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Puebla, México, 30 de abril de 2025 (Neotraba)

En 2019, con 32 años, vivía mi sueño: trabajar como músico de planta en el Café-Bar Rentoy, uno de los espacios emblemáticos de trova contemporánea en el Barrio del Artista, en Puebla.

Era un sábado o domingo soleado cuando interpretaba algunas canciones con mi guitarra azul marino, una Takamine hecha en Indonesia. Entre canciones, un hombre se acercó al escenario. Llevaba pantalón claro, camiseta estampada y un sombrero tipo fedora. Pensé que sería un turista, tal vez un artista.

Me felicitó por mi trabajo y me pidió un “palomazo” en el cajón del escenario. Lamentablemente, ese cajón no servía; lo usábamos como bote de basura. Le dije que no se podía. Se retiró molesto y no le di más importancia.

Esa noche, al llegar a casa, mi celular no paraba de sonar. Un amigo percusionista me presionaba por Facebook para que recordara algo extraordinario que hubiera pasado en el bar. Cuando le conté lo del hombre que pidió tocar el cajón, su respuesta fue inminente: ¡Le negaste un palomazo a Juan Monedita!

En pocas horas, las redes sociales ya me estaban troleando. Juan Morales, mejor conocido como Juan Monedita, había posteado que ni siquiera pasó el “primer filtro” para tocar en un bar del Barrio del Artista. Un músico tlaxcalteca compartió mi foto preguntando si era yo el culpable del desaire. Pronto apareció un cartel en redes sociales con varios cantautores poblanos, y en el centro, mi foto acompañada del mensaje: “Todos aportan a la música en Puebla, menos tú”.

Entonces, me comuniqué por Facebook con Monedita y le pedí disculpas. Reconocí su trayectoria como fundador de Los Patita de Perro y Los Monedita de Oro. Él también se disculpó. Me dijo:

Ya te trolearon por mi culpa. Ahora yo te debo una disculpa. En tono ligero, le pedí unas clases de composición como compensación.

Unos días después del incidente, nos reunimos en un café del Centro Histórico. Precisamente en el Tarlet’s de la 5 poniente y la 16 de septiembre, a un costado de la Catedral. Era junio de 2019. Ahí nació una amistad inesperada entre Juan Monedita y yo.

En una primera charla informal, me habló sobre el poder de las palabras en una canción, me sugirió trabajar mejor los coros de una que le mostré en un mensaje de voz, y me aconsejó crear un personaje artístico. Él mismo, decía, era un personaje: “Juan Monedita”. Me compartió que el público comienza a reconocer el trabajo de un compositor al menos diez años después de haber comenzado.

–¿Va a desayunar algo máster?

–Solo tomaré un café negro y sin azúcar.

–La verdad es que traigo problemas con el azúcar desde hace tiempo.

–¿Y por qué?

–Porque me gustaban mucho los chocolates.

–Ahora, ya no los puedo comer, me dijo.

Semanas después lo encontré de nuevo, esta vez acompañado de su hijo. Fue un encuentro distinto. Ese día no vi al músico ni al artista, vi al padre de familia. En él la congruencia de alguien que practicaba con el ejemplo mucho de lo que decía en sus canciones.

Durante la pandemia por COVID-19, publiqué una serie de entrevistas para olvidar un poco el episodio del “troleo”. El segundo entrevistado, tras el trovador Lalo Bermúdez (quien tristemente fallecería por COVID en enero de 2021), fue Juan Monedita.

La primera entrevista formal con él ocurrió en mayo de 2020. Fue vía Zoom y se publicó en junio para un portal local. En ella relató cómo fundó Los Patita de Perro junto a Ignacio Silva “Nacho Pata”, el 30 de abril a finales de los 80, por invitación del músico Helio Huesca Martínez para un festival en la BUAP. Buscaban hacer canciones “serias” para niños, aunque muchas veces les salían chuscas, precisó.

