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Ciudad de México, 19 de septiembre de 2024 (Neotraba)

Durante los últimos días de agosto acudí a un par de eventos con miembros de La Barranca para tener un acercamiento a su nuevo disco Antimateria que fue presentado en una rueda de prensa en el Teatro de la Ciudad y posteriormente en una sesión de escucha en el Club del Rock and Roll.

Antimateria, el nuevo disco de La Barranca, es un finísimo trabajo de estudio que busca dejar atrás la música de sus placas anteriores, según lo mencionado por algunos de los integrantes de la agrupación en la conferencia de prensa del pasado 21 de agosto en el Foyer del Teatro de la Ciudad Esperanza Iris de la CDMX, pero es imposible pensar que se pueda dejar atrás la impronta y sello particular que genera una agrupación con más de 30 años de historia en los que su artífice, José Manuel Aguilera, ha dejado el corazón y la vida de por medio.

En dicha reunión, donde fueron convocados diversos medios, acudí para ser testigo de la presentación de un disco compuesto por 10 temas que hablan de una banda madura la cual ha aprendido a escucharse y a compaginarse gracias al tiempo que llevan compartiendo la mayoría de sus integrantes desde la salida del disco Lo Eterno hace seis años en donde ya estaba en el bajo Ernick Romero (Cohete, El Zapotal y Trolebús) y en los teclados Yann Zaragoza (Caifanes, Norbac y Obsydian).

En este nuevo disco también participan el baterista potosino Abraham Méndez (Ciervo y Pastilla) quien ha acompañado a la banda desde la gira del disco mencionado líneas y participó en la grabación de los dos últimos discos de la banda: Entre la niebla y Antimateria.

Sobre los músicos que fueron invitados a participar en el álbum número 14 de la banda, José Manuel Aguilera nos platicó que al necesitar percusiones como en la canción “Salvoconducto”, de inmediato pensó en un viejo colaborador de la banda: Chuyín Barrera, un músico jalisciense que colaboró con la banda hace 30 años en la grabación del primer disco: El fuego de la noche. En los coros, además de contar con Cecilia Toussaint que es uno de los lujos y emblemas del rock mexicano que les acompaña desde el primer disco, también está Inés del Palacio (Mina & El Tigre). Por último, y como un lujo, a palabras de Aguilera, contaron en diversas canciones del disco con la participación de la sección de cuerdas de doce músicos de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes (OSA).

Curiosamente, al preguntarle al vocalista y primera guitarra de la banda sobre las colaboraciones de otros artistas en este disco, y el próximo concierto que tendrán el 27 de septiembre en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris, me comentó a forma de broma que las colaboraciones en estos tiempos son cosa del reggaetón, que ellos son algo tímidos como para hacer ese tipo de trabajos.

Aunque de forma un poco paradójica, el mismo Aguilera ha participado en los últimos años en colaboraciones con otras bandas como Distorhead (“El rey de los idiotas”) y Té de brujas (“Mezcal”) dejando un gran sabor de boca haciendo pensar lo que podría resultar, al menos, que otros integrantes de la banda que también cantan (Ernick y Abraham) pudieran tomar voz más allá de los coros en las canciones de la banda.

Dentro de la conferencia de prensa, José Manuel Aguilera comentó que hay un interés y vocación por hablar de las cosas que le competen como habitantes de esta ciudad y país en el momento actual de sus integrantes. Esto queda muy claro en canciones como “Antigua Civilización”: Cada vez hay menos tiempo, cada vez hay menos luz, siento cómo el cielo se cierra, o en piezas como “Arde”: Ve cómo arde el fuego del odio de norte a sur en la hoguera mediática que destruye la luz.

Sobre el setlist que presentarán para el concierto de 27 de septiembre, Abraham Méndez adelantó que sólo tomarán las canciones del disco nuevo que están más cercanas a su presente, y que aprovecharán la colaboración de la Orquesta Sinfónica de Aguascalientes para tocar otros temas clásicos de la banda como “Día Negro”.

En la rueda de prensa un reportero lanzó una pregunta algo onírica y ocurrente: ¿En qué sueña La Barranca? José Manuel, inmediatamente, citó una de sus canciones: –Eso que llamas realidad alguna vez fue sólo un sueño– y habló sobre cómo las canciones que conforman este nuevo disco partieron de ideas y cómo en los anhelos de los integrantes de la banda y su afán por hacer música, lograron convertir ese sueño en realidad. Al final culminó diciendo que su banda sueña con hacer rolas chingonas.

Al momento de tomar el micrófono les pregunté lo que significaba para ellos presentar este disco en el Teatro Esperanza Iris en el que ya habían presentado discos como Fragor o Eclipse de memoria, “Cuando iba llegando con Abraham y Gilberto Martínez, quien diseñó la portada del disco, nos dimos cuenta de que había una coincidencia estética entre la decoración del teatro y la portada del disco. El teatro de la Ciudad es el lugar ideal por las coincidencias estéticas, y también porque es un lugar emblemático en el centro de la ciudad y no es muy lejano al extinto bar donde la banda se presentó por primera vez”.

