Nacieron flores en mi boca cuando olvidé tu nombre
Presentamos 5 poemas del libro de Maira Colín, publicado por la editorial Espina Dorsal.
Presentamos 5 poemas del libro de Maira Colín, publicado por la editorial Espina Dorsal.
Por Maira Colín
Jalisco, México, 11 de diciembre de 2023 (Neotraba)
Presentamos 5 poemas del libro Nacieron flores en mi boca cuando olvidé tu nombre de Maira Colín, libro publicado por la editorial Espina Dorsal (fundada por el poeta Gustavo Íñiguez) con sede en Guadalajara, Jalisco, México.
Los poemas de Maira Colín evocan situaciones melancólicas y las imágenes con las que se queda el lector son de profunda reflexión, quedan rebotando. La selección que presentamos en Neotraba intenta retratar el dolor en las imposibilidades, en el sexo y en la escritura.
El libro se puede adquirir en la página de Facebook de Espina Dorsal.
Escribo con las fauces abiertas y el deseo en alto. Escribo ante la imposibilidad de arrodillarme y para quienes creen que lo han perdido todo. Escribo para acallar un silencio que al fin puedo nombrar: violencia. Escribo quién soy para no perderme entre los mandatos de lo que debí haber sido.
En la tele un hombre asegura que ha sido fecundado. La entrevista continúa: te horroriza. Algo en él enuncia lo que no debe exponerse. Golpeas la mesa con el puño. Silencio. Quisiera saber si es la infertilidad de tu vientre lo que te horroriza.
Hay en los hombres una sumisión que enmudece sus gargantas. Comienza cuando los padres confunden el amor con disciplina. Los hijos sustituyen el amor por obediencia. Aprenden a temer al padre y está prohibido decirlo. Los educan para rendirle culto a sus heridas porque así se forman los «verdaderos hombres»: con la obediente certeza de que la vida es realmente heroica.
«Deja de bordear la misma herida» dice mi madre al teléfono. El gusto por el cuerpo propio es una abertura que florece. Miente. Hay en mí una llaga que nace en los órganos. Lo divide todo. No se detiene.
Para penetrarme tienes que herir: perforar. No hay otro modo de entrar en mí. Me cierro pensando que estoy a salvo. No imagino que te hundirás en esa llaga caliente. Te molesta mi sexo pero son más grandes tus ganas de rasgarme. Te gusta estar seguro del dolor sobre la carne. Así que continúas.