Esta semana en Muertecita de Mirna Coreliel: Honestamente, prefiero no entrar con esta holgura en ningún sitio que caber en el nosotros. Continuar poniéndole una “o” a mi apelativo significaría, en términos menos elegantes que los de La Bruja, esclavizar mi apetito, mi pelo, mi brazo, mi entrepierna, la palabra.