Ubaldo Cuauhuey escribe sobre el chiste ¿por qué el pollo cruzó la calle? Resulta que a lo largo de la historia se ha dado en el mundo diversos movimientos. Es difícil sentarse ante la mesa y dialogar de una manera ética y lógica cuando existen muchos intereses y cuando se parte del interés de una sola persona.
Por Ubaldo Cuahuey Tlahuel
Hace unos días recordé una vieja anécdota que habían platicado hace tiempo y por suerte la encontré en Internet, es una historia jocosa que trata los diversos puntos de vista y opiniones que diversos filósofos, intelectuales, políticos y religiosos contestan a una pregunta simple. Este cuento originalmente nació en los países que hablan inglés a manera de chiste o adivinanza y como ya dije es muy simple, alguien pregunta: ¿Por qué el pollo cruzó la calle?, y entonces el interlocutor pregunta ¿Por qué? A lo que el que pregunta dice: para llegar al otro lado.
El chiste o adivinanza en sí es muy simple pero me centraré en la historia de la que previamente ha dejado el link.
Resulta que a lo largo de la historia se ha dado en el mundo diversos movimientos por la igualdad de género, por la libertad de expresión, libertad de cultos y creencias y un largo y múltiple etcétera. Es difícil sentarse ante la mesa y dialogar de una manera ética y lógica cuando existen muchos intereses y cuándo se parte del interés de una sola persona que a veces no ha vivido o experimentado la causa que defiende.
Es fácil por ejemplo para un político decir que acabará con la pobreza, sabiendo que para él pobreza significa no tener dinero para la gasolina de su Ferrari o de su BMW. No estoy en contra de ningún movimiento en particular pero sí creo que muchos deberían retroceder dos pasos atrás para replantear y planear nuevas estrategias que tengan como base la ética y la práctica de los valores universales para crear una verdadera revolución intelectual, para que lejos de dividir aún más a la humanidad, se logre precisamente lo contrario: unificar intereses y punto de vista para demostrar al mundo que realmente hemos progresado como humanidad, y que no necesitamos más guerras y conflictos de interés.
Alguna vez dijo John Lennon, “Pensarás que soy un soñador, pero créeme, no soy el único” y tal vez si sea un sueño imposible o al menos no tan fácil. Los sueños se multiplicarán y también los soñadores.
Usted amable lector ¿Qué opina? ¿Por qué cruzó el pollo la calle?
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El verdadero problema no es “acabar con la pobreza”, enunciado de suyo iluso, sino evitar que la brecha de inequidad se agrande y, mediante un esfuerzo colectivo, achicarla hasta dimensiones justas y posibles. Claro que esto implica también preguntarse: ¿Qué es lo justo? ¿Cuánto es posible? Dignidad para todos los humanos, sería mi propuesta.
Muchas gracias por el comentario. Se lo haremos llegar al autor del texto.
Saludos.