Por David Ullhman.
La última vez que escribí fue una entrada que preparé para el futuro, una entrada que tarde un tiempo en escribir pues tenía el cerebro seco de ideas y repleto de curiosos pensamientos que no me dejaban dormir.
La última vez que escribí me sentía con ganas de mandar todo al diablo, me sentía solo, en el borde de una barranca que estaba por desbordarse y entonces caería lentamente esperando llegar a algún lugar donde pudiera tomar una taza de té y sentarme a comer pastel sin preocuparme por amigos, familia, amores y responsabilidades…
No entiendo muy bien mi manera de ser y de pensar muchas veces, incluso siento que estoy mal cuando estoy bien, y que estoy bien cuando estoy bien, y que estoy mal cuando estoy mal, y que estoy bien cuando estoy mal, y algunas veces siento que ni estoy, siento que lentamente las fibras de mi cuerpo se van desconectando y se transforman en metal convirtiéndome en un autómata que ya ha sido programado con instrucciones y que tiene el botón de autodestrucción muy cerca y que lo he estado a punto de tocar.
No puedo entender a las personas que me rodean, siento que soy de algún planeta lejano donde seguramente estoy soñando, donde toda esta realidad es mera ficción, busco mi amuleto, mi tótem, mi pieza de ajedrez que me diga que es la realidad, pero hasta el momento no se si la he dejado bajo la almohada del otro universo y tengo que despertarme para poder ver que sigue todo en su lugar.
Recientemente estuve a punto del colapso, de mandar todo a la chingada: mi trabajo, mi carrera, mis canciones, mis películas, mi teatro, mis ganas de vivir, y fue entonces cuando aparecí sentado en el fondo de la piscina, una imaginen que me recuerda a Eduardo mas no es la misma que me ha descrito, es la contraria, me sentía en el fondo, con el peso del agua golpeando mis pulmones para hacer que saliera todo de mí, las voces eran sonidos distorsionados de llaves industriales que giran sin aceite y exhalan vapores aumentando el calor, el aire se agotaba y entonces mi cuerpo me lo exigió.
Primero mi frente e inmediatamente mi nariz inhalo el aire de la piscina, el aire del mundo que me estaba perdiendo, las voces dejaron de sonar y entendí que no soy de los que mandan todo al demonio, soy de los que aprendieron a nadar.
El final de un ciclo de eso que siempre quiero que terminen ha llegado, un periodo largo en el que me someto a lecturas forzadas, a pensar en interpretaciones que van a agradar a los otros, a preocuparme por números que fingen medir lo mucho o poco que sé, ese periodo se ha ido ya, y con él ha venido un golpe de realidad impresionante.
Sé que la mayoría de las personas considera que el vivir en el estrés y tener una vida ocupada es la realidad, pero la realidad, según yo, es todo y más allá del todo, es aquello que no te detienes a analizar y a pensar por periodos largos, no, la realidad es todo aquello que te hace sentir, que te hace dar vueltas, que lleva tus emociones a un extremo y luego de estirarlas a lo máximo las suelta y te dan un rebote que causa una marca en ti, según yo, vivimos en un estado de aletargamiento cuando pensamos en que vamos a hacer mañana y pasado y el resto de nuestras vidas y no nos dedicamos a sentir el aire que agita nuestro cabello, esa es parte de la magia de la realidad, el buscarla liberándonos de un mundo inventado por todos nosotros como sociedad.
Ya se… suena como algo auto reflexivo, de los libros que estarían ubicados en la parte de desarrollo humano, pero para mí es verdad.
Llegaron unos amigos de Colombia, que no eran tan amigos cuando los conocimos allá, pero que aquí se consolidó una relación pfffft!!!!! Que durara un buen rato. Mi director de coro me invitó a un viaje que pensaban hacer a Zipolite, Oaxaca, y me negué al principio, pues en el trabajo las cosas no estaban tan bien, en la escuela me estaban pidiendo trabajos finales y estaba en el borde del precipicio. En cuanto vi a los chicos de Colombia supe, por una razón rara, que tenía que ir a ese viaje.
El viaje sucedió unos días antes de que terminara la escuela, de hecho estaba entregando los últimos finales, pero bueno, ya era mi hora y había dejado todo listo para no tener inconvenientes a mi vuelta.
Al llegar a Zipolite tooooooooodooo, absolutamente tooooodo se transformo, no sabía que sucedía, fue un día en el que era tan raro todo, mi celular se quedó en la maleta y estuve incomunicado por todo el día, después a propósito lo hacía, y entonces la realidad comenzó, me ilusione, sentí, volé, nade, me sumergí en mis pensamientos y encontré un montón de palabras que no sabía su significado, encontré conceptos vacíos que me complicaban, me enamoré, me desenamore, me volví a enamorar, me encelé, me apene, me avergoncé, sentí la arena en mis labios, vi el sol soltar los destellos más hermosos antes de desaparecer y dar paso a mis lagrimas, me despedí de algunos objetos, me posicione al lado de unas personas, me enojé por no ser honesto y me reproche por no aceptarme como soy algunas ocasiones, descubrí que nací de esta manera y lo amo, probé, me di cuenta que ya estaba enamorado y que me podía enamorar mas, me enamoré mas, y al inicio de un nuevo día me sincere con quien me imaginaba producto de sus sueños, no me sentía ni superior ni inferior, solo yo, contesté con honestidad a algunas preguntas, quise besarlo, concilié mi pasado con mi futuro y entonces, solo entonces, el mar dejo de tocar mis pies.
Ésta entrada está dedicada a los nuevos amigos que hice en esta semana, que seguramente nos volveremos encontrar, Juan Camilo, Xiomara, Laura mi amor, Sonia, Schnaider, Danilo, Daniel, Jhonatan, Ingrid, el Negro, Edimar, Ismael, Jazz, y el demás grupo que volveré a ver para hacer desmadre del bueno.
A los amigos que desde su inicio han estado conmigo y que en esos momentos en los que caigo no están, pero si están cuando me tengo que levantar, Pola, Eduardo, Jareth, Rosalva, Andrea, Mariana, Lupita, José Luis, Rodrigo, Óscar, Alejandro Ferrero, Santi, Abril, Luz, Jerson, Ruth y Maricela.
Y a los amigos que aunque ya no están conmigo como antes, siempre les guardaré un recuerdo y afecto muy lindo.
Nota 1: Los amoo!!! (Dedicado especialmente a los Colombias)
Nota 2: I’m sexy and i know it!
Nota3: ahora si… hora de recomendar ;D!
Nota 4: Espero que los reyes me traigan lo que más amo en esta vida… pronto les andaré contando jejeje