La novela nos cuenta la vida de Sewa, mujer que creció en el límite de dos mundos: el de la modernidad y el de la tradición, el del yori y el del yaqui. Su existencia transcurre en los bravos callejones del barrio de La matanza en Hermosillo.
Asistimos a revanchas de policías despechados; venganzas casuales de sicarios a punto del retiro; policías que resuelven casos de antropofagia en barrios oscuros de la Ciudad de México.
Estamos frente a un libro de cuentos en donde el autor entra en la vida de asesinos y el resultado se convierte en una especie de poltergeist, de donde extrae las más retorcidas historias.