El sombrero azul que unió a los estudiantes.
Dana Camila Reyes Muñoz y Alain Cervantes escriben una breve relatoria de los acontecimientos que han ocurrido los últimos días en Puebla, la BUAP y la prepa Zapata.
Dana Camila Reyes Muñoz y Alain Cervantes escriben una breve relatoria de los acontecimientos que han ocurrido los últimos días en Puebla, la BUAP y la prepa Zapata.
Por Dana Camila Reyes Muñoz y Alain Cervantes
Puebla, México, 01 de marzo de 2020 (Neotraba)
El 24 de febrero se encontraron los cuerpos sin vida de tres estudiantes de medicina y un conductor de UBER; dos jóvenes colombianos, ambos de intercambio por parte de la Universidad Sanitas, en Bogotá, Colombia con la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), y otro de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), este último proveniente de Veracruz.
El miércoles 26 de febrero se dieron a conocer los datos de la investigación realizada por la Fiscalía General del Estado de Puebla (FGE), los cuáles apuntan a una riña, que inició entre los estudiantes y los asesinos, terminó con una masacre en Santa Ana Xalmimilulco, junta auxiliar de Huejotzingo, fue por un sombrero azul de una de las víctimas de este trágico suceso.
Cabe recalcar que los jóvenes estudiantes y el conductor de Uber no fueron asesinados por ningún danzante del carnaval como algunos medios lo informan, y tampoco se encontraban cerca del carnaval de Huejotzingo al momento de ser asesinados. Los estudiantes pidieron un Uber porque habían asistido al carnaval de Huejotzingo y se iban a retirar a sus casas, todo esto pasó a las 22:15 pm, lo que aconteció es ajeno al carnaval.
Este acto fue la gota que derramó el vaso, la comunidad estudiantil se unificó y decidimos realizar manifestaciones para proteger nuestros derechos como estudiantes y exigir mayor seguridad, ya que últimamente se han reportado muchos casos de homicidios, agresiones y feminicidios.
Dicho suceso hizo que las actividades académicas en la facultad de medicina de la BUAP se detuvieran, lo que logró que toda la comunidad universitaria se uniera para realizar un paro a nivel universitario, en el que nos solidarizamos preparatorias y universidades públicas y privadas del estado de Puebla.
En la comunidad estudiantil de la Preparatoria Emiliano Zapata se convocó a paro el día 26 de febrero. Desde las 7:00 am llegamos al patio y nos organizamos para realizar carteles y pancartas que fueron colocados en el centro histórico de la ciudad de Puebla. Estuvimos dentro de las instalaciones de la preparatoria hasta las 10:30 am para después salir a la calle, y tomar la 4 norte y la Palafox para manifestarnos pacíficamente, con apoyo de la Facultad de Filosofía y Letras de la BUAP.
Las pancartas tenían escritas las exigencias de mayor seguridad para los estudiantes y carteles con algunas consigas y reflexiones sobre el movimiento estudiantil, y aunque habían transeúntes que se burlaban del movimiento y que intentaron desacreditar el movimiento, no se perdió el objetivo central ni la postura pacífica.
Las exigencias que en un principio se habían demandado eran bastantes generales, en algunas preparatorias y facultades se ha optado por generar un movimiento propio al ver que existen ciertas inconformidades e injusticias, todo esto sin dejar de apoyar el movimiento de la facultad de medicina de la BUAP. Algunas de las demandas que se han expuesto son:
-Mayor seguridad para los estudiantes en los alrededores de las escuelas y facultades.
-Revisión de las plazas de servicio social que son peligrosas y comprometen la integridad de los estudiantes.
-Garantizar el esclarecimiento de todos los casos de alumnos asesinados de BUAP, UPAEP, y todo México.
-Cambio en las políticas contra el abuso y acoso sexual contra universitarias de todas las instituciones.
El jueves 27 de febrero la comunidad de la preparatoria Emiliano Zapata realizó un paro interno. Inició desde las 7:00 am, permanecimos en la Casa del Traductor donde nos reunimos para discutir las propuestas que teníamos y agregarlas a nuestro pliego petitorio. Después se convocó a una asamblea para discutir qué dirección tendría este movimiento. En esta ocasión se sumó más gente a la protesta, aunque algunos docentes enviaron mensajes a los padres de familia para que no permitieran a sus hijos asistir al paro. Las actividades finalizaron a las 17:00 pm, dejamos las instalaciones para retirarnos a nuestras casas.
El viernes 28 de febrero se realizó un paro “sorpresa”, no se avisó a nadie para que no hubiera rumores y no se difundiera la información y que ésta no llegara a los docentes. Desde las 6:15 am las instalaciones fueron tomadas por los alumnos y evitamos la entrada de cualquier maestro y administrativo. Momentos después, se entabló un diálogo con el director de la institución.
No fue un día sin clases, pues los mismos estudiantes impartieron asesorías a los otros alumnos para que pudieran seguir con sus estudios durante el paro.
Y aunque las cosas pueden parecer complicadas por las acciones que están tomando el gobierno, los medios o algunos docentes contra este paro, los estudiantes evitaremos convertir de este movimiento algo político y agresivo.
Nosotros tenemos el objetivo de mantener el renombre de la universidad, la seguridad de los estudiantes y la unión de toda la comunidad estudiantil. Esto es sólo apenas el comienzo.
“Nunca en mis 16 años de vida había visto un movimiento estudiantil tan grande, me impactó que muchos salieran de su zona de confort para abrir los ojos y luchar por lo que debería ser nuestro.
Sé que hay estudiantes dentro de nuestra institución que no creen que esa sea la manera de pedir las cosas, que deberíamos continuar con clases normales y estudiar para salir adelante. Y como sé que esa es su forma de pensar, creo que ha habido mucho respeto entre ambos lados, entre ambos pensamientos, ante ambos ideales: cosa que hace unos años hubiera sido causa de separación.
Me siento orgullosa de ser parte de este movimiento, sea cual sea el punto de vista del estudiante, al fin veo un paso en el presente para cambiar nuestro futuro.”
Roldán, S.
“El 26 de febrero un señor gritaba que regresáramos a casa porque solamente nos estábamos asoleando, además de que no estábamos solucionando nada manifestándonos.
Sentí que lo que ese señor dijo era lo que muchas personas opinaban pero no se atrevieron a decir. La gente no era empática con nuestro movimiento pero a pesar de eso, nosotros resistimos e incluso, continuamos con el paro.”
Galicia, D.
Los estudiantes vivimos con miedo, nos aterra salir de nuestras casas y tememos jamás volver, ser víctimas de un asalto, un secuestro, una violación o hasta un asesinato.
Por aquel sombrero azul decidimos hablar, ahora estamos despiertos, y jamás volveremos a callar.