Seis pasos para salir de la enorme pausa hacia la adultez.
Claudia Taboada terminó la universidad y trabajar como Diseñadora Gráfica no es fácil. Te presenta 6 consejos por si andas sin trabajo.
Claudia Taboada terminó la universidad y trabajar como Diseñadora Gráfica no es fácil. Te presenta 6 consejos por si andas sin trabajo.
Por Cucaramácara (Claudia Taboada. Twitter: @cuca_ramacara)
Los últimos días he estado en reposo debido a una operación de la que me estoy recuperando y sí, inevitablemente mis pensamientos se resumen a una cosa: ¿Qué voy a hacer de mi vida?
Cabe mencionar que hace poco más de una semana fue mi ceremonia de graduación: GRADUACIÓN DE UNIVERSIDAD. Dos días antes tuve una crisis pre-graduación. Yo me imagino que debe ser normal, ya saben, cuando lloras en posición fetal mientras sientes que no hiciste mucho durante la universidad, que no lograste dominar el mundo y en mi caso, ser la mejor diseñadora sobre la faz de la tierra… Sí es normal ¿no?
Posteriormente, llegó el gran día. Mientras esperaba para pasar a recoger mi reconocimiento de graduada, tenía una mezcla de sentimientos: alegría, nervios, un poco de nostalgia y mucha emoción. Esa misma noche fue mi fiesta de graduación. Todo pasó tan rápido que lo único que tengo son flashbacks de esas 24 horas.
Después de toda la festividad y el ajetreo, por fin puedo escuchar mi voz interna:
Estas y otras preguntas más específicas fueron mis acompañantes más entrañables durante los días anteriores, sin embargo, ya no podía con tantos nervios y decidí tranquilizarme. Pero bueno, el punto aquí es: ¿por qué estoy hablando sobre esto?
Estoy consciente de que no soy la única persona que a esta edad se ha sentido así, y es por eso que te comparto este pequeño listado de cosas que puedes hacer:
1.- En caso de que no hayas parado durante un buen tiempo por entregas, trabajo y otros compromisos: date un respiro. Relájate, porque tal vez parezca que las cosas no han salido bien y tal vez, sólo tal vez, tiendas a querer que todo siempre te salga a la perfección. Atento: va a salir así, pero por el momento, tu cuerpo y el universo te está pidiendo un descanso.
2.- En caso de que no hayas hecho nada debido a que estés deprimido o simplemente tengas flojera: levántate. Los terapeutas no son sólo para los locos, son especialistas que te ayudan a encontrar una solución o salida de aquel túnel en el que te encuentras (sí, la flojera también es un túnel).
3.- Después de tu descanso o tu despertar, lo importante es pensar: si va a ser, depende de mí. Nadie va a llegar con un baúl y su llave secreta que contenga la respuesta a todos tus males. O tal vez sí, sólo si eres un pequeño y suertudo ser o hijo de Santa Claus.
4.- ¿Ya sabes qué es lo que quieres hacer? Comienza por lo que más te cueste trabajo. Si es bajar de peso y odias los squats, bueno, ya sabes por dónde comenzar. Si es titularte y odias las filas interminables de gente: despiértate temprano y ve a formarte antes que los demás flojillos.
5.- Las cosas comenzarán a darse solas. Puede que no todo sea felicidad y perfección siempre, como puede que sí, pero recuerda que como dicen las abuelitas: uno cosecha lo que siembra. Todo dependerá de tus acciones. A lo mejor habrá días en que piensas: ¿por qué el mundo odia a las personas buenas caritativas como yo? ¿Por qué a los inocentes nos va mal? Bueno, tal vez haya una serie de patrones que estés repitiendo. De hecho, debes mantener todo equilibrado debido a que el exceso de trabajo y falta de descanso te puede provocar varias cosas, una de ellas el mal humor. Es decir: estás haciendo todo perfecto pero no estás durmiendo bien y eso te provoca irritabilidad. De pronto, te sorprendes a ti mismo tratando mal a la gente que te rodea o haciendo gestos… Eso nunca es bueno, no te imaginas la negatividad que le aporta a tu vida.
6.- Acostúmbrate a que las cosas salgan bien y huye del autosabotaje.
Si de pronto todo está saliendo de maravilla: ES PORQUE LO MERECES. No cometas el error de decir o pensar: “me da miedo tanta tranquilidad” o “seguramente esta buena racha se va a acabar” porque es como si apretaras el interruptor de “viejos patrones” en tu cerebro.