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El 2011 se fue y ya llevamos recorridos varios días del último año que nos queda; pero… ¿qué encontramos en los últimos suspiros del año pasado? El primero de noviembre (11-1-11) los miembros de Naughty Dog nos dejaron disfrutar del nuevo miembro del gordo capitalista (tristemente cierto):

Uncharted 3, imagen cortesía de Rokubi
Uncharted 3, imagen cortesía de Rokubi

No es como si los videojuegos formaran parte de la vida diaria de la prole, sin embargo muchos juegos tomaron la ambición de entregar un buen contenido, como su música, arte visual, historia, entre otras cosas, tal y como Uncharted se había encargado desde sus dos primeras entregas. No es como si la última entrega fuera solo un multi-player, sin embargo el modo campaña deja mucho que desear.

La historia queda muy bien colocada en la línea del tiempo; gracias a esto se te permite adentrar más en los personajes de la serie; un Nathan Drake –personaje principal- más obsesionado por aventuras; un Sully –amigo de Drake- más maduro y viejo; y el montón de personajes secundarios que fungirán como niñeras regañonas para nuestro protagonista.

El tema de la historia: ¿recuerdas ese anillo de Sir Francis Drake, el cual Drake porta todo el tiempo? Si la respuesta es SÍ, ya estás del otro lado, si la respuesta es NO, entonces jamás pusiste atención a las entregas anteriores o simplemente eres nuevo en estos videojuegos. No hay mucho de qué preocuparse, Uncharted 3 explicará más afondo cómo Drake consiguió tal anillo y todas las consecuencias que trajo consigo. Entre dichas consecuencias, tenemos el pretexto de la historia: Katherine Marlowe te persigue desde que eres niño, pues según ella, es la dueña absoluta del anillo y todos los tesoros que esconde –dice que es de ella, porque fue quien lo iba a robar primero en Cartagena, Colombia-  lo cual se ve frustrado por el personaje principal y hasta apenas se volvieron a encontrar. Esto trae consigo una persecución muy caprichosa, desde los eventos más sencillos, hasta escenas épicas, como lo es una caminata de día y noche en las arenas del desierto, hasta poder destruir una ciudad oculta –la Atlántida de las arenas- con tan solo 3 disparos, la cual tiene –tenía- miles de años.

En resumen: la música está bien colocada, y no solo eso, sino que además tiene esa magia de atraparte. Aún así, no alcanza ese nivel al cual estábamos acostumbrados. Una historia sencilla que cautiva la imaginación en escenarios poco usuales. Lo que sobre sale son esas gráficas de nueva generación que hacen trabajar un PlayStation 3 a todo lo que puede, sin embargo… eso no hace un buen juego.

¿Entretenido? Sí, y bastante, de hecho el modo en línea es bueno, me atrevería a decir que es de los mejores.

¿Contenido? No, se crearon demasiadas expectativas antes de su lanzamiento y que al final dejaron en el aire muchas cosas que se podían haber detallado para entregar algo más, que solo un pretexto de historia.

¿Por qué habría de escribir acerca de algo que no entrega nada?

Igual que yo, muchas personas esperaban ver una de esas grandes hazañas, mezcladas con una historia intrigante, pero terminó en una decepción. En algún momento pensé en escribir lo increíble que sería esta entrega, pero después de jugarlo, dejo en claro que es un videojuego de entretenimiento, y no de arte. Al final, debo decir que su pasado me hace sonreír ante lo que jugué, y claro, me emocionó, pero ese juego entre emociones y lo que veía en pantalla, no alcanzan a ser el punto máximo de lo que podría ser. Después de todo, aplaudo los cambios realizados, bien por el atrevimiento, pero hay que construir un producto que se disfrute y enriquezca, no que te envicie.

Épico

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