Seis meses sin la poeta Minerva Margarita Villarreal.
Minerva Margarita Villarreal falleció el 20 de noviembre de 2019. A seis meses de su partida, algunos amigos escribieron sobre ella.
Minerva Margarita Villarreal falleció el 20 de noviembre de 2019. A seis meses de su partida, algunos amigos escribieron sobre ella.
Por Pascual Borzelli Iglesias / Óscar Alarcón (@metaoscar)
Todas las fotos son de Pascual Borzelli Iglesias
Ciudad de México, 24 de mayo de 2020 GMT 00:01 (Neotraba)
Poeta, promotora, profesora, editora: 1957-2019
A seis meses de su muerte, presentamos un homenaje a la poeta que llegó a la literatura desde el estudio de las sociedades. Multi premiada por la universidad donde desarrolló su mundo, su creación literaria, educativa y de difusión. Igualmente, en cargos y responsabilidades en la edición y promoción del libro, la lectura, la investigación.
Solicitamos a algunos poetas la opinión sobre la poeta y las compartimos. Concluimos con un poema de su libro Las maneras del agua. Marco Antonio Campos, Gabriela Cantú Westendarp, José María Espinasa, Roger Santiváñez, José de Jesús Sampedro, José Ángel Leyva, se expresan aquí de Minerva Margarita.
Entre publicaciones propias y antologías son más de 40 obras. Su presencia a nivel nacional es significativa, de norte a sur.
Tuvo presencia en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), participó en Crítica. Revista Cultural, y con su participación en el Congreso Internacional de Poesía y Poética en Puebla, en 2007 y 2013.
Algunas de sus publicaciones:
Pérdida (1992), Premio Nacional Alfonso Reyes 1990; El corazón más secreto (1996), Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines 1994; Tálamo (2011), Premio de Poesía del Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2010, publicado en 2013 por Ediciones Hiperión; De amor y furia. Epigramísticos (2015); Las maneras del agua (2016), Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2016.
Marco Antonio Campos
Inteligente y sensible como mujer, esas cualidades hablan también en su poesía. Trabajó mucho el poema de amor sensual, pero también supo dialogar con la poesía de Santa Teresa. Sabía escribir a corazón abierto. Me parece que estaba en el mejor momento de su tarea creadora. A ella y a su esposo José Javier Villarreal los conocí cuando eran muy jóvenes en un restaurante de San José Insurgentes. Tendrían 23 o 24 años. José Javier es primo lejano mío; a ella la sentía de la familia.
Gabriela Cantú Westendarp
Minerva era una mujer que vivía inmersa en la poesía y que tenía una intuición profunda para encontrar la belleza. Era apreciada no solo en México sino más allá de sus fronteras por su trabajo apasionado de difusión de las letras y, por supuesto, por su valiosa obra traducida a varios idiomas.
Fue la primera persona que me orientó en el camino de la escritura. Era exigente como lectora y como maestra. Y precisamente por eso fue una gran formadora de varias generaciones de poetas en Nuevo León. Deja un espacio lleno de recuerdos intensos, de charlas vivas y chispeantes. Es una tristeza enorme que se haya ido.
La última vez que la vi nos dimos un abrazo, jamás pensé que fuera a ser el último.
José María Espinasa
Una enorme pérdida para los que fuimos sus amigos. Una mujer creativa, poeta notable, promotora cultual, editora generosa. Su proyecto, El oro de los tigres es un referente para la poesía mexicana actual de lo hecho en otras lenguas. Nos queda la tristeza y la combatimos con su recuerdo. Y nos queda su literatura para tenerla siempre presente.
Roger Santiváñez
Conocí a Minerva Margarita en el Poetas del Mundo Latino de 2011 y la volví a ver en el Festival mundial de poesía en Caracas 2012. Me cautivó su sencillez, su talento y su camaradería. El mejor homenaje que podemos rendirle, es leer en voz alta su hermosa poesía: “Y este silencio llama del vacío / a salir por tu frente / a entregarme a tus labios / a bañarme en la fiesta / de tus brazos que se abren / como rompe este fuego / a mitad de la lluvia”.
[21 de noviembre de 2019, sur de Nueva Jersey, junto al río Cooper]
José de Jesús Sampedro
Minerva Margarita Villarreal frecuentó tanto una pulcra escritura como una pulcra difusión de la poesía: su manifiesta voluntad al respecto fue siempre mutua, ejemplar, creativa, crítica, lúdica; creo que entraba apenas justo a la plenitud: a una plenitud vivida, de vida.
José Ángel Leyva
Tuve conciencia de Minerva Margarita Villarreal desde la publicación de su Epigramísticos en la colección Los Cincuenta, de la cual formo parte, lanzada por el FONCA. En ese libro Minerva Margarita empleaba formas breves, epigramáticas, para dar rienda suelta a su humor y su sentido de la ironía, que demandan inevitablemente una inteligencia aguda. Ella la poseía, pero tenía además ese raro sentido de la orientación social, de ese sentido común para saber cómo y en qué momentos y lugares ejercer su capacidad organizativa, su carácter operativo tan poco abundante entre los poetas auténticos. Quizás por ello mismo fue un espíritu emprendedor y directivo, que la puso al frente durante años de la Capilla Alfonsina de la Universidad de Nuevo León. Pero fue además una editora con mucho tino que estuvo al frente de Publicaciones de su Alma Mater y de la revista Armas y Letras, una de las publicaciones más longevas en México.
Fue ella con el apoyo de su compañero de vida, el poeta José Javier Villarreal. Ambos Villarreal fueron tocados por la gracia del Premio más notable, el Aguascalientes de Poesía, y ambos recibieron el reconocimiento de la comunidad poética y literaria, no sólo de su estado sino de toda la República Mexicana. Sin duda Minerva Margarita es una de las más relevantes figuras de la poesía escrita por mujeres y de la poesía sin marcas de género. Pero, sin duda, la poesía la emergencia de una cantidad notable de poetas mujeres en la nómina de la poesía mexicana es un hecho palpable y significativo, dada la escasez que hicieron notar las antologías canónicas. Minerva Margarita es un referente de ese hecho. Por otro lado, es una figura entrañable y no se puede pensar sin la compañía del poeta José Javier. Descanse en paz la poeta.
LAUDE
Mientras me como esta manzana
Dios viene a bendecirme
parpadeante de sol
desciende
al vuelo
de la paloma
con su piel
su pelo alborotado
y un joven
que conduce a la puerta
del programa de los doce pasos
El muchacho es adicto
De cada diez
uno no recae:
La impotencia de sus labios
por mi sangre
fluye