Para cerrar con la rueda de prensa, José Manuel Aguilera comentó “Quisiera invitar a las audiencias de sus medios a escuchar Antimateria porque es un disco que tiene mucho contenido y que, idealmente, se presta para escucharse más de una vez. Es un disco con muchos detalles en el que hemos puesto mucho empeño. Participaciones de pianos de Yann, baterías como en “Desdén” con Abraham, que la gente irá descubriendo poco a poco. Y ya después de que lo escuchen, vengan al teatro a oír las versiones en vivo para adentrarse en lo que está haciendo La Barranca en el presente”.

Al final del día de prensa, la banda me regaló unos minutos para poder charlar con ellos en uno de los palcos del teatro y aproveché para preguntarle lo que significó para ellos regresar a la libertad de colaboración entre sus integrantes a diferencia del disco, Entre la Niebla que fue hecho durante la pandemia bajo grandes limitaciones. El maestro Aguilera contestó “El disco anterior lo hicimos de una manera muy apresurada porque nosotros así lo quisimos. Fue un disco que hicimos muy rápido y no nos dimos tiempo de darle demasiadas vueltas a las cosas. Ahora, estábamos determinados a darle su tiempo a las canciones, de madurar, de tener su proceso de añejamiento en barrica y hacer el disco de una manera más calmada, aunque muchas de estas canciones se hicieron todavía en el periodo de la pandemia, pero ya el proceso de la producción fue en otro momento.

Muchas de estas piezas incluso las estuvimos tocando en vivo desde hace más de un año, es un lujo que nosotros nos podemos dar porque tenemos un público muy generoso que nos permite conocer si conecta con las canciones y determinar si les hacemos ajustes a la velocidad u otros detalles. Entonces sí, con este disco nos dimos ese chance”.

Posteriormente Ernick Romero tomó la palabra para concluir: “Hablamos de las diferencias entre el disco anterior y éste, pero también me gustaría hablar de las similitudes. Algo que me gustó mucho de este disco fue lo que hicimos desde el anterior, ya que también pudimos trabajar a distancia los extras y eso bueno, en mi caso. Utilizamos esa tecnología muy benéfica para mí, me sentía muy cómodo buscando las líneas de bajo y todo desde mi casa”.

Finalmente, Yann Zaragoza añadió lúdicamente como es su estilo, que para él fue muy agradable que José Manuel le hiciera una visita de servicio a domicilio para realizar la integración de los pianos que se utilizaron para este disco.

Pensaba concluir mi nota aquí, pero gracias a que acudí a la fiesta de escucha del nuevo disco que se dio en el Club del Rock and Roll en la Colonia Juárez de la Ciudad de México el pasado 31 de agosto, pude comprender en toda la extensión lo expresado por el maestro Aguilera en entrevistas recientes sobre su enojo al escuchar lo que hace Spotify con su música: la calidad de compresión es tan artera que se pierden muchos detalles, los cuales la banda se esmera en poner junto con su productor cuando realizan tanto las grabaciones como las mezclas en el estudio.

En una primera escucha en la famosa plataforma en línea me parecía un disco en el que la voz se había vuelto más lenta, e incluso cansada, además de la acostumbrada ausencia de líneas potentes de bajo o la profundidad en las guitarras de acompañamiento, pero gracias a que pude escucharlo en un lugar que está diseñado para brindar conciertos y vender vinilos, sentí la experiencia de quien va a escuchar un concierto en directo. Aquello que había pensado de la voz de Aguilera al escucharlo en Spotify cambió por completo, por eso los conmino, no solamente a escuchar este portento de disco al menos en CD o el bonito vinilo transparente, sino que también acudan a sus próximas presentaciones como la que habrá en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. Aprovechen, todavía quedan algunos boletos en taquilla y en el sitio con más fama de los boletos en línea.

No me gustaría finalizar este texto sin hablar de lo que comentó el elemento más joven y reciente de la banda, el guitarrista Jorge Chacón, a quien José Manuel Aguilera comentó haber conocido siendo un joven compañero de su hija en la escuela: “Definitivamente, La Barranca es mi banda favorita. Ha sido muy satisfactoria mi experiencia con ellos y lo que pude apartar en el disco es muy chido. José Manuel me dejó aportar ideas, no fue impositivo. En las canciones se puede escuchar la firma de cada músico. Aprecio mucho la confianza de poder participar de alguna forma. Por ejemplo, en “Salvoconducto” hay un solo que siempre que lo escuche voy a ser muy feliz. Quiero agradecer a todos los músicos de la banda de los cuales he podido aprender mucho. Y, como dice José Manuel, creo que Antimateria es un disco que hay que escucharlo e interiorizarlo, porque cada vez que se escuche va a ser una experiencia distinta.


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