Puerto Libertad

“En el vuelo” esta semana nos trae una visita a Puerto Libertad: se nos ofertaba como la ilusión de crecer, tener los argumentos para llevar a la chava al cine, decir que salimos airosos en cada una de las encomiendas laborales mar adentro. Por Carlos Sánchez.

Puerto Libertad. Fotografía de Nadia Scott

Mi hermana Nena

Dulce María Rodríguez Vivas nos presenta un cuento que emerge del Taller de Cuentos Libertad: “Inmediatamente supe que la muerte es como un huracán que arrasa y te deja sin defensas. Te aniquila, te arrebata lo que amas: te quita años de vida.”

Orizaba Veracruz. Foto de Óscar Alarcón

Guaymas

“En el vuelo” esta semana nos trae una visita a Guaymas: Maestro, hacía cinco años que no escuchaba el mar. Alumnos de talleres de escritura, una tostada de callo y camarón, una máquina de coser y la historia de la niña del baño. Incidir en la vida de los que leen y escriben. Por Carlos Sánchez.

Guaymas. Foto de Carlos Sánchez

El ciervo

Nadie escapa, dice una voz. Un joven y un ciervo parecen mezclarse en un ambiente lúgubre, pero ¿qué hacen en medio de la autopista? Un cuento de Antonio Rojas Silverio.

Fotografía de Philip Swinburn Unsplash

Yo, el perro. Me llamo Rojo. Orhan Pamuk

¿Cómo concibe occidente a los perros turcos? Isaac Gasca Mata escribe en Cínico, su columna sobre lomitos en la literatura: El perro de Pamuk es un animal grosero, semisalvaje, que en reiteradas ocasiones presume la libertad que los de su raza gozan en los países musulmanes pues les permiten vagar a sus anchas, en jaurías, sin una correa que impida su libre tránsito.

Me llamo Rojo de Orhan Pamuk