Lecturas para un duelo
Reseña | Macaria España revisa tres textos de mujeres escritoras publicadas por el Fondo Editorial Tierra Adentro. Además, nos menciona cómo le han ayudado en el duelo.
Reseña | Macaria España revisa tres textos de mujeres escritoras publicadas por el Fondo Editorial Tierra Adentro. Además, nos menciona cómo le han ayudado en el duelo.
Por Macaria España
Celaya, Guanajuato, 02 de julio de 2020 [16:29 GMT-5] (Neotraba)
Hace algunos meses interrumpí mi incipiente columna de reseñas sobre libros escritos por mujeres, debido a que desgraciadamente descubrí que mi madre tenía cáncer en etapa avanzada. Sus cuidados me absorbieron por completo y la fatalidad del desenlace no me dejó escribir por semanas.
Como se pueden imaginar, el proceso de duelo ha sido difícil y cada quien lo maneja con los recursos que tenga a la mano: algunos lo harán con memes, otros con comida, o alcohol, cigarros, llanto… En mi caso —no puedo mentirles— lo he manejado con k-dramas, Netflix y libros.
Y sobre los libros es que quiero compartirles algunas lecturas que he realizado estos meses, en pedacitos, páginas, párrafos, frases, en búsqueda del consuelo a la orfandad aplastante.
Por si fuera poco esa situación de duelo, llegó la pandemia y eso trajo que muchos nos quedáramos encerrados con nuestros fantasmas. Pero una cosa positiva es que el Fondo Editorial Tierra Adentro (FETA) liberó varios libros para descarga gratuita y pude aprovechar para leer a varias autoras.
Chicharrón de oso y algunos cuentos del fracaso de Ana Fuente Montes de Oca me cayó como anillo al dedo El primer cuento me conmovió con la frase:
Cuando el tío Marco llenó el ataúd, me hice heredero de su silencio.
Este cuentario tiene algo que pocos logran y es mover emociones, vaivén de sentimientos desgajándose en cada oración. Cierto humor ácido salpica de cuando en cuando y sacude un poco las cañerías de mi desgastado corazón.
Dicen que no hay nada mejor para un corazón dolido que la poesía, así que encontré en Diana del Ángel y su poemario Barranca algo que no necesito explicar, simplemente me topé con una joya en un verso o viceversa:
Mi mamá es una esquina,
ahí se juntan los llantos.
Elisa Díaz Castelo con Principia me llevó a otro ritmo poético, con una cadencia y constancia que los deprimidos podemos asimilar como un barco que nos arrulla en altamar, con neblina que nos impide regresar a tierra y esperar por naufragar.
Creo en la muerte a regañadientes,
sólo porque no vuelven los perdidos,
sólo porque se me han adelantado.
Estos son algunos de los fragmentos que me cautivaron de las lecturas a las que me aferré por algunas semanas mientras la tristeza se disipaba. Aunque nunca se irá del todo, al menos ahora puedo escribir y recomendarles que descarguen los libros que FETA ha puesto a la disposición del lector:
¿Qué libros/lecturas les han ayudado a ustedes a superar las pérdidas? ¿Podrá salvarnos la literatura?