Luis J. L. Chigo escribe una reseña sobre La decapitada de Gabriela Mársico: A este intento milenario por evitar el ensordecedor silencio o el colmo de la soledad, acude Mársico. La historia es sobre Lidia, llegada a Buenos Aires con la promesa de un trabajo de empleada doméstica en la casa de un aparente empresario, Roberto. Con tres principales pertenencias –un ekeko, una peculiar muñeca, un libro sobre la vida de los santos.