Por Levsnake
Seguramente alguna vez en su vida ha escuchado como la mamá, la tía, la abuelita, el noticiero amarillista, o a algún cabron en su salón de clases, diciendo que los videojuegos son la causa de que se formen personas violentas, que matan neuronas , que chingan la vista y que pegan sida.
Es interesante como la gente hace conclusiones basadas en un razonamiento lógico, así de sencillo, los niños ven violencia en los videojuegos, actúan violentamente dentro de un videojuego, entonces ellos actuarán violentamente en el mundo real definitivamente, “¡Wow!, ¡qué razonamiento tan brillante!”.
A mí realmente me gustaría ver alguna manera científica de acercarse a la naturaleza del fenómeno; me suena como a la “Matanza de Columbine”, una de las explicaciones que se dieron de la conducta de estas personas fue: “Pues los chavos jugaban DOOM y escuchaban a M. Manson”. O sea, se hizo una correlación entre asesinar personas a sangre fría y jugar DOOM y escuchar a Manson. Algo interesante en este caso, los adolescentes responsables de estos desafortunados eventos fueron a jugaron bolos antes de iniciar la matanza. Me pregunto, -ubicándome en el mismo nivel de análisis que se utilizó para hacer la correlación antes mencionada- ¿podríamos relacionar a los bolos con la matanza?, les parece estúpido ¿verdad? ¿Sin relación alguna? ¿Sin algún fundamento claro? Piénsenlo, esta nueva correlación es igual de absurda que la primera.
Más que defender a los videojuegos, hablo de los argumentos con los cuales los satanizan, quizás sí haya alguna relación y quizás se le pueda dar una explicación mediante la lupa de la ciencia.
A carencia de esta evidencia a la hora de emitir sus comentarios, los invito a dejar de buscar coincidencias vagas, y preguntarse ¿para qué diablos sirve la ESRB? ¿La conocen? Esa que aparece en todas las cajas de videojuegos, esa que con base en el contenido del juego, hace una serie de advertencias y sugiere rangos de edad con argumentos bastantes convincentes en mi opinión. Chéquenlo ustedes mismos http://www.esrb.org/ratings/ratings_guide.jsp Este sistema de clasificación no puede hacer mucho por sí mismo, sólo está por requisito y trámite; es responsabilidad del consumidor tenerlo en cuenta o hacer caso omiso de esta situación.
Ahora regresamos al problema principal: los niños. Sí, esos que se hacen violentos, los que se les queman las neuronas y se hacen obesos por enfocar todo su tiempo libre a estar sentados jugando, pero ¿y los padres? ¿Realmente están pendientes del contenido al que acceden sus hijos, se preocupan por enfocar el tiempo de sus hijos en actividades, académicas, deportivas o culturales?, o ¿quizás están muy agradecidos con los videojuegos porque mantienen a los chiquillos entretenidos, así se aplacan y dejan de fastidiar, ¿les parece descabellado? Lamento decir que en mi opinión, no lo es.
El tema de la piratería es algo que ya está fuera de control, cualquier persona puede acceder a cantidades inimaginables de contenido, que no está regulado, de acá hay mucho por dónde rascar.
El gusto por los videojuegos es como el de cualquier otra cosa, el futbol, la matatena, la lotería, el ajedrez, leer, el ejercicio, el sexo, las drogas etc. Este gusto puede ser algo casual, algo más severo o algo que cualquiera puede calificar como “exceso”, sin embargo cada quien, con base en su criterio decide cómo practicarlo y en qué medida, al mismo tiempo se hace responsable de lo que esto implica.
Invito a los padres, la tía, la abuelita, el noticiero amarillista, y al cabrón hocicón a hacerse responsables, primero de sí mismos, y ya después de los niños que tanto les preocupan; eventualmente confío en que estos tendrán un criterio propio para decidir a qué entrarle y a que no.
¿Que los videojuegos pegan sida?, no lo sé, lo que si sé, ¡es que el boliche despierta tus instintos asesinos!