Por Jorge Durán.
Agradezco enormemente el matrimonio que en estos momentos tiene la música con el internet. Seamos honestos, actualmente pocos descubrimos bandas al ir a tocadas; vamos a las tocadas porque ya conocemos a la banda, cosa que tampoco está mal.
Así fue como descubrí a No Somos Marineros, gracias al Señor Internet. Ellos retoman algo demasiado obvio, pero que poco a poco se ha ido perdiendo en esencia: una banda no se forma para sacar discos, una banda se forma para partirse la madre sobre un escenario.
Tan sólo han liberado 3 demos que no bastan, siempre necesitaremos más. Conscientemente, o no, estos cachorros nos obligan a ir a sus tocadas llenas de codazos, mosh pits, slams y sudor infinito. Que no se malentienda, no lo digo como algo malo, al contrario, todo se complementa para poder funcionar y así crear una simbiosis un poco calurosa.
Ellos, no son marineros, son un constante recordatorio de que en la vida no hay puntos medios, las cosas se hacen o no. Se vive o no.