Crónica de Javier Claure sobre el discurso de Han Kang al recibir el Premio Nobel de Literatura el pasado 7 de diciembre: Al terminar su discurso parecía más luminosa, como si el dolor compartido con el público hubiera encendido una vela en cada corazón. En ese instante, se sintió el peso de los muertos que no nos deja olvidar quiénes somos, ni lo que podemos llegar a ser.