Lorena Garduño reseña el poemario Cualquier punto puede ser altura de Frida López Rodríguez: universo organizado de texturas que ilustran la pluralidad de los aspectos más pragmáticos de los días, las sensaciones humanas y los contrastes que la componen, de tal manera que la fusión de la ternura y la violencia; la pobreza capital y la riqueza de las tradiciones gesta una marca firme de un México enraizado en el tiempo.