Por Leo Lobos
Quiero ser capaz de hacer un dibujo hermoso, elegante y seguro, hasta dejar mi último aliento
— Moebius
Jean Giraud ilustrador francés, que se dio a conocer con el seudónimo Gir y el western El Teniente Blueberry en 1964, para luego revolucionar la ciencia ficción de los años 70 con el seudónimo de Moebius y obras como El garaje hermético (1976-1979) o el Incal (1980). Tal fue su fama que los medios de comunicación franceses llegaron a clasificarlo como un igual de los llamados nuevos filósofos. Jean Giraud falleció el sabádo 10 de marzo, a los 73 años. Uno de los artistas de cómic (francés, europeo, mundial y cósmico) más relevantes e influyentes del medio cultural de la bande dessinée. Conocí a Moebius, como artista y en persona, a mediados de los 80 y en Santiago de Chile en 1992 respectivamente, cuando vino en visita a nuestros país convidado por Jodorowsky, una persona encantadora, brillante, generosa y con la humildad propia de los grandes creadores. Se ha hablado de dos Moebius, lo cual se refiere a la capacidad de cambio del artista, impulsada por su búsqueda constante de experimentación. Neil Gaiman lo describe así: “Dibujaba diferentes historias en diferentes estilos, y lo único que parecían tener en común es que eran hermosas”. Una tarde, de aquellos días del año 1992 en Santiago, en el Museo de Arte Contemporáneo, él fue muy amable al ofrecer llevar para mí un sobre con algunos textos inéditos que enviaba a Jodorowsky. La mano de Moebius crea lo que toca.
¿Qué hizo Moebius?
Su gran aporte fue replantear la estética de la ciencia ficción. Un punto de quiebre fundamental lo fue su trabajo con Alejandro Jodorowsky. El Incal es la pieza que resume su estilo y desde ahí es posible identificar hasta dónde llega su influencia. En la saga del detective privado de clase John Difool se preconfiguran ya filmes como El Quinto Elemento de Luc Besson, Blade Runner de Ridley Scott o el misterioso Akira de Katsuhiro Otomo, Duna de David Lynch, Tron dirigida por Steven Lisberger, los paisajes de Moebius nos remiten también a la opera espacial Star Wars de George Lucas. Moebius redefinió la estética y la narrativa de la historieta en publicaciones como Metal Hurlant y su versión norteamericana, Heavy Metal, pero también se pueden notar sus tentáculos en proyectos editoriales como Vertigo. El cyberpunk y la fantasía posmoderna le deben mucho a Moebius. Y a su vez, el viaje metafísico que es La saga de los Incales proviene de Las Enseñanzas de Don Juan, en tándem artístico, equilibrio único e irrepetible con Jodorowsky. El viaje iniciático, el misticismo, la influencia de la magia, el hermetismo. Moebius explica lo que significa para él producir cómics: “por la noche me digo, ¿qué podría hacer para sentirme bien, para ser feliz?; ¿Mirar televisión?; ¿Ir al cine?; ¿Leer un libro?;¿O hacer una historieta?. Prefiero crear una historieta, porque es como tener mi televisión personal, la televisión ideal donde proyecto mi propia película o escribo mi propio libro, que leo poco a poco”. El campo de experimentación que ha sido el cómic europeo fue el lugar perfecto para estas historias de búsqueda espiritual, asumiendo esa personalidad única. En este largo serial también redefinió otro subgénero, el western, y fue el camino lineal antes de tomar el más intrincado y barroco. En los 60 Moebius montó un caballo y de ahí saltó a un pájaro predicador. Era momento de hacer a un lado los humos de la marihuana y descender del “vehículo”. De ese nuevo momento de rompimiento nace su experimentación final: su MetaMoebius, en el que el autor entra a sus propias páginas y emprende el mismo viaje que sus personajes han tenido que vivir/sufrir.
¿Para encontrar a quién? Para encontrase a sí mismo, por supuesto.
Brillante Moebius, merece este y muchos homenajes, muchas gracias Leo Lobos por compartir esta buena nota,
claudio
Merci mille fois cher Leo Lobos, pour ce superbe hommage à MOEBIUS, cet immense artiste dont les créations ont influencé tant d’autres artistes et tant d’oeuvres cinématographiques.
Merci de porter témoignage de votre rencontre avec ce grand créateur novateur. Beaucoup d’humilité de votre part, cher Leo vous qui êtes un grand poète, un peintre célèbre, un traducteur émérite connu mondialement et qui mettez en lumière cet artiste. Une fabuleuse reconnaissance !
Un grand bonjour de France de ma part !
Martine Nelleau
Genial! que buena nota, tanto en tan pocas líneas, un aporte sin duda, abrazo
Marce
Felicidades, Leo Lobos, por este trabajo tan lleno de entusiasmo como de buena escritura por un gigante de la cultura universal cuyo recuerdo no debe faltar a las nuevas generaciones, como un ejemplo a seguir. Un gran abrazo.