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Por Óscar Alarcón (@metaoscar)

Puebla, México, 19 de junio de 2023 [00:10 GMT-6] (Neotraba)

Del 22 al 25 de junio se desarrollará en Puebla la Octava Edición del Festival Ternium de Cine Latinoamericano, presentamos una entrevista con José Luis Solís, director artístico del evento quien nos habló de las películas que se presentarán en el CCU de la BUAP, el Museo Amparo y en Xoxtla; además de las líneas temáticas y la importancia del cine como expresión cultural para hacer comunidad: Nuestra característica principal es mostrar distintas voces, distintos discursos, distintas estéticas para que la gente pueda tener el bufet gourmet de sabores latinoamericanos.

Óscar Alarcón. El festival siempre se ha caracterizado porque se muestra en el Museo de Amparo de Puebla, y ahora también en el Centro Cultural Universitario de la BUAP, pero siempre ha impulsado mostrar el cine en Xoxtla, por supuesto porque ahí se encuentra una de las plantas de Ternium. Platícanos cuál es el rol social del cine para acercarse a una comunidad como Xoxtla.

José Luis Solís. Creo que lo que señalas es sumamente importante. Es un festival atípico porque tenemos a una empresa de alcance global, la cual, dentro de sus políticas de ética empresarial, de empresa socialmente responsable, no sólo apoya cuestiones de salud, de deportes, de desarrollo comunitario, sino también tiene un eje muy importante de cultura. El cual se ve reflejado en muchos aspectos, uno de ellos es la promoción del cine latinoamericano. Para mí esto es algo primordial.

En Monterrey acabamos de llegar a 15 ediciones; Colima acaba de cumplir diez ediciones y ahora en Puebla vamos por la octava, refrendando tres sedes que para nosotros son importantísimas: el CCU de la BUAP; nuestra casa desde un principio, el Museo Amparo y Xoxtla, que además expandimos todavía más hacia el parque Pavigi y al zócalo.

Fotograma de Ana y Bruno de Carlos Carrera
Fotograma de Ana y Bruno de Carlos Carrera

En Xoxtla se da un fenómeno increíble. Estamos hablando que la afluencia de gente es impresionante. En esta ocasión vamos a tener el sábado 24 de junio de 2023 la proyección de Ana y Bruno, que es una animación, es un largometraje del magnífico director mexicano Carlos Carrera, que tiene por cierto Palma de Oro de Cannes por otra animación, un cortometraje un poco más de autor.

Ana y Bruno es una película bellísima, acerca de la solidaridad ante el otro y lo distinto y lo diverso.

El domingo 25 de junio estamos en el zócalo, que es una sede que nos acoge y nos trata muy muy bien y queremos refrendar y seguir expandiendo esto para llegar sumamente consolidados para la décima edición. Porque tú sabes, la gestoría cultural es una cuestión de permanencia, de tener definidos los objetivos y las metas que uno desea como evento cultural.

Cada año tenemos nuestras lecciones aprendidas y vamos superándonos y estamos más que nunca convencidos con los objetivos del festival, que son el desarrollo de la cultura cinematográfica latinoamericana y lo que conlleva: los vasos comunicantes, los temas en los que nos vemos reflejados, el concepto del espejeo: vernos en los otros, a nosotros mismos.

A mí me gusta siempre hacer este cuestionamiento: ¿cuándo fue la última vez que viste programada o fuiste a ver una película latinoamericana, en un en un cine comercial? Y que no haya ganado el Oscar, le agregaría.

Eso consolida uno de los uno de los objetivos del festival Ternium, que es el desarrollo de la cultura cinematográfica latinoamericana y el consumo en el público donde Ternium tiene plantas, tiene presencia. Y refrendo este compromiso tan grande de una empresa mundial por el desarrollo social.

ÓA. Ahora que lo mencionas, me parece importante también recalcar que Ternium, en México y Argentina, ha abierto espacios para para el cine. Sin embargo, ¿por qué no se ve cine latinoamericano en nuestro país? Sí tenemos un problema con las distribuidoras, con los cines y tenemos que recurrir a festivales –que por supuesto nosotros estamos encantados de ir a esos festivales– para observar cine latinoamericano. ¿A qué se debe? ¿En dónde están estos otros topes para que no fluya el cine latinoamericano?

JLS. Son dos factores históricos, que tienen décadas ocurriendo en nuestro país.

Uno, ya lo mencionaste: es el factor industria Hollywood. La expansión, el impacto que tiene Hollywood, junto con la industria petrolera y militar, es la tercera industria más importante de economía y e impacto cultural a nivel mundial de los Estados Unidos.

