Un cancionero que honra la vulnerabilidad, la vida y la muerte, la feminidad, el amor y el desamor, a la tierra, a la naturaleza, a lo que no se puede ver, a lo místico.
Emma Hurtado fue agente de Diego Rivera cerca de 10 años, además de amiga y cónyuge, entendía las necesidades de un artista de la talla de uno de los tres grandes muralistas.