. Nos mantenemos solo de seguir produciendo el trabajo editorial por un lado, por el otro la librería virtual.
LJLC. Mucha gente opina que el FCE se volvió complaciente con las esferas del poder: se hace cultura para sostener una ideología política.
PITII. ¿Pretendes hacerme reír? ¿De veras nos ven muy complacientes? Somos tan críticos como fuimos siempre.
Es una generalización –y de las facilonas– que se dan en la sociedad. “Si ves humo, es porque hay fuego”, no digan mamadas. ¡Si ves humo es porque hay humo! Es la cultura de la calumnia, de la frase hecha. Es muy aburrida y poco precisa.
Los neoliberales son muy chafas. Ellos nos llaman populistas y yo les respondo: “si nosotros somos populistas, ustedes son antipopulares”.
Nosotros no publicamos a funcionarios gubernamentales, incluido yo mismo. Nosotros sí somos una editorial de izquierda; sí lo somos, porque negarlo sería escupir sobre nuestras tumbas. Además, tenemos un proyecto social. Al que no le guste…
El Fondo no podía ser una editorial estatal sin tener una política editorial popular. ¡Hazme el cabrón favor!
Me fui a Los Mochis, a la zona Yaqui, estuve en mitad de la Sierra de Puebla, bajé hacia un tendedero de libros en Colima. Estuve recorriendo las zonas mixes en Oaxaca. ¡El Fondo se tiene que dirigir desde la calle! Y hoy ese es mi pesar: tengo que dirigirlo desde mi casa.
Respecto al reto que representa física y mentalmente llevar a cabo estos recorridos, hay que recordar lo que decía Speedy González: ¡Ándele, ándele, ándele! Y corría, corría y corría. Y que si te mueves muy rápido, no sales en la foto. ¡Que chingue a su madre la foto!
El Fondo era una organización que tenía una estructura chilangocéntrica, repleta de alfombras rojas. Dedicaba muy buena parte de su presupuesto a hacer favores en el mundo académico-cultural. Llegamos los apaches, sí es cierto. ¿Cuál es la bronca? Que somos apaches cultos. Abusados los que nos critican porque no somos apaches iletrados.
LJLC. ¿Y qué vas a hacer con todos los libros que se publicaron desde la derecha?
PITII. Los soltamos y los estamos vendiendo. En algunos casos intenté librarme de aquellos que no se vendían y no lo logré. Por ejemplo, teníamos todos los libros de las Reformas y no vendíamos ni uno, estaban en las bodegas durmiendo el sueño de la telaraña. Los puse a peso y no pude vender ninguno. Ni así.
Las memorias de Fox, las memorias de Miguel de la Madrid. ¡Ni a peso, compadre!
Porque además de reaccionarios, no leen.
LJLC. Entonces el pueblo sí tiene un corazón de izquierda.
PIT II. Si no tiene un corazón de izquierda, al menos cuando mira con profundidad, mira hacia la izquierda. Además, estos son los tiempos del cambio. Oligarcas, acuérdense que perdieron unas elecciones.
LJLC. ¿Cómo llevas este estilo a las publicaciones del FCE?
PITII. Ya se está notando. Le quitamos el polvo al Fondo, le dimos una sacudida. Manteniendo el viejo catálogo editorial, que era muy importante y que resuelve los problemas de la lectura académica y la universidad sin universidad, metimos la colección Vientos del pueblo para llegar a sectores muy populares a precios bajísimos y funcionó.
Por otro lado, la colección Popular estaba dando, hasta fines de enero, muy buenos resultados. Andábamos buscando una colección de libros muy barata, que llegara una nueva generación de lectores. O bien lectores que habían dejado de leer y lo recuperaban, de la tercera edad o bien lectores jóvenes.
Son libros cuyo propósito es dejar de ser literatura obligada por la escuela, romper esta presión tremenda, formal, que existe por la literatura y devolverle a una nueva generación de lectores, de 80 a 15 años, libros que les volaran las neuronas, los pusieran atentos y los desconcertaran. Y los cautivaran. Yo creo que está funcionando y va a seguir funcionando.
LJLC. Pero sigue habiendo una nostalgia por la derecha, incluso en gente de mi clase social.
PITII. No me extraña. Me parece normal. Los oligarcas defienden una manera de entender el mundo, la política y el país.
Lo que me preocupa es que de repente un ciudadano normal y corriente, que trabaja en una oficina malamente, piense como oligarca.
Es preocupante, pero no son las mayorías.
LJLC. Se ha criticado al Fondo por no publicar tanta poesía, ¿qué sucede en ese ámbito?
PITII. Estamos tratando de reactivar las colecciones de poesía. Había un agujero, pero es lento.
No es difícil llegar al público desde la poesía, tiene su público. Lo que pasa es que había una política de hacer las obras completas, las obras escogidas. Era una política terrible porque lo que hacía era producir libros de poesía muy caros.
LJLC. Hace diez años, Óscar Alarcón te hizo una entrevista en la librería Rosario Castellanos y comenta que estaba casi vacía. Cuando te vi aquí en Puebla era casi imposible acercarse a ti, toda la gente se amontonaba.
PITII. Uno es el que es. Son muchos años de publicar libros, de tener lectores y hablar con ellos. De tener una coherencia política. Hay muchos que me quieren, yo también los quiero. Hay quienes me odian con odio jarocho, colega. Les molesto.