Ojo, no estoy diciendo que esté mal el cine hollywoodense. No, para nada. Cumple una función, pero nosotros queremos también que la gente se acostumbre y vea otro tipo de opciones, que conozca otro tipo de narrativas.

Y es muy sorprendente cómo la gente muy seguido nos dice: “yo no sabía de este tipo de cine, yo no sabía de esto” y le es muy conmovedor. Y así como reconocemos rostros del entertainment, también sería muy interesante por país decir: en México está Giménez Cacho, Bichir; en Chile, Alfredo Castro y Mercedes Morán; en Argentina Sbaraglia y Ricardo Darín y Dolores Fonzi, así poderlos ir por países. Esto también es hablar de la de la cultura de los rostros más conocidos.

Ante tu pregunta, por un lado, la industria de exhibición de Hollywood es muy poderosa y, por otro lado –especialmente en México– tenemos también por décadas que la industria televisiva mexicana fue muy poderosa a nivel Latinoamérica. Entonces el paradigma era que México exportaba, no que México recibía. Y no es sino hasta finales de los ochenta y los noventa que ese paradigma empieza a cambiar principalmente con telenovelas colombianas, desde Betty la fea hasta Café con aroma de mujer, donde por primera vez se abre el mercado a que vengan producciones a México y que tengan cierta proyección comercial.

En los últimos años también hemos visto las series turcas, que las pasan en señal abierta, y las series brasileñas, que son muy exageradas, ambas tienen mucho dramatismo. Ahí hay un modelo de negocio: en vez de producirla mejor compro los derechos de exhibición.

Entonces eso ha formado esta particularidad. Pero déjame decirte otra cosa: hay un paradigma nuevo. El consumo de cine latinoamericano en los streamings es mucho mayor. El problema al que nos enfrentamos es que la gente no sabe de bien a bien qué película ver.

Muchas veces la gente se va por los rostros, ve una comedia argentina y no sabe quién es Diego Peretti. Ve algo peruano y no sabe quién es Claudia Llosa, por ejemplo.

En nuestro festival, durante los 15 años que ha tenido presencia –de los ocho en Puebla–, muchas veces le decimos a la gente “pueden encontrar películas de este director, de este autor en tal plataforma” y la gente se emociona mucho porque dicen “si no me hubieras dicho no lo sabría”.

O inclusive películas que ya están en plataformas las hemos exhibido porque una de las características de nuestro festival es que todas las películas son presentadas y comentadas, ya sea por Damián Cano o por tu servidor. Y el público gusta mucho de hablar y dialogar después de la película, que es otra de nuestras características para lograr este concepto.

Suena tan sencillo, pero el desarrollo de la cultura cinematográfica de Latinoamérica es tan complejo.

Entonces, mucho obedece a eso. Afortunadamente, el paradigma está cambiando mucho en las plataformas y estamos convencidos que el Festival Ternium de Cine Latinoamericano está ayudando a que la gente diga “ah, mira, voy a ver esto”, “a partir de que pude ver este tipo de cinematografía me puedo abrir a otro tipo de lenguajes, a otro tipo de estéticas”. Y ojo, no son necesariamente estéticas de autor.

Vicenta B de Carlos Lechuga
Vicenta B de Carlos Lechuga

El festival, como tú lo sabes, es un gran bufet de narrativas y estéticas. Tenemos este año, desde películas de autor como Vicenta B, de Cuba; como La vaca que cantó una canción hacia el futuro, de Chile, en donde sale Alfredo Castro, que es una aproximación cinematográfica al realismo mágico, increíble. Y de México tenemos El grosor del polvo, con Jonathan Hernández, que va a estar con nosotros en el festival, presentando su película tanto en la BUAP como en el Amparo.

La vaca que cantó una canción hacia el futuro
La vaca que cantó una canción hacia el futuro

Y del otro lado tenemos tres comedias: La teoría de los vidrios rotos de Uruguay, que mezcla dos géneros que para mí son fabulosos: la tradición americana de Who done it? –como las películas de Agatha Christie– con la comedia latinoamericana de enredos. Tenemos dos comedias argentinas: El gerente con Sbaraglia, un caso muy raro porque es hacer comedia de hechos reales. Es algo que casi no sucede. Es una ficción histórica cautivadora acerca de una campaña de televisores de plasma en Argentina, donde decidieron que si Argentina no pasaba al Mundial en una eliminatoria iban a regresar el pago completo de cada televisor. Es una premisa fabulosa. Y otra comedia que tenemos es Hoy se arregla el mundo, también con Sbaraglia. Una comedia familiar que tiene que ver con las distintas generaciones de Argentina.

