Fabiola Arellano lee una carta para Fati y se acompaña de una misiva de la tía de Fati: porque no merecía morir de esa forma, porque nadie lo merece. 170 años por lo que no se puede reparar...
Fabiola Arellano escribe una carta para recordarnos que la cárcel es una ciudad en donde todo se intensifica y que podríamos desafiar ese guion que no permite abrazar a los cuerpos que han sido descartados
Fabiola Arellano escribe una carta para alguien que ha lastimado a otras personas: ¿Qué hará falta para que dejes de justificar tu presente con las historias de tu infancia? ¿Has notado que te vas convirtiendo en tu padre?