Del conejo a la Tierra, un delirante vistazo teatral al legado de George Méliès
Una puesta en escena sobre algunos episodios de la vida del cineasta francés como en un circo en diferentes pistas. Por David V. Estrada.
Una puesta en escena sobre algunos episodios de la vida del cineasta francés como en un circo en diferentes pistas. Por David V. Estrada.
Por David V. Estrada
Ciudad de México, 7 de junio de 2024 (Neotraba)
Fotografías de Héctor Lara
Cartel proporcionado por la producción de la obra
Así como David Griffith o Sergei Eisenstein fueron considerados los padres y académicos de la narrativa cinematográfica moderna, también George Méliès es otro pionero del cine que llevó las artes escénicas y la magia de los efectos especiales a lo que los hermanos Lumière habían generado con su cinematógrafo: una cámara capaz de capturar 24 cuadros por segundo para simular la percepción del movimiento en una consecución de imágenes fijas al ser proyectadas en un cinematógrafo.
Un gran maestro es sin duda un replicador y un estudiante de los grandes artistas. De no haber sido por su gusto por las historias fantásticas de Julio Verne o Goethe o su gran pasión por la magia y el ilusionismo aprendido en sus años de estudio en Inglaterra tal vez George Méliès se hubiera dedicado a continuar el negocio de zapatos de su padre.
En la obra Del conejo a la Tierra, de la prestigiada dramaturga Itzel Lara, David Olguín dirige una impresionante y entrañable puesta en escena que despliega algunos de los episodios de la vida del famoso cineasta francés como en un circo en diferentes pistas y planos narrativos: teatral, cinematográfico y el metateatral dentro de la obra cinematográfica.
Desde la parte final en que un viejo Méliès termina vendiendo dulces y juguetes en un kiosko, realizando impresionantes trucos de ilusionismo en sus etapas jóvenes, hasta ese viaje en el tiempo en que es un hombre repleto de proyectos que van desde la construcción de autómatas, la replicación del cinematógrafo que los Lumière no le quisieron vender, además de otras creaciones en su taller repleto de dibujos y planos, como si de un moderno Leonardo Da Vinci se tratara.
Todas las actuaciones son sobresalientes: desde Antonio Vega, interpretando a un locuaz e incomprendido Méliès; pasando por Gabriela Guraieb como su pícara y vivaz asistente; el simpatiquísimo Pablo Marín que interpreta un homúnculo creado en un laboratorio de alquimia, al astronauta Neil Armstrong y a uno de los misteriosos y avariciosos hermanos Lumière; además de Sandra Cecilia, encarnando a una misteriosa y sensual autómata que mezcla perfectamente sus capacidades como clown con las del bel canto.
Cada elemento en la puesta en escena está perfectamente balanceado para que cualquier espectador desde adolescentes, jóvenes y adultos puedan ser cautivados por la vida y creaciones de George Méliès.
Si te preguntas por qué Neil Armstrong aparece en esta obra o por qué artistas como los Smashing Pumpkins, Air o Martin Scorsese realizaron impresionantes homenajes a Méliès en su trabajo artístico, te invito a que no te pierdas alguna de las últimas presentaciones de esta brillante obra de teatro que cerrará su temporada el próximo 9 de junio.
Del conejo a la Tierra se presentará por última vez el próximo viernes a las 20:00, sábado a las 19:00 y domingo a las 18:00 hrs. en el Teatro Helénico de la Ciudad de México. Los boletos cuestan $360 pesos y se pueden comprar en Ticketmaster y la taquilla del teatro.