Al cuerpo

Somos el aviso del cuerpo y también el abandono al que lo sometemos. Pudiendo convertirnos en personas expertas de la escucha del cuerpo, solemos trabajar en ser expertas para enmudecerlo, ensordecerlo, sometiéndonos al sometimiento que ya estaba mucho antes de que nosotras llegáramos. El cuerpo traduce, grita, lo agradezco. Por Fabiola Arellano

Fotografía de Inge Poelman a través de Unsplash

El placer es un dolor exquisito

Mirna Coreliel estrena columna y escribe sobre el erotismo y el dolor: El cuerpo es brutal. Una brigada de químicos y quimeras. Entre la ciencia del rigor mortis y lo sacro de la descomposición, este embalaje de fragmentos heridos nunca deja de ser cuerpo.

Fotografía de Mirna Coreliel