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Cartel promocional de La Venganza de las editoriales. Tomado del FB de Liga de Editoriales Independientes.
Cartel promocional de La Venganza de las editoriales. Tomado del FB de Liga de Editoriales Independientes.

Por Luis J. L. Chigo (@NoSoyChigo) / Óscar Alarcón (@metaoscar)

Puebla, México, 18 de mayo de 2020 (Neotraba)

Que tenemos que estar listos para la nueva normalidad, que las formas de convivencia que conocíamos han caducado y tenemos que reinventarnos, que el futuro ya nos alcanzó. Por ello, la Liga de Editoriales Independientes (LEI) ha preparado una serie de presentaciones virtuales, que se llevarán a cabo el próximo miércoles 20 de mayo de las 11:00 a las 22:00, bajo el título de “La venganza de las editoriales”.

Más de 30 escritores participarán en este maratón de presentaciones, pláticas y entrevistas. 10 editoriales tomarán por asalto las redes sociales para hacer las transmisiones en vivo vía Facebook, Instagram y Twitter. Las editoriales que participarán son Nitro Press, Cuadrivio, Nocturlabio, Mar de Libros, Ultramarina, Tabaquería Libros, La tinta del silencio, Capítulo 7, AUIEO Ediciones y Nortestación.

Platicamos con Vanessa Téllez, autora de Animales de costumbre (Cuadrivio, 2020); Martín Tonalmeyotl, autor de Istitsin Ueyeatsintle/Uña Mar (Cisnegro, 2019); Mauricio Bares, escritor y director editorial de Nitro/Press; Karla Martínez, fundadora y codirectora de Nortestación y Héctor Baca, editor de Cuadrivio, quienes nos contaron cómo ha afectado la pandemia su trabajo creativo y editorial y lo que viene para el festival La venganza de las editoriales.

Con esto, la Liga de Editoriales Independientes sostiene, desde antes de la cuarentena y ahora con mayor razón, la frase con la cual Mauricio Bares difunde este evento: “hacer lo que mejor sabemos: dar batalla”.

Vanessa Téllez, es autora de la novela Signos vitales y del libro de cuentos Animales de costumbre.

Vanessa Téllez. Autorretrato
Vanessa Téllez. Autorretrato

¿Cómo está afectando la pandemia tu trabajo profesional como escritora?

Lo más extraño que estoy pasando desde hace dos semanas es que he comenzado a normalizar lo que parece será un estilo de vida para todos.

Al principio tuve bajones como todos supongo. Al mismo tiempo comencé a explorar mentalmente posibilidades de la misma pandemia en cuentos. Creo que es mi modo de lidiar con el panorama. Extrañamente acabo de terminar lo que podría ser un libro con diez cuentos.

Recientemente presentaste vía redes sociales tu libro Animales de costumbre, platícanos cómo te sentiste al hacer la presentación vía streaming.

Hace poco reflexionaba con una escritora sobre lo obsoleto que a ratos parece presentar un libro. Y de los espacios que quizá a escritores menos conocidos, como pudiera ser mi caso, o mujeres escritoras no les es facilitado.

Hacer uso de otras plataformas es también otra forma de explorar el alcance del lenguaje. Estamos más conectados con la colectividad porque apelamos a ser vistos probablemente como una demarcación de quienes seguimos siendo en medio del desastre.

Me sentí profundamente invadida mientras presentaba porque pensaba que lo hacía desde mi casa, desde mi estudio. Pero también afortunada de que hubiera un modo de llegar a algún extremo del mundo donde mi voz o mi mundo representaran alguna curiosidad.

¿Cómo crees que les vaya a las editoriales independientes lo que resta de 2020?

La literatura es movilidad. Es un arte que tiende a la adaptabilidad, además de que ha sido la literatura la que mayormente ha escrito sobre los grandes sucesos de la historia. El registro es su don sin duda.

Me parece que algo así ocurrirá con las editoriales alejadas del mundo que colapsa. Me parece que, siendo sumamente optimista, existe una oportunidad para volver a lo básico como nunca antes.

