Un mural en el Metro Tacubaya.

Por Pascual Borzelli Iglesias / Óscar Alarcón (@metaoscar)

Ciudad de México, 11 de mayo de 2020 00:01 GMT (Neotraba)

Treinta y cuatro años del mural en el Metro Tacubaya.

A una máscara de jade la circundan brazos extendidos y entrelazados; colores terrosos dominan la imagen pero el rojo se enciende del lado izquierdo del espectador: el fuego de los volcanes de esta tierra, es el mural de Guillermo Ceniceros, quien el 7 de mayo de 2020 cumplió 81 años.

Guillermo Ceniceros nació en El Salto, Durango en 1939. Se tituló como Diseñador Industrial por la Universidad de Nuevo León, era 1958 cuando se graduó. Once años después, en 1969, gana el Premio de Pintura otorgado por la SEP. Es un pintor abstracto figurativo.

De 1956 a 2014 realizó más de 300 exhibiciones, entre otros lugares: Palacio de Bellas Artes, Museo de Arte Moderno, Museo Nacional de La Habana, Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile.

En galerías de La Haya, Holanda; en Iturralde Gallery, La Jolla, California, Estados Unidos de América entre otras. Obra muralística suya se encuentra en EUA, Canadá, Chile.

A lo largo de su vida como pintor ha desarrollado una gran técnica en el retrato. Actualmente trabaja en un proyecto de retratos de personajes de México a partir de la obra de Brueghel.

Ceniceros trabajó con David Alfaro Siqueiros en 7 murales, entre ellos La marcha de la humanidad, donde tuvo una destacada participación. La influencia de Siqueiros es notoria: el dinamismo, la idea de movimiento, la composición geométrica y la creación de espacios profundos.

Del códice al mural, en la estación Tacubaya de la línea 1, del Sistema de Transporte Colectivo Público Metro. Lo pinta en 1986 y se inaugura el 25 de mayo de 1987.

El programa pictórico del mural presenta el mítico caminar de los mexicas desde Aztlán al encuentro con el águila devorando a la serpiente en el lago, origen de la actual Ciudad de México. Además del pueblo mexica es posible apreciar otros elementos importantes de la cosmogonía prehispánica: Quetzalcoatl, Coatlicue y Mictlantecuhtli.

De octubre a diciembre de 2019, la estación Tacubaya tuvo una afluencia de miles de personas y pocas son las que se detienen a apreciarlo. El mural, en sus distintos lienzos, presenta deterioro causado por humedad, desprendimientos, grafitis y limpieza no profesional.

En este 2020, en medio de la pandemia por COVID-19 y cuando se ha decretado la suspensión de actividades no esenciales, se colocan andamios y escaleras frente al mural.

Las autoridades de la ciudad, el secretario de cultura y la dirección del Metro no han informado sobre lo que se está haciendo allí. A todos ellos se les ha solicitado información y al momento de publicar esta nota no se recibió su respuesta. Para la crónica que se presenta, la policía y los jefes de estaciones nos han dicho que no están autorizados para dar esa información y han impedido el trabajo fotográfico.

Sin duda sería poco asertivo realizar reparaciones al acrílico sobre fibra de vidrio –técnica con la que se pintó el mural– sin el aviso y permiso del autor.

La recomendación de “Quédate en casa”, nuevamente es violentada por el propio gobierno, a quien también le hemos preguntado por las reparaciones y construcciones no esenciales en la vía pública. Sobre todo, cuando desde días pasados se anuncia que la epidemia se encuentra en el punto más alto de contagios, la parte más peligrosa.

A pregunta con el pintor Guillermo Ceniceros sobre la colocación de los andamios, respondió que no sabía nada. El mural, que abarca cerca de 700 metros cuadrados, el cual se basó en los códices Ramírez y Boturini.

Otro mural suyo se encuentra en el Metro Copilco: El perfil del tiempo, con lo que se convirtió en uno los pintores pioneros muralistas en el Metro. Recientemente, Alberto Castro Leñero también ha realizado murales en Metro Taxqueña.

Del códice al mural, es un relato de la fundación del Señorío de Tenochtitlán, etapa histórica fundamental para entender nuestro pasado y presente como mexicanos.