Macaria España escribe una reseña sobre Ni una más, libro de Frida Guerrera, en donde se observa que el feminicidio es un crimen que lastima profundamente a nuestra sociedad y parece no sucumbir con los nimios esfuerzos de las autoridades por erradicarlo.
Por Macaria España (@Makiabelica)
Puebla, México, 3 de febrero de 2020 (Neotraba)
“Un día como cualquiera te levantas e inicias tu vida sin detenerte a pensar que puede ser el último;
que te pueden asesinar o que alguien que amas desaparecerá”.
Frida Guerrera.
El feminicidio es un crimen que lastima profundamente a nuestra sociedad y parece no sucumbir con los nimios esfuerzos de las autoridades por erradicarlo. Y eso queda plasmado en Ni una más (Penguin Random House, 2018), escrito por la activista Frida Guerrera, como un libro de no ficción pero que en sus 271 páginas se percibe puro horror.
La autora recopila datos estadísticos sobre la violencia contra las mujeres y, a su vez, va dando cuerpo a esos números, nombres, actitudes, emociones y sobre todo, muestra una radiografía minuciosa de lo que sufrieron no solo físicamente sino en cada aspecto de sus vidas.
El trabajo, por varios años, como luchadora social ha dotado a Frida Guerrera de un material invaluable que trata de vaciar en este libro, las historias de las mujeres que ha conocido en esa lucha, en el afán de visibilizar la violencia de género. Así como encontramos el lado de las víctimas, también podemos observar el panorama judicial que tuvieron que afrontar. Esto puede explicar de alguna manera, por qué los índices de estos delitos no decrecen sino todo lo contrario. La indolencia de los gobiernos en los diferentes niveles, la impartición de justicia como letra muerta.
A través de capítulos temáticos nos muestra el dolor, crueldad, abuso, al que fueron sometidas mujeres, niñas, madres de familia. No, no es lo mismo que leer la nota roja del periódico, es leer desde la voz de las que sobrevivieron y las que no; provocar en el lector una reflexión sobre cómo llegamos a este punto en el que las mujeres mexicanas están en un peligro constante y si sobreviven a la violencia deben considerarse afortunadas.
Frida Guerrera, a pesar de la adversidad que ella misma enfrenta, narra la violencia porque es un rescate valioso y urgente para evitar que más mujeres sean calladas.
