Escuelas abiertas, escuelas cerradas.
Después de que la Secretaría de Educación Pública diera a conocer que las actividades escolares se suspenderían durante un mes se suscitaron una serie de suspensiones de forma desordenada.
Después de que la Secretaría de Educación Pública diera a conocer que las actividades escolares se suspenderían durante un mes se suscitaron una serie de suspensiones de forma desordenada.
Por Pascual Borzelli Iglesias / Diego Escobar Carmona
Ciudad de México, 19 de marzo de 2020 (Neotraba)
Después de que la Secretaría de Educación Pública (SEP), en voz de su titular, Esteban Moctezuma Barragán, diera a conocer que las actividades escolares se suspenderían durante un mes –del 20 de marzo al 20 de abril–, que incluyen las vacaciones religiosas de Semana Santa, se suscitaron una serie de suspensiones de forma desordenada: las instituciones educativas fueron deteniéndose de acuerdo a sus propias necesidades e intereses.
El anuncio se realizó el 14 de marzo y el gobierno de Jalisco fue el primero en hacer público que las escuelas en su entidad no tendrían actividades a partir del 17 de marzo. Otros estados de la república mexicana se sumaron a la suspensión de clases: Colima, Guanajuato, Michoacán, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán.
El receso educativo no son vacaciones. Es una medida preventiva para evitar contagios del COVID-19.
En ese momento no se había reportado ningún contagio escolar y la SEP de cada una de las entidades no había manifestado opinión contraria. Algunas universidades, colegios e institutos oficiales decidieron detener sus clases. Los particulares o empresariales expresaron que no suspenderían sus clases.
La declaración de suspensión de actividades ya tuvo consecuencias: compras de pánico y en algunos sitios desaparición de productos.
La cadena productiva de servicios y los gobiernos en sus tres niveles no están preparados para la magnitud de lo que viene por el COVID-19. El futuro ya llegó.
Datos de la empresa Workana señalan que en México suman alrededor de 30 millones de personas que son trabajadores independientes (freelancer), trabajadores por cuenta propia o que desarrollan trabajos subcontratados. La subcontratación (outsourcing) en nuestro país no está regulada, y en ésta se encuentran todo tipo de empleos, por supuesto, los maestros y profesores no se quedan fuera.
Los maestros, profesores y demás personas del equipo educativo no formales no tienen certidumbre sobre sus salarios.
Más allá del trabajador independiente, se estima que 3.5 millones de mexicanos se encuentran laborando bajo el régimen de subcontratación.
Hoy en el Congreso de la Unión se han detenido las actividades para la realización de propuestas legislativas para ese tipo de trabajo y que quede regulado para que tengan todas las prestaciones de ley y sus derechos protegidos.
Hoy la Cámara de Diputados aprueba la reelección de sus miembros sin necesidad de renunciar a su encargo y no en las medidas de apoyo y protección a la ciudadanía.
Debido a la aparición del COVID-19, algunas instituciones educativas suspendieron, casi de inmediato, las actividades académicas ante la ausencia de la directriz ejecutiva. La salud pública está contemplada en la Constitución como seguridad nacional, ante ello no caben las disposiciones estatales o locales de libre arbitrio.
Se requiere la instalación y determinaciones que promulgue el Consejo de Salubridad General, el cual reúne a todos los órganos y aparatos del Estado más allá del titular del poder ejecutivo federal.
Las instituciones educativas, tanto gubernamentales como particulares, tienen conocimiento de que la fecha para la reanudación del ciclo escolar será el 20 de abril si no se declara la fase 2 ó 3 de protección social contra el COVID-19.
¿Qué ocurrirá con los negocios dentro de las escuelas y alrededor de ellas? Por mencionar los establecimientos. ¿Qué pasará con los vendedores que siempre se instalan a las puertas de las instituciones educativas?
El COVID-19 es una amenaza a la salud individual y social y provoca alteraciones a la economía y a la convivencia de las personas.
¿Qué ocurrirá con el comercio informal, con los trabajadores independientes en nuestro país si se declara la fase 3? El gobierno no ha expresado qué tipos de apoyos recibirán para enfrentar, la crisis como ha sucedido en otros países.
Los restaurantes se encuentran con baja o nula asistencia de personas.
La fase 3 es de carácter obligatorio y todas las personas deben de mantener un resguardo en casa: es el aislamiento.