El día de la bestia
Una comedia satánica española que cumplirá 26 años de su estreno. La lucha entre el bien y el mal y death metal como soundtrack.
Una comedia satánica española que cumplirá 26 años de su estreno. La lucha entre el bien y el mal y death metal como soundtrack.
Por Marco Antonio Hetfield
Puebla, México, 19 de enero de 2021 [00:01 GMT-5] (Neotraba)
Se trata, probablemente, de una de mis películas navideñas favoritas. Un cura descubre el nacimiento del Anticristo: 25 de diciembre de 1995, entonces viaja a Madrid y se encuentra en una ola de violencia y vandalismo.
Esa es la premisa por la que se rige tremenda película, una comedia negra que no tiembla al momento de tratar temas delicados los explora y los lleva al absurdo. La segunda película del director Álex de la Iglesia, quien toma en sus manos un film difícil de llevar tanto por el humor como por la complejidad que entreteje.
El día de la bestia se desarrolla entre cambio de milenios y los miedos que aquejan a la población en situaciones como éstas, De la Iglesia era consciente de ello y explota los miedos, los temores religiosos, los peligros en las calles y el descontrol decembrino. Además, conjuga estos elementos con un poco de metal y así teje la trama, entre conspiración y paranoias del cura Ángel Berriatúa, quien se une a un amante del Death Metal, llamado José María, para encontrar un grupo de satanistas que buscan llevar el parto del anticristo. Durante todo este camino veremos a Ángel interpretar distintos arquetipos de la sociedad, dejarse llevar por ellos, e incluso corromperse con tal de llegar a su meta.
A pesar de que El día de la bestia gira en torno a un conflicto general, necesita diversos personajes para llegar a su conclusión. El desarrollo del cura Ángel Berritúa es muy importante, debido a su necesidad de llegar a cualquier extremo con tal de conseguir el bien, crea un contraste con su naturaleza buena: se convierte en un villano con tal de detener a otro.
Estas cosas que parecieran estar de fondo son importantes para el final trágico de la película. Debido a las peripecias y un viaje en drogas, el espectador puede dudar de todo lo que está sucediendo en la pantalla, si acaso el cura está peleando contra el mismísimo demonio, o sus tribulaciones han llegado a crearle una aventura, en la que él mismo crea todas estas peripecias para justificar una lucha imaginaria y obtener una conclusión que justifique cada una de las cosas horribles que lo han llevado a detener al demonio.
Una tragicomedia que se define a sí misma cómo “Comedia Satánica”, que busca por las entrañas de las urbes españolas, no solo sacando a los personajes más pintorescos que se pueden encontrar dentro de ellas, sino también a aquellos que se contemplan todo el tiempo, y a simple vista parecieran ser los más sanos pero nos demuestra lo contrario.
Una película con varios premios Goya, que desataría varias cintas con tonos similares, pero sin ningún resultado que llegue a la calidad que nos presenta Álex de la Iglesia.