Por Mariana Añas
Cuando lees el título del libro es difícil no tener una referencia a una novela policiaca o de investigación, algo que nos ubiqué en un problema legal. Arraigo Domiciliario nos plantea una historia totalmente distinta. Lo que parece tener tintes de un título que resume los hechos, nos lleva a percibir tan sólo en las primeras páginas que la historia que se plantea es totalmente distinta.
Con un inicio determinante, la novela se desarrolla en un contexto marcado claramente por su desenfado y por ese aislamiento conjugado con la necesidad de “pertenecer a…”, siendo estas características las que le permiten a Escoffié desarrollar cada una de las historias internas de esta novela. Escoffié Padilla es absolutamente capaz de hacer que la novela nos lleve en cada página al entendimiento del título. Lo que parecía ser una metáfora termina por ubicarnos en una realidad cercana y nada extraña.
Arraigo Domiciliario nos plantea una historia que engloba muchas, pero todas, al fin y al cabo, echan raíz en la vida marcada por aquella monotonía que, a veces, pretende ser cambiada, o bien, es aceptada y simplemente catalogada en lo común e incluso, lo corriente.
Arraigo Domiciliario es una novela buena. Si bien al principio parece ofrecer todo y después, casi nada, se reivindica. Y esto porque la novela parece caer en un desarrollo plano por un buen rato, sin embargo la narración clara y precisa la salva. La lectura de esta novela requiere de un lector paciente, que no espere tener un clímax cada dos páginas, que se deje llevar por una historia imaginable y que si bien ofrece historias ya conocidas, ofrece historias con un sello diferente, me atrevo a decir, que con un sello especial. Las últimas páginas son las que impactan por completo en esta novela.
Óscar Escoffié desenmaraña una historia que tiene mucha tela de donde cortar y que aunque decide ubicarse en un solo terreno, da las armas perfectas al lector para retomar la esencia de la literatura: abandonar la realidad, para llevarnos a un estado de conciencia diferente pero provechoso.
Frases como:
[…] la angustia vendrá de vez en vez a echar una meada para marcar su territorio… (p.108, 2008)
nos pueden dar tan sólo una idea del cómo este autor es capaz de manejar metáforas, analogías e incluso la comicidad, para concebir un buen producto.
Arraigo Domiciliario es una novela que maneja conceptos ya conocidos pero desde un punto de vista diferente, un punto de vista nuevo, un punto de vista moderno.
Las grandes novelas son purificadoras porque en ellas se libera el ánimo de la ilusión de cada felicidad individual. —Baltasar Gracián