Al cuerpo

Somos el aviso del cuerpo y también el abandono al que lo sometemos. Pudiendo convertirnos en personas expertas de la escucha del cuerpo, solemos trabajar en ser expertas para enmudecerlo, ensordecerlo, sometiéndonos al sometimiento que ya estaba mucho antes de que nosotras llegáramos. El cuerpo traduce, grita, lo agradezco. Por Fabiola Arellano

Fotografía de Inge Poelman a través de Unsplash

Un año con Mariana: acompañamiento en el autismo

Fabiola Arellano lee una carta para Mariana: aprendí a conocerte como el lugar seguro que eras, aprendí a comprender la vida ritualizada que te daba calma, a cuidar tus audífonos que te protegían de los ruidos.

Mariana. Fotografía por cortesía de Fabiola Arellano

Fati

Fabiola Arellano lee una carta para Fati y se acompaña de una misiva de la tía de Fati: porque no merecía morir de esa forma, porque nadie lo merece. 170 años por lo que no se puede reparar...

Fati. Fotografía por cortesía de Fabiola Arellano

Al activismo anticarcelario

Fabiola Arellano escribe una carta para recordarnos que la cárcel es una ciudad en donde todo se intensifica y que podríamos desafiar ese guion que no permite abrazar a los cuerpos que han sido descartados

Fotografía de Pawel Czerwinski a través de Unsplash

Carta

Fabiola Arellano escribe una carta para alguien que ha lastimado a otras personas: ¿Qué hará falta para que dejes de justificar tu presente con las historias de tu infancia? ¿Has notado que te vas convirtiendo en tu padre?

Fotografía de Meg Aghamyan a través de Unsplash