Por David Ullhman.
Si sabes de unas vacaciones que tienes que vivir son aquellas en las que te atreves a hacer muchas cosas y te liberas de todo aquello que te viene pesando en la espalda, te despides por un tiempo de tu trabajo y tu escuela y te dedicas a escrutar y disfrutar de ese lugar que estás visitando. Me refiero sólo a las vacacione cuando sales y estás en la playa disfrutando de los bellos cuerpos bronceados pasar frente a ti. Quiero decir que las vacaciones generalmente tienen que ser una experiencia agradable y que, aunque sabemos que en algún momento terminarán, tendrán un final satisfactorio.
Roman Holiday es una película dirigida por William Wyler, conocido por Funny Girl y Ben-Hur, con las actuaciones del increíblemente gallardo y guapo Gregory Peck en el papel de Joe Bradley y la hermosa Audrey Hepburn interpretando a la princesa Ann. Sin duda es una de las películas más bonitas que he visto y que han conseguido que al final termine gritándole a la princesa Ann por ser tan seria con su trabajo, digo, ser princesa seguro que no es una chamba fácil. Pero bien, trataré de contarles de que trata sin quemarles el final de la peli.
La princesa Ann es una joven de la realeza que se encuentra de visita en Roma por asuntos que atañen a las personas de sangre azul. Ann es frágil y no ha conocido el mundo más allá de donde se le permite, obedeciendo a las normas que todo noble tiene que respetar y seguir: formalismos, posturas, conveniencias, mesuras, convenios, agrados, educación, modales y una larga lista de cualidades que debe de adquirir y conservar ante el mundo entero. Ann, cansada de esta situación y desesperada cae en un berrinche marca no mames y recibe, debido al nivel del coraje, atención medica. El sabio medico le administra cierta dosis de un medicamento que la droga, entonces, durante esa noche, sale, así toda drogada, a pasear por la ciudad de Roma encontrándose con Joe Bradley.
Bradley es reportero y su trabajo no le ha sido muy redituable últimamente hasta que, una noche, se encuentra con una jovencita adormilada a quien no puede dejar a su suerte en el frio de la calle y a los peligros probables que ésta ofrece. Decidiendo que no la dejará en esa situación resuelve llevarla a su cuarto y, muy respetuosamente la cobija en un viejo diván. Al despertarse ella cobra conciencia de su situación: está perdida en una ciudad extraña y en el cuarto de un desconocido. El desconocido que después se vuelve no tan desconocido y un buen amigo le ayuda para que pueda regresar sola al palacio y le brinda un poco de dinero. Lo que no sabe ella es que todo es parte de un plan elaborado por parte de Bradley que le dará una oportunidad más en su trabajo.
Vacaciones en Roma, como se titula en español, muestra a una joven descubriendo un mundo vivo que palpita y respira y que nunca se hubiese podido imaginar, es una película para que muestra el reafirmarse como persona y decidir el papel que se quiere tomar en la vida y como se debe conjuntar con el papel que se debe tomar en la vida. Ann conocerá el primer amor que es tan intenso como fugaz pero que queda como una marca de fuego en la mente de esta fuerte joven convirtiéndose en mujer.
La película no tiene el final al que estamos acostumbrados en esta línea de películas (lo más cercano a una comedia romántica) pero claramente es final que merece, el final que debe de tener puesto que todo ha apuntado a esa parte y así lo solicita la historia, las acciones de los personajes y sólo este final, a mi parecer, es el que puede mantener la película en el nivel tan alto que se logra posicionar.
Una película que recomiendo ampliamente para todos aquellos que se quieran enamorar, reír y perderse en una ciudad que apunta directamente al corazón.
Les dejo el tráiler para que se den una idea de la fregonería que estaría chido vieran.