LJLC. ¿Y también los odias?
PITII. Me valen madre. Es un desperdicio. Lo que sí es que últimamente traigo guerra contra la palabra “egoísmo”. Salió de mi clóset y volvió a la realidad.
Que ese empresario, que ganó millones mal pagando a sus trabajadores, se niegue a dejarlos encerrados en su casa y seguir pagándoles el sueldo, eso se llama egoísmo chafa, pinche.
Tenemos un capitalismo que caracterizábamos como neoliberal y corrupto. Bueno, además, ahora es neoliberal, corrupto y enfermo de egoísmo.
LJLC. ¿Inhumano?
PITII. Si los pones en una cola del Metro, inmediatamente distingues los que son humanos de los que no lo son.
LJLC. Pareciera que van a colapsar pronto, el petróleo ya está en las últimas…
PITII. ¡Nada, nada! Cualquier intento de dejar que yo sea optimista va a fracasar. Los pesimistas sufren antes, durante y después. Los optimistas nada más sufrimos después. Problema del sentido común.
LJLC. ¿Qué opinas del libro que hizo Kike Ferrari para celebrarte?
PITII. Me desconcertó mucho la antología que hizo Kike Ferrari. No me la esperaba, me sorprendió. Siempre es una buena sorpresa que algunos colegas cuenten algunas historias que convivimos.
LJLC. Una de las partes que más sorprenden de tu literatura es tu libro 68. Mencionabas ahí que harías unas playeras con la leyenda “Nacidos para perder / pero no para negociar”. ¿Sigues en esta postura?
PITII. ¡Pero desde luego! Me voy a hacer unas nuevas que digan:
“Y no le aunque. / Nacidos para perder / pero seguimos sin negociar”
LJLC. Se cumplirán 52 años del movimiento del ‘68. Narras que te fuiste a España y no pudiste estar en la Plaza de Tlatelolco.
PITII. Pero regresé y estuve en el levantamiento de la huelga el 4 de diciembre. A partir de eso me sumé al movimiento que se fue hacia los barrios. Estuve colaborando en el trabajo primero sindical y luego en sindicatos independientes.
LJLC. “Ser mujer en el 68 no era mala cosa… Era mejor que el feminismo. Era violentamente igualitario”, así lo describes en tu libro. ¿Qué ves en los movimientos actuales encabezados por las mujeres?
PITII. La clave y el surgimiento de un proyecto igualitario en este país, saltó en el ‘68. Ahí estaba las feministas rojas de los años ’20, de los años ’30. Pero saltó en el 68. “Faldita o pantalón, un solo corazón”. La victoria de las compañeras por una igualdad, por poder participar en una asamblea, por ganar la batalla en sus casas, fue una batalla muy importante.
Pero la última movilización es maravillosa. Maravillosa. Se movilizaron centenares de miles de jóvenes exigiendo algo que es absolutamente justo: defensa de los derechos, igualdad de las mujeres, derecho a decidir. Y sobre todo: protección, vigilancia.
En el corazón de todo esto está la necesidad de que emprendamos culturalmente una guerra contra el machismo. Tienen razón las chavas, benditas sean.
LJLC. ¿Y las fuerzas del Estado? ¿Se están re direccionando?
PITII. Hay un intento por civilizar a un sector incivilizado, que era el sector de las fuerzas del orden. Eran fuerzas del desorden. El Ministerio Público no funcionaba. Hay un intento, pero va más lento de lo que a todos nos gustaría.
Toda campaña cultural se debe llevar acabo lo más pronto terminando la contingencia. Recordando que todas las batallas culturales son de largo plazo.
LJLC. El Fondo no ha impedido esta postura entonces.
PITII. Para nada. Cuando acepté trabajar en el Fondo lo hice bajo condición de que no iban a cambiar mis ideas. Y no voy cambiar ni mi estilo o mi manera de vestir o actuar.
LJLC. En este confinamiento una diputada expresó que “nadie del sector cultural se está muriendo de hambre” y que deberían aportar en lugar de pedir. Aunque posteriormente se retractó diciendo que se dirigía exclusivamente a Eugenio Derbez, creo que el mensaje fue bastante general. ¿Qué opinas?
PITII. Hay que decirle a la diputada que no puede meter en un saco a toda la comunidad. Está el joven y la joven actora de teatro que llevan sin poder trabajar meses. El pintor que no puede exponer porque las galerías están cerradas. Y el escritor cuyos libros no se publican.
Que los privilegiados aportemos y apoyemos, me parece bien. Pero que por favor, no se hagan generalizaciones.
LJLC. ¿La sociedad va a cambiar después del confinamiento?
PITII. El concepto de la sociedad mexicana que tengo me queda grande para días como estos en los que ando muy paranoico y muy desconcertado. No estoy tenso, aprendí a adaptarme a las circunstancias.
Para mí el salto mortal fue pasar de ser un escritor independiente, de izquierda y militante, a dirigir el Fondo.
El segundo salto mortal es dirigir el Fondo desde mi casa. Encerrado y asomándome a la ventana para ver si abre o no abre la tortillería.
Al salir del coronavirus vamos a ser diferentes. ¿Cómo? No lo sé.
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