El gerente
El gerente

También nos llega una película extraordinaria, multipremiada: Argentina, 1985, nominada a los Oscar, el ganador del Globo de Oro, de las superproducciones, con Ricardo Darín. Una película de época. Aquí también tenemos una hibridación de géneros muy interesante. Por un lado, tenemos la tradición de películas de juicios, que es muy americana, trial movie, que los americanos lo hacen extraordinario, pero esta se combina con una tradición latinoamericana, principalmente argentina, chilena y uruguaya: películas acerca de los tiempos de la dictadura.

Ese es un género en latinoamericana completamente, que lidera lamentablemente en el mundo, porque es lo más lo más cercano a lo que hemos experimentado. Así como los americanos, de unos años para acá, tienen el cine de derechos humanos y de minorías, creo que el cine del Cono Sur es el líder en revisar las dictaduras militares.

Huesera
Huesera

Tenemos además otra película mexicana de terror que es Huesera, que es la película mexicana más premiada en festivales en el último año y medio. La vamos a tener en el CCU de la BUAP y vamos a regresar con algo que empezamos el año pasado, que fue un éxito y lo vamos a refrendar este año: exhibir en la terraza del Museo Amparo, a las 19:30 de la noche al aire libre, una película de terror. El año pasado tuvimos la uruguaya Al morir la matinée y es un espectáculo con todas las cúpulas de las iglesias, el cielo estrellado, la comunidad. Yo digo que el terror, más que cualquier cosa, se tiene que ver entre la gente.

ÓA. El hecho de que sean películas comentadas y esto último que acabas de mencionar: el cine, por antonomasia, es el arte para hacer comunidad. Creo que es importante recalcarlo. ¿Cuál es la gran línea temática de este festival?

JLS. Esa es una de las características de la curaduría. Por lo regular, las tres personas que hacemos la curaduría: Damián Cano, que es parte de la dirección artística, tu servidor y Guillermo Goldschmidt, que es el director de proyectos especiales de Fundación PROA en Argentina. Déjame decirte que Ternium no sólo sucede en México y Argentina, sucede en Colombia, Brasil, Houston, Rumania, donde tiene presencia del grupo Techint –Ternium pertenece al grupo Techint– esto es un esfuerzo global por el cine latinoamericano, lo cual es importantísimo. Aunque a veces eso es paradójico porque se consume más cine latinoamericano en Europa que en América Latina.

La metáfora que nos gusta mucho, como te lo mencioné, es que tenemos un bufet de narrativas: tenemos desde la comedia –con La teoría de los vidrios rotos– hasta cine de autor con propuesta muy vanguardista –con La vaca que cantó una canción hacia el futuro–.

Otra línea es siempre tener óperas primas, como La vaca que cantó una canción hacia el futuro, como El grosor del polvo, porque otro de los objetivos del Festival Ternium es el desarrollo del quehacer cinematográfico en las sedes y en México.

Todos los diálogos y todo lo que hacemos tiende a que estudiantes o personas que quieren hacer cine o que se están encaminando, puedan ver la primera película de un colega latinoamericano.

Nuestra línea principal es traer lo que los cineastas están aproximando cada quien con su propio discurso. Por ejemplo, El grosor del polvo, una aproximación extraordinaria con una actuación de Giovanna Zacarías, con una actuación fuera de serie acerca del tema, tan en boga lamentablemente en nuestro cine mexicano: las madres que buscan a sus hijos desaparecidos. La vaca que cantó una canción hacia el futuro, es un tema de las relaciones familiares con una analogía del deterioro ambiental del mundo.

El grosor del polvo
El grosor del polvo

Vicenta B, es una revisión muy humana, muy particular de la situación actual de Cuba y de los jóvenes que están dejando la isla. Con Huesera, tenemos un fenómeno –si le podemos llamar así– de la maternidad en México, de los miedos y estigmas que hay detrás de ello desde una perspectiva de terror, lo cual hace a la película realmente impactante en su género. En El gerente, tenemos una revisión completamente distinta del pasado: ya no es la dictadura, es cómo un país entra el comercio mundial de televisores, es hablar de unidad familiar y al mismo tiempo de neoliberalismo de mercado.

Nuestra característica principal es mostrar distintas voces, distintos discursos, distintas estéticas para que la gente pueda tener el bufet gourmet de sabores latinoamericanos.

Cada película, afortunadamente, me dice algo y espero que le diga algo al público. Por eso dialogamos al término, por eso decimos por qué se escogieron y eso invita a que la gente vea no una o dos, sino que las vea todas.

Programa de Funciones del Festival Ternium de Cine Latinoamericano 2023 en Puebla
Programa de Funciones del Festival Ternium de Cine Latinoamericano 2023 en Puebla

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