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Por Luis Dinorín

Todas las fotografías son cortesía de la Dra. Furby

Puebla, México, 31 de julio de 2020 [01:36 GMT-5] (Neotraba)

Con algunas marcas en el rostro por el uso continuo durante más de catorce horas de mascarillas de protección, médicos y doctoras día a día comparten los riesgos que enfrentan, sus temores y las cosas que los motivan. Por motivos de seguridad no se rebelan los nombres de los médicos ni el hospital en donde trabajan. Les agradecemos el aporte de su testimonio para realizar esta crónica.

Para los médicos que colaboraron con esta entrevista, México es un país en subdesarrollo que prefiere invertir en trenes, cines y futbolistas, antes que en un sistema de salud digno para los pacientes.

“Estar en primera línea es estar en el área de ataque, pero no somos dioses y obviamente necesitamos de todos. Nosotros somos los capitanes en esta guerra y debemos ser fuertes, inteligentes, estar protegidos y armados para poder hacer algo en contra de todo esto” inician las voces.

Servicio de urgencias
Servicio de urgencias

“Estar en primera línea, realmente no es fácil. Es un trabajo que abruma y demanda. Estoy en un hospital que atiende gran parte de los casos de Covid en la ciudad donde vivo y puedo decir que, en un turno de la noche, ingresan hasta 50 pacientes” dice una doctora.

Otra de las voces que sustentan esta entrevista explica que hay personal en diferentes áreas, desde los que reciben a los pacientes, hasta los que valoran su gravedad y quienes los atienden en terapia intensiva. O el personal que los despide cuando un paciente es dado de alta.

A eso hay que sumar que el personal debe saber actuar en todas las áreas para poder ayudar cuando se requiera. Soportar el estrés y el calor, portar el equipo de protección adecuadamente, resistir el peso de la ropa que llevan encima, la deshidratación por permanecer activos.

Además de usar mascarillas que impiden respirar normalmente y el temor de ir al baño y aguantar esas ganas por miedo a que al acudir al sanitario puedan contagiarse.


Tener un buen día

Para el personal del área de la salud en área Covid, tener un buen día, es ver entrar a un menor número de personas y que los pacientes respondan correctamente a los tratamientos. Que los pacientes graves mejoren o, que al menos, puedan irse a su casa en mejor estado que en el que llegaron. Y, además, trabajar en armonía, con buen humor, entre risas, para soportar el día a día. Y así, combatir la pandemia para que no se vuelva un caos.

Llegar a casa, bañarse, ponerse ropa cómoda. Tomar agua, beber un café caliente, acariciar a sus perros, gatos, mascotas. Marcar por teléfono a sus hermanos, hermanas, abuelos, abuelas. Que alguna de esas personas les tenga lista la cena, el desayuno, la comida. Y en sus días libres, hacer cualquier cosa, menos pensar en el hospital.

Médicos que intentan relajarse en el trabajo
Médicos que intentan relajarse en el trabajo

Hacer ejercicio, yoga, leer, ver a sus parejas y hasta aventurarse a viajar unos kilómetros y correr para abrazar a sus padres. Eso para quienes los suyos no están en riesgo. Todo eso es estar bien. Incluso aislados, pero sanos, vivos y en combate.


Volver a casa

Ellos y ellas piensan que dejan a familiares o relaciones afectivas, pero sólo físicamente porque en realidad son personas que los acompañan a lo largo de su camino. Aunque las relaciones entre el personal del área de la salud también son de afecto, pues son sus compañeros en las horas de estudio, de desvelos.

“Todos, en cualquier disciplina hacemos un esfuerzo, porque todo en la vida cuesta, pero los médicos trabajamos con vidas. Curamos enfermos. Nuestros libros, nuestros exámenes son los mismos pacientes. No cambiaría un ‘gracias por salvarme la vida’ tan genuino por una fiesta” dice otra de las voces.

Médicos y paciente con COVID-19
Médicos y paciente con COVID-19

“En este tiempo de pandemia, nosotros también tenemos miedo de volver a casa y contagiar a nuestros seres queridos, pero no podemos permitir que el miedo nos gane. Aunque el nuevo miedo incluso sea el volver a casa” agrega otra voz.

Médicos atendiendo pacientes
Médicos atendiendo pacientes

“Nos queda esperar que las medidas que tomamos funcionen y no contagiar a nadie” agrega una doctora.

Tal vez, a todos se nos olvida que los médicos son personas que desean cosas tan simples como volver a ver a su familia, abrazar a sus amigos y hasta sentir el poder de un Dios en la naturaleza.


Una lucha diaria

Algunos lo ven claramente como una guerra contra la cual luchan a diario y no por su magnitud, porque afirman: virus y bacterias siempre existen y siempre serán nuevos –cuando recién aparecen– hasta encontrar su cura.

Además de la enfermedad, los médicos mexicanos también enfrentan la ignorancia, el descaro, el odio, el despotismo y muchos otros problemas de nuestra sociedad.

Atención en área COVID-19
Atención en área COVID-19

Para ellos, la gente debe tener empatía y comenzar a entender que deben cuidar y proteger su salud, porque cuidándose ellos, cuidan a los demás, a las personas que los rodean.

Para todos ellos y ellas, tener vocación no es cobrar menos o hacer las cosas gratis, sino trabajar con los recursos que se tienen y dar lo mejor con los pacientes.

Creen que hoy son el centro de atención de la pandemia y lamentan que la gente reclame al personal de salud, a quienes exigen la mejor atención. Según el personal médico que atendió esta entrevista, el reclamo debería ser a los gobiernos.

“No le exigen al gobierno dar mejores servicios sino al personal, quienes en diversas circunstancias y bajo estas condiciones, no podemos hacer mucho” afirman.

“Ahora, el personal médico, somos el centro de atención y por eso nos han volteado a ver” dicen los entrevistados.

“En las comunidades marginadas la gente hace caso, porque aún con desconocimiento, tienen la nobleza de entender y cuidar su salud, pero en las grandes ciudades, el vale madres está presente a todo lo que da. No importa cuantas veces vean la información ni por cuál de los medios” declara otra de las voces.

Médicos con uniformes contra COVID-19
Médicos con uniformes contra COVID-19

“Duele el que no hagan caso. Traen el cubre bocas en todos lados, menos en el lugar donde deben. No hacen caso del correcto lavado de manos, no les importa la demás gente, mientras ellos no sean los afectados. Todo eso a veces nos desmoraliza para querer darlo todo para curarlos” afirman los médicos.


Existen diferencias entre hospitales

Contrario a lo que podemos pensar quienes no somos médicos, algunos doctores afirman que la mejor atención está en los hospitales públicos. Aunque reconocen que hay buena atención en ambos, hay casos en que un paciente de hospital privado termina en uno público para mejorar su atención.

“He trabajado en ambos y un hospital privado se convierte en una especie de compra-venta de confort para el mal estar de los pacientes. La diferencia, pueden ser los insumos para atenderte. En los hospitales privados un doctor puede atenderte a ti y dos pacientes más, en uno público, te atienden a ti y 20 pacientes más al mismo tiempo” dice una doctora.

“Eso sí, los doctores pueden ser los mismos en cualquiera de los hospitales públicos que en los privados, no importa cuál sea. Nosotros nos formamos ahí” nos comenta otro médico y con esto concluimos la entrevista.


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