Marisol nava: Poeta leve, alada y sagrada.
Mariam Rojas escribe una reseña sobre el poemario Parpadeo de Muerte de Marisol Nava. Un poema largo, con un aura de tristeza, melancolía y muerte.
Mariam Rojas escribe una reseña sobre el poemario Parpadeo de Muerte de Marisol Nava. Un poema largo, con un aura de tristeza, melancolía y muerte.
Por Mariam Rojas
Puebla, México, 27 de agosto de 2019 (Vertedero Cultural)
“Si Platón considera al poeta como un ser leve, alado y sagrado, el trabajo de Marisol Nava lo prueba” (Minero, 2011), ésta es la segunda línea del prólogo que abre el poemario Parpadeo de muerte (2011) de Marisol Nava. Cuando el libro llegó a mis manos no tenía ninguna expectativa, pero al abrirlo y encontrar dicha sentencia me pareció que lo más sensato era dudar de que el contenido fuera tan maravilloso: déjenme decirles que ahora estoy totalmente de acuerdo con Efrén Minero.
Parpadeo de muerte es un solo poema largo compuesto de varios poemas cortos agrupados en tres partes. Cada parte transcurre mientras te sumerge en un aura de tristeza, melancolía y muerte. La primera parte, llamada “Las Intuiciones”, te habla a través del sentir del cuerpo y de la mente acerca del vacío, las sombras en la piel y deshacerse en el último momento para terminar siendo nada:
“Soy raíz de agonía
Desamparada sombra
Desalojado reflejo
Nada”
(Nava, 2011)
Sin ganas de soltar el pequeño poemario de 59 páginas, pasamos a la segunda parte: “Hallazgos”. Donde la presencia de la muerte se fija en nuestros huesos. Es tan acertada que podemos sentir como la muerte, al igual que un demonio, toma la forma de nuestros más grandes temores: olvido, depresión, enfermedad… o el agua en el jarrón que adorna un velorio:
“Para la tarde fue aroma
de llovizna exangüe, agusanada
aroma de enfangada lluvia
infectando el sosiego”
(Nava, 2011)
Terminamos con “La Certeza”, que en siete breves poemas nos enfrenta a Caronte, el miedo a la muerte y el miedo a no morir:
“Caronte
simplemente
ha dejado de remar”
(Nava, 2011)
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Parpadeo de muerte es un libro para leerse de una sentada, para dejarte llevar por los versos a un mundo diferente del que habitas, un mundo “leve, alado y sagrado”. Marisol Nava, escritora Tlaxcalteca, ha publicado dos poemarios y se encuentra en proceso de escribir un tercero; por mi parte, pronto volveré a la librería por el que me falta.