Juan Moneda. Foto de Ebony Barret
Juan Moneda. Foto de Ebony Barret

Al respecto, en otra entrevista para Grupo Milenio, Nacho recordó que fue en 1989 cuando conoció a Juan Monedita, formaban parte de un grupo que se hacía llamar “Raíces”. Ahí, Juan ya tocaba instrumentos como la guitarra, la jarana, el violín y la flauta transversal. Además, Nacho, reconoce en esa entrevista, que fue Juan, quien le enseñó a cantar. Juan, me puntualizó sobre la misma historia:

–La verdad es que el violín, nunca lo toqué muy bien, siempre fui un poco desafinado. Pero al menos funciona para el proyecto. Hasta tenemos una canción “Panza y lombriz” empieza justo así, con el violín desafinado.

Sobre su separación de los “Patita”, Juan puntualizó que la diferencia fue principalmente musical porque él quería experimentar y Nacho, quería seguir haciendo rock para niños.

–Al formar otro grupo, tuve que ponerme a estudiar. Empecé con otros ritmos que se tocaban en México y bueno, afortunadamente hemos podido ir del bolero al son huasteco y pasar nuestras letras por ritmos más tradicionales.

Juan definía a los Monedita, como un grupo de música alternativa para niños y los papás de los niños.

–Yo sé que dentro de cada papá vive un niño, que lleva a sus hijos a mis conciertos. También a esos niños les canto.

Juan Monedita tenía 56 años, cuando pude entrevistarlo por última vez. Quería seguir escribiendo canciones para Los Monedita de Oro y no necesito describirlo físicamente. El recuerdo de su personaje vive en muchos corazones.

El 28 de abril del 2021 deseaba a las niñas y niños de Puebla un Feliz Día del Niño.

–Estamos en un momento clave, con todo esto de la enfermedad y la Pandemia. Pero de todo esto aprendemos. Y los niños que están ahora en sus casas van a saber cómo sortearla.

Se refería el músico a esa y otras pandemias que pudieran venir, después del COVID-19.

-Ya sabes que, si ahora no estás en las redes, no existes, puntualizaba un audio de Whatsapp.

Decía sentirse como nuevo cada día. Esto respecto al trabajo consciente que debía realizar a diario en las redes. Además, planeaba nuevos títulos para sus canciones en ese 2021. “Papá es un chippendale” se llamaría una de las nuevas, también escribiría sobre los medios electrónicos y haría otras más sobre animales. Prometía canciones para los más pequeños y para todas las generaciones que lo seguían. Lamentaba la disminución del trabajo para los músicos y pensaba en todos los involucrados en la industria. Desde su casa, decía pasar la pandemia como la mayoría de las personas.

–Para todos ha sido un año difícil. Sin embargo, hay que seguir trabajando.

Portada Putumayo Kids Presents kids world party
Portada Putumayo Kids Presents kids world party

Juan Monedita, en tres entrevistas, me confió que, a pesar de toda su discografía, su orgullo más grande como un profesional de la música, sucedió el 1 de enero del 2011, cuando su tema “Nadie” apareció en la compilación internacional “Putumayo Kids” Presents: kids world party. Hasta entonces, comprendí por qué varios músicos de Puebla estaban molestos conmigo tras desconocerlo en persona.

El mayor orgullo de Juan Monedita fue aparecer en ese disco. Catalogado como un popurrí global (desde Trinidad y Tobago hasta Sudáfrica) de la música infantil. El Kids world Party marcó una asociación especial hasta con la Amnistía Internacional. Destinó 50 centavos de dólar por cada disco vendido a la organización ganadora del Premio Nobel de la Paz. El CD contiene canciones en inglés, francés, alemán y español.

Juan Monedita dejó este mundo un 7 de abril de 2022. Los medios locales no revelaron la causa de su muerte. Solo mencionaron complicaciones en su salud. Hasta la fecha, los homenajes póstumos para Juan y su música, continúan en Puebla, CDMX y otros estados de la República Mexicana.


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