Por David Ullhman
Cuando leí los interrogatorios que le hicieron a Dashiell Hammett no entendí muy bien el propósito del libro ya que no tenía mucho interés conocer aquellos interrogatorios que se le hicieron en su enjuiciamiento por ser acusado de ser un “enemigo del estado”. Para quienes no lo conozcan Dashiell fue un guionista de películas de la MGM además de escritor de novelas policiacas, es uno de los escritores más conocidos y renombrados dentro del género y sus relatos son verdaderamente emocionantes.
Al finalizar el libro venía un cuento del autor, uno de los más famosos por cierto: Sombra en la noche. Gracias a este cuento fue que me empezó a gustar el autor y entonces me dedique a buscar más cosas de él, intento en el que sigo pues no he conseguido mucho.
De esta lectura salieron algunos comentarios con una persona que quiero mucho y fue cuando me dijo: “vamos a ver una película de uno de los personajes más famosos del autor que andas hablando”. Así fue como llegue a ver El halcón maltes, película de 1941 dirigida por Jhon Huston e interpretada por Humphrey Bogart, sin duda, una de las mejores películas policiacas que he visto en mi vida, aunque también he de confesar que no he visto muchas.
Bien, la película gira en torno a dos misterios que terminan uniéndose en un caso: un objeto perdido y la muerte del compañero detective de Samuel Spade (Huston) quien ha sido asesinado después de ir a investigar un caso encargado por una sensual señorita de nombre Bridgid O’Shaughnessy interpretada por Mary Astor quien entra a la oficina de detectives con un caso de urgencia en el que su marido ha de ser investigado con profundidad. Spade no es un detective del que uno se pueda burlar, conoce las mañas de las mujeres y los trucos de los delincuentes y una señorita como Bridgid no será capaz de convencerlo a primera instancia de que lo que cuenta (ella) sea verdad.
A medida que avanza la película irán apareciendo más personajes claves en el caso que desembocara en una historia sobre la búsqueda de una extraña y mítica pieza llamada “el halcón maltes”. Dicho objeto ha sido robado de mano en mano a lo largo de los años y después de desaparecido ha dado nuevamente señales de vida. Conviene buscarlo, encontrarlo y apoderarse de él lo más pronto posible antes de que algún codicioso magnate mafioso se haga de él en su poder. Lo que no saben aquellos que le dan caza es la sorpresa con la que se van a encontrar cuando el caso esté llegando a su fin.
El humor es una de las características de la película, que si bien no te la pasas riendo, tiene segmentos bastante agraciados donde la coquetería de los personajes y su química hacen orgánicos aquellos momentos que sin ser chistes o bromas producen el mismo tipo de sonrisas que si lo fueran. La película está llena de momentos de suspenso pero no de esos que te tienen al borde del sillón, sino los que en tu cabeza hacen dar vueltas y vueltas aquellas ideas sobre quien puede ser el real acecino, quien es el nuevo personaje que se nos presenta y quien se esconde debajo de las intenciones de Spade. No hay que aventurarse mucho a hacer conjeturas atropelladas porque la película tiene su ritmo, su determinado tiempo de resolución y si nos dejamos conducir por ella estaremos en un intrigante caso de investigación.
Recomiendo ampliamente la película para aquellos que gusten de historias clásicas de detectives donde entra la sensual dama a la oficina con un caso que merece resolver. Espero agrade mucho y para quienes se enamoren de Spade mucho cuidado, porque es un galán de los de antaño.
Les dejo el tráiler esperando puedan verla.