Por Gilberto González
Debería disculparme con todos aquellos que leen esta columna ya que el tiempo de espera fue muy largo, aunque estoy seguro de que a nadie le importa, lo mismo me ocurre, por ello no pienso escribir una disculpa nadie.
El futbol es una de las expresiones más importantes que tiene nuestra cultura, desde el aficionado que hace de éste su única justificación en la vida, hasta el individuo insensible al que no le importa lo que pase en la cancha —sólo si tuviera que elegir entre ir al DF para ver la final de los Pumas en contra de cualquier otro equipo o escuchar el programa de los jóvenes talentosos de Neotraba, sólo en ese caso declinaría por otra cosa que no fuera ver el fútbol.
Como toda expresión de la cultura lo que pasa en el futbol de manera directa o indirecta influye en los individuos.
¿Por qué fueron históricos los goles de Maradona en contra de los ingleses?
Además de la controvertida anotación con la mano y el golazo en el que burló a medio equipo inglés, el contexto histórico contribuyó para magnificar ese triunfo.
El futbol es un espejo de la sociedad. Lo ocurrido primero en la semifinal entre Cruz Azul y Morelia, y después meses más tarde en el Estadio Corona, en sendos casos la violencia ha estado en el centro de la cancha, es este reflejo de lo que se está padeciendo en nuestro país.