A partir de la cuarentena, ¿has encontrado nuevos temas para el cuento mexicano?

Sí. Uno escribe –lo quiera o no– apegado a su contexto. Luego vendrá el recuento de los daños más elaborado pero ahora creo que muchos trabajamos con las primeras impresiones. Situaciones como ésta reiteran varios móviles no solo míos: la orfandad, la muerte, el propósito de la existencia, el fin del capitalismo, el clasismo que justo ahora pudiera hacer la diferencia entre quien vive y quien muere.

En mi caso este libro que recién terminé plantea la necesidad de pertenencia no como un asunto romántico sino de trascendencia.

Martín Tonalmeyotl, su poemario más reciente es Istitsin Ueyeatsintle/Uña Mar (Cisnegro, 2019)

Martín Tonalmeyotl. Foto de Araceli Patlani.

¿Cómo está afectando la pandemia tu trabajo profesional como poeta?

En particular a mí no me ha afectado porque me la paso trabajando en la casa, en la computadora, leyendo lo que tengo que leer, escribiendo, corrigiendo. Vivo la vida normal, encerrado y salgo cuando tengo que ir a comprar alimentos para mi familia y nada más.

De alguna manera me he puesto a pensar sobre esta pandemia que estamos viviendo y siempre lo pienso desde dos ojos: que esto pega más en las ciudades, con la gente que vivimos al día del internet, de la televisión. Todo lo que se vive en las ciudades: menos carros, menos personas, lugares cerrados.

El otro ojo es desde las comunidades –siempre hablo de las comunidades porque soy de allá– y acabo de estar en Guerrero y en la Sierra Norte de Puebla en donde la vida, de alguna manera, sigue normal: se tiene que trabajar y además el campo abastece a las ciudades y ahorita se necesitan alimentos. Se está trabajando y sacando ajos, cebollas, chiles, tomate y más para llevarlo a la ciudad. El campo sigue trabajando de manera normal.

En el campo no están tomando las medidas de distancia porque es muy difícil que se contagie alguien allá, a menos que llegue alguien de la ciudad, un familiar o algún extranjero a los pueblos.

Continúas tu trabajo en radio vía internet entrevistando poetas en lenguas maternas, platícanos cómo te has sentido al hacer este trabajo de difusión y cómo prevés que sea tu participación en La venganza de las editoriales.

No podemos asistir a Código Radio en la Ciudad de México por las medidas que se han tomado. Por día sólo asiste una persona que trabaja de lunes a viernes, va a cuidar las instalaciones y las programaciones. Los que colaboramos seguimos haciendo trabajo fuera de la cabina de radio.

Aproveché para hacer entrevistas a las personas que viven en las comunidades pero también a las personas que están en las ciudades. En la Sierra Norte de Puebla entrevisté a unos danzantes, a unos tejedores y a unos intelectuales. Luego fui a Guerrero, aproveché para visitar a mi madre y hacer unas entrevistas para saber lo que se está haciendo desde la montaña de Guerrero: periodismo, la literatura que se está escribiendo en lengua náhuatl, sobre el trabajo que se hace en la educación. Hice otra entrevista sobre la música: qué se está pensando, qué se está creando y qué se está compartiendo con la gente.

Me siento muy a gusto de poder visitar las comunidades y que mi trabajo en la radio me dé la oportunidad de salir y conocer a la gente en sus casas, de platicar en libertad de todo lo que está pasando.

No he abordado el tema de la pandemia porque de alguna manera toda la gente lo mira. Platicaba con Balam Grandeño –un músico– y él no cree que sea tan real como dicen en la televisión o en los periódicos, sin embargo, cualquier persona que crea o no crea toma las medidas que dice el gobierno por si es o no. Allá se sigue trabajando normalmente, en la herrería, en el campo, en la cocina, en todo lo que se tiene que trabajar para poder subsistir.

En cuanto a mi trabajo de difusión sobre las lenguas originarias, creo que deben de abrirse más espacios en la radio. Ombligo de Tierra –de Código Radio– hasta ahorita es el único en el que cada ocho días se escucha algún personaje de una cultura originaria de México, donde se platica en la lengua, se piensa en la lengua desde la literatura, la lingüística, la investigación, la narrativa, la pintura, todo tipo de arte que se está creando. Y también la ciencia, qué se está haciendo, qué se está escribiendo, qué se está pensando.

Lo que va a ocurrir en La venganza de las editoriales es que se van a dar a conocer las pequeñas editoriales que han estado atrás de las grandes, las cuales tienen a sus escritores favoritos, sus espacios bien definidos. Creo que estas editoriales están sacando mucho trabajo colaborativo, trabajo real que no se mide a partir de cuánto se vende. En realidad las editoriales independientes le están apostando más a la difusión de la cultura, de la literatura, de la pintura, de la música.

Creo que todas las editoriales deberían estar obligadas a compartir y enseñar eso que hacen con la gente que no tiene acceso a libros, en las ciudades donde no hay bibliotecas o internet. Las redes sociales nos están dando puertas abiertas para toda la gente que quiera escuchar o que quiera saber qué está pasando y qué se está diciendo. Las editoriales independientes lo están haciendo bien porque están haciendo trabajo comunitario. Las editoriales grandes siempre van a difundir algo con ojos de dinero.

¿Cómo crees que les vaya a las editoriales independientes lo que resta de 2020?

Creo que depende mucho de quién esté a cargo de una editorial. El trabajo de una editorial independiente no se puede medir con dinero pero sí se puede medir con la colaboración, con compartir, con dar a conocer a los autores. La pandemia afecta porque las editoriales independientes viven al día, como la gran mayoría de la gente que trabajamos en el campo, en los mercados.

Está la parte bonita en donde están publicando cosas interesantes: videos, libros, compartiendo sin ningún costo. Hay muchas editoriales independientes que tienen un trabajo hermoso pero que muchas veces no lo conocemos porque la única manera de conocerlo es en la calle o con amigos, a diferencia de las editoriales comerciales que, aunque nos los quieras ver, ahí están cuando te metes a la librería.

A partir de la cuarentena ¿has encontrado nuevos temas para la poesía en lenguas indígenas?

De manera particular no los veo, sin embargo veo que otros amigos, otros poetas los están tomando, están escribiendo, están tratando como muchos problemas sociales que hemos tenido: las guerrillas, los zapatistas. Creo que el papel del poeta es repensar la vida actual, cotidiana y si yo no lo hago, otros lo estarán haciendo.

Los temas que tratamos siempre son los mismos. En la gran mayoría de los pueblos originarios los temas más modernos o más impactantes son los que vienen del estado y cómo pega a los pueblos: la pobreza, la falta de educación, la falta de inclusión, la discriminación, el racismo, esos temas van a estar vigentes por mucho tiempo hasta que los derechos humanos se respeten por igual, que no haya diferencias entre mujeres y hombres, entre indígenas.

Incluso en la literatura, cuando se habla de literatura mexicana se habla de aquello que se ha escrito en español durante siglos pero no se habla de la literatura que existe en cada uno de los estados, en Guerrero está el me´phaa, el náhuatl, el tu’un savi y ñomndaa; en Puebla hay 7 culturas, que cada una tiene su propia literatura, el mazahua, el mazateco, el náhuatl, el otomí, el totonaco, el mixteco y en Veracruz hay más y en Chiapas y en Oaxaca.

Creo que esos temas van a seguir vigentes mientras no haya inclusión, mientras no haya respeto al otro. Algunos escribirán sobre la pandemia porque nos pega a todos pero no creo que se vuelva el tema más importante porque hay otras cosas que tratar, como las que ya mencionaba.

Mauricio Bares. Escritor y director editorial de Nitro/Press.

Lilia Barajas y Mauricio Bares Directores de Nitro Press. Foto de Óscar Alarcón
Lilia Barajas y Mauricio Bares Directores de Nitro Press. Foto de Óscar Alarcón

¿Cómo está afectando la pandemia tu trabajo profesional como editor?

Hay varios proyectos detenidos indefinidamente sin que esté claro cuándo, o si, se realizarán. El ingreso por ventas en ferias es nulo, obviamente, y por librerías e internet han bajado, pero por fortuna continúan.

Además hay cuatro proyectos que han podido continuarse, así que estamos a marchas forzadas para tenerlos a las puertas del impresor en cuanto esto termine.

¿Qué es lo que el público se encontrará en La venganza de las editoriales? Y específicamente, ¿qué presentará Nitro Press?

Relacionado con tu pregunta anterior, cada editorial participará con proyectos que les interese promover, que se hayan visto truncados por el confinamiento. Habrá presentaciones de libros, lectura de obra, una charla sobre género negro, etcétera.

En Nitro/Press optamos por darle peso a la feria virtual compartiendo las entrevistas que realizamos a dos monstruos de la literatura mexicana, Amparo Dávila y José Agustín, a propósito de las ediciones conmemorativas que publicamos de dos de sus mayores obras, Árboles petrificados y Se está haciendo tarde (final en laguna), entrevistados por Alma Columba, y por José Agustín Ramírez y Yolanda de la Torre, respectivamente.

El fin último es que se promuevan los catálogos, las novedades y los títulos fuertes de cada participante.

¿Cómo crees que les vaya a las editoriales independientes lo que resta de 2020?

Quiero pensar que no peor que como nos ha ido en años de saqueos al país, crisis y devaluaciones. Somos un gremio más grande y más fuerte que en años anteriores, es decir, no sólo somos más editores, sino también más autores, lectores, libreros, y a todos nos conviene “jalar pa’lante” y jalar parejo.

A partir de la cuarentena, ¿has encontrado nuevos temas para la literatura mexicana?

No sé si van a ser temas para la literatura mexicana o mundial, pero creo que sí quedará para la memoria de la especie la sensación de indefensión total, provocada además por una partícula microscópica que ni siquiera está viva y que nos ha atacado por nuestros puntos más fuertes: socialmente, el subsistir en comunidad, y fisiológicamente, a través de nuestros principales órganos y funciones: las manos, los ojos, la nariz, la boca y la respiración.

Otros temas serían el terrible daño al medio ambiente (está probado que el paso del virus al ser humano se debió a alteraciones del hábitat en partes de Asia, pero que suceden en todo el mundo).

Y por último, el cuestionamiento de aquello que el cine y la televisión comerciales construyeron como “mexicanidad”, un conjunto de actitudes irresponsables que de inmediato nos pusieron contra las cuerdas frente al virus. Somos de los países con más comorbilidades y con más población que las padece, por lo que también es donde tenemos más enfermos que están muy por debajo de los 65 años. Yo vengo escribiendo sobre esto desde 1992, en textos recopilados en Ya no quiero ser mexicano, pero desde entonces he sentido que muy poca gente lo ha tomado en serio como tema.

O maduramos como sociedad o la próxima nos irá peor (de hecho, aún no sabemos cómo nos irá en ésta). El punto radica en que si algunos escritores ahondan en estos temas, o algunos parecidos, lo hagan sin sonar panfletarios o aleccionadores.

Karla Martínez, fundadora y codirectora de Nortestación

Karla Martínez. Autorretrato
Karla Martínez. Autorretrato

¿Cómo está afectando la pandemia tu trabajo profesional en la editorial?

En el caso de Nortestación, el no poder hacer presentaciones o acudir a ferias de libro merma el autofinanciamiento que logramos a lo largo del año para producir nuestros libros.

En general hacemos dos al año, pero que se pagan con lo que se saca del anterior y así sucesivamente. No somos una editorial que esté en librerías grandes, por lo que nuestra venta de mano en mano es la que se está viendo afectada.

¿Qué es lo que el público se encontrará en La venganza de las editoriales independientes? Y específicamente, ¿qué presentará Nortestación?

En este festival digital de literatura habrá charlas, lecturas y presentaciones. En nuestro caso participamos con una cápsula de lectura de un ciclo llamado “Letras desde la contingencia”, que hemos venido desarrollando a lo largo de abril y mayo en nuestra página de facebook.

No estamos presentando a uno de nuestros autores, pero como Nortestación no es sólo una editorial sino que uno de sus objetivos es la promoción de los escritores y sus obras de norte a sur y de sur a norte, pues la participación de Martín Tonalmeyotl leyendo poesía bilingüe en náhuatl y español nos pareció muy pertinente para esta ocasión.

¿Cómo crees que les vaya a las editoriales independientes lo que resta de 2020?

Las editoriales independientes tendremos que hacer un esfuerzo por mantenernos a través de las ventas en línea y cambiando nuestros formatos de distribución de libros, porque será un año que termine con muchas pérdidas y de manera muy dura.

A partir de la cuarentena, ¿has encontrado nuevos temas para la literatura mexicana?

El encierro es uno de los temas y ya lo han estado trabajando algunos sellos como Dieci7ete Editorial que sacó un libro electrónico ayer, por ejemplo.

Quizá la nueva forma en la que deberemos vivir pueda ser otro de los temas; otro puede ser las fronteras, estaría bueno ver en los libros cómo se va a tratar el tema después de esta pandemia.

Y todo lo relacionado con cómo será el amor o las relaciones a distancia con escenarios apocalípticos. Me he imaginado cómo te vas a atrever a besar a alguien, por ejemplo.

Héctor Baca. Editor de Cuadrivio.

Héctor Baca. Autorretrato.

¿Cómo está afectando la pandemia tu trabajo profesional como editor?

El trabajo del editor jamás se detiene. Es una tarea permanente, leer, escribir, regresar a lo que se lee; después volver a empezar. El encierro involuntario, sin duda, ayuda a esas tareas. Sin embargo, al producto: el libro físico sí lo afecta. Está rota la cadena y no hay ventas, está parado; por fortuna Cuadrivio desde hace casi 7 años ha apostado por el mundo digital. Somos una editorial híbrida.

Qué es lo que el público se encontrará en La venganza de las editoriales? Y específicamente, ¿qué presentará Cuadrivio?

La Venganza… tiene el objetivo de romper el tedio, de sacar a los lectores de su encierro para compartirles un poco de poesía, narrativa, charlas y entrevistas. En el caso de Cuadrivio será una charla de dos escritoras, Leda Rendón y Vanessa Téllez, quienes animarán la noche con sus lecturas y nos platicarán sobre sus lecturas, influencias y el importante papel de la mujer en la cuentística mexicana.

¿Cómo crees que les vaya a las editoriales independientes lo que resta de 2020?

Bastante peor de lo que qué ya estamos. Hay nula certeza sobre lo que viene y a eso le sumas la indolencia de las autoridades culturales para apoyar a los editores independientes, se vuelve un mal presagio. Sin embargo, tendremos que hacer, cómo siempre lo hacemos, reinventarnos; seguir apostando por escritores jóvenes. Y en ese tiempo queda claro que un libro es más que un papel.

A partir de la cuarentena, ¿has encontrado nuevos temas para la literatura mexicana?

Creo que siempre la literatura se ha encargado de retratar las tragedias, sería imposible imaginar a la Grecia antigua sin el ruego de Príamo a Aquiles. Sería imposible pensar el medioevo sin Dante, sería imposible pensar un mundo y un hombre roto y fragmentado sin Musil o Roth.

Seguro habrá autores que abordarán el tema, pero sólo aquellos que se alejen del burdo cliché y encuentren el verdadero significado de la tragedia; quizá logren una buena pieza.


Dejamos al lector el programa de actividades de La Venganza de las editoriales:

Programa de La Venganza de las editoriales. Tomado del FB de Liga de Editoriales Independientes.
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