Sobre bicicletas e intolerancia en Puebla
El 30 de abril de 2023, un conductor asesinó a Agustín Medina. Su muerte desató comentarios de odio tanto para ciclistas como para automovilistas.
El 30 de abril de 2023, un conductor asesinó a Agustín Medina. Su muerte desató comentarios de odio tanto para ciclistas como para automovilistas.
Por Óscar Alarcón (@metaoscar)
Puebla, México, 5 de mayo de 2023 [00:05 GMT-6] (Neotraba)
Me subí a la bicicleta en la esquina de la 7 norte y la 8 poniente. Me imaginaba que la experiencia sería la misma que cuando tenía 12 años, cuando tenía una bicicleta Vagabundo verde y pedaleaba en el INFONAVIT Santiago en Cholula.
Error.
Los autos ahora me pasaban cerquitita como queriendo tumbarme.
No era lo mismo andar en bicicleta de niño que a mis 32 años cuando compré esa bicicleta. Habían pasado 20 años y pareciera ser que los conductores de autos se habían vuelto más salvajes.
Ahora, a mis 43 años, rodar por la ciudad es impensable. Al menos para mí.
El domingo 30 de abril de 2023, una camioneta Honda CRV violó los señalamientos de “no pasar” e ingresó a la Vía Recreativa en la recta a Cholula. Nadie lo detuvo. Ningún elemento de seguridad, que se supone están a resguardo de los ciclistas, pudo frenarlo y atropelló, de manera artera, a Agustín Medina de 16 años quien se encontraba paseando con otras personas.
El conductor de la camioneta lo mató.
Agustín era alumno del CONALEP y realizaba su servicio social en la Vía Recreativa para fomentar la movilidad en bicicleta.
No fue un accidente pues se sabe que lo centró con su vehículo y de esta forma, Agustín, falleció.
En 8 años en los que la Vía Recreativa se ha realizado es la primera vez que ocurre un accidente similar.
Un ciclista se mete entre los vehículos que circulan sobre la 16 de septiembre y las 23 oriente-poniente, cerca del centro de Puebla.
Esquiva varios autos, en algún momento pareciera que está a punto de golpear los espejos retrovisores de los coches, pero logra pasar justo en medio de ellos. Con audacia milimétrica llega a la esquina del parque del Carmen y se pasa la luz roja del semáforo. No usa casco y tampoco otro tipo de protección.
Continúa otras calles hasta que, al llegar a la esquina de la 9 oriente, da vuelta a la izquierda y se estrella con un auto que cruzaba con la luz en verde.
El auto tenía la preferencia para avanzar. El conductor desciende del vehículo y se hace de palabras con el ciclista.
La culpa, a pesar de que el ciclista dio vuelta en sentido contrario, es del conductor del coche. Siempre será del conductor del coche.
Tuve una discusión en tuiter con uno de los activistas del ciclismo en Puebla más respetados.
Una persona con excelente argumentación. Me parece que es importante dialogar sobre las distintas posturas que tienen los ciudadanos.
Al final, cada uno se quedó con su verdad.
La mía, sin querer ser la verdadera y absoluta, concluye en que todos somos peatones al final del día. Que tanto conductores de autos (no estoy de acuerdo con la palabra “cochistas”, porque ¿los que manejan autos son “autistas”?) como ciclistas, en algún momento descendemos y caminamos para ser ciudadanos de a pie, literalmente.
Ese intercambio de tuits fue en 2015 y dio pie para otra columna que aquí dejo.
Nos hemos polarizado y todos queremos tener la razón: que si se debe regular la velocidad en todas las vialidades de Puebla (claro que se debe); que si los ciclistas deben de usar protección al circular por las calles (claro que deben); que si los automovilistas deben de ceder el paso a los ciclistas porque usan un vehículo vulnerable (claro que deben); pero no llegamos a acuerdos y pretendemos imponer nuestro punto de vista.
Escucho a un locutor de Radio Oro que da las noticias por la tarde. Está más politizado de lo que creía. Dice al aire, categóricamente, que “los ciclistas circulan de manera impune”. Su opinión polariza y hace ver a los ciclistas como criminales.
No lo son.
Los medios de comunicación deberíamos de tener obligación ética al momento de emitir nuestros juicios. No hablo de censura sino de no politizar.
Cierro esta columna exigiendo justicia para Agustín y también un país en donde los medios de comunicación se conduzcan con prácticas éticas que no dividan, sino que nos ayuden a entendernos mejor en nuestras diferencias. Medios de comunicación críticos y no amarillistas.
Este 4 de mayo se informó que el conductor de la camioneta Honda CRV fue declarado en presión preventiva.
Insisto: justicia para